La sequía vuelve los niveles de las lagunas de Córdoba 27 años atrás
Emergencia
De las seis lagunas protegidas, solo dos están con agua, y los humedales están acusando una sequía como la previa de 1996
La sequía ha hecho que las lagunas del Sur de la provincia de Córdoba, seis de ellas protegidas por ley desde 1984, hayan regresado a la situación en la que se encontraban hace 27 años, antes de las grandes lluvias de 1996, que permitieron situar los humedales en una situación desconocida en la mayoría de los casos hasta entonces.
La semana pasada, la laguna señera, la de Zóñar, se situó en 11 metros, cuando en octubre de 1995 se midió una profundidad de 10,99, frente a la máxima de 16,67 que se dio en febrero de 2010, según los registros oficiales.
Para el director conservador de la Reservas Integrales de las zonas húmedas del Sur de Córdoba, Juan de la Cruz, "a efectos prácticos los humedales están acusando una sequía como la previa de 1996 y, en consecuencia, la flora y fauna asociadas a los mismos también están teniendo que adaptarse a las circunstancias".
Panorama semejante a 1995
Esta situación, señala el técnico responsable en la Junta de Andalucía de estos espacios naturales, lleva a los animales a desplazarse a otros humedales "para distribuir o incluso inhibir la reproducción", pese a que la realidad actual "se asemeja mucho a aquel entonces, porque las lagunas siguen teniendo un hábitat idóneo para albergar a las especies", pero no así para su reproducción.
De las seis lagunas protegidas, solo dos están con agua, incluso la de Rincón, en el término municipal de Aguilar de la Frontera, considerada permanente, se secó en septiembre del año pasado y la recarga de las lluvias de invierno, que situó su nivel a 25 centímetros, cuando su profundidad máxima supera los cinco metros, no fueron suficientes para que no volviese a quedarse sin agua tras la llegada del calor en abril.
Zóñar, también en Aguilar de la Frontera, está, según datos del responsable técnico de las reservas naturales, con unos dos hectómetros cúbicos de agua sobre los tres máximos, con 11 metros de profundidad, sobre los 14 de media y los 16 de tope, según la medición de la pasada semana.
Amarga, la tercera de las lagunas permanentes, situada en el término de Lucena, que suele rondar los 3,5 o cuatro metros, está en 1,5, concreta Juan de la Cruz, aunque su profundidad máxima está por encima de los siete metros.
Sin agua mes y medio antes que lo habitual
Las tres lagunas que no son permanentes ya que se secan estacionalmente, Tíscar, en Puente Genil, Jarales, también en Lucena como Amarga, y Salobral, en el término de Luque, se han quedado sin agua sobre mes y medio antes de lo habitual "y se acorta la posibilidad de que en primavera se reproduzcan las aves acuáticas", destaca De la Cruz.
En la zona de la laguna Amarga, cerca del río Anzur, está la estación meteorológica de Los Piedros, que recoge una media histórica, que tiene en cuenta los últimos 20 años, de 480 litros por metro cuadrado, este año está en 306 y el pasado se quedó 296, por lo que "ha llovido un 35% menos de la media".
De esta situación se salvan los parajes naturales de los embalses de Cordobilla y Malpasillo, situados ambos en el cauce del río Genil, cuyas aguas provienen del deshielo de Sierra Nevada y que se regulan para los riegos del Genil-Cabra, por lo que, apunta Juan de la Cruz, "tienen buen nivel de inundación".
"Tanto es así que Cordobilla a día de hoy es el humedal de la provincia con mayor biodiversidad, con mayor número de especies presentes y mayor tasa de reproducción de aves acuáticas", subraya, al haber criado garzas reales, calomones, martinetes, gallinetas, aguiluchos laguneros y una pareja de espátula, además de contar con la presencia destacada de siete moritos, “que van de paso probablemente hacia Doñana” y no se reproducen en este humedal.
De la malvasía cabeciblanca, el ave referencia de la zona porque en Zóñar se refugiaron en 1977 los últimos 22 ejemplares de Europa Occidental tras una cacería, se avistaron la pasada semana tres individuos, "pero no se ha reproducido", aunque también se han censado en este humedal somormujos, ánades reales, fochas, patos colorados y flamencos rosas, de los que hace un mes hubo un centenar.
Precisamente sobre Zóñar y la otra laguna que se encuentra en el término municipal de Aguilar de la Frontera, la de Rincón, su Ayuntamiento reivindica su unión a través de una vía pecuaria, la Vereda de Metedores, en el marco de un "proyecto medioambiental y turístico".
La vía pecuaria quedó cortada en noviembre de 2002 por el nuevo trazado de la carretera A-304 de Aguilar a Puente Genil, que la Junta de Andalucía alejó de la orilla Sur de Zóñar para minimizar la presión del tráfico en el espacio natural.
Ahora, el Ayuntamiento aguilarense reclama "poder conectar las dos lagunas a través de una pasarela" que supere el obstáculo de la vía autonómica, según señala a Efe su concejal de Medio Ambiente, Agricultura, Parques y Jardines y Protección Animal, Manuel Olmo (IU).
Pero, "para eso sería fundamental que las vías pecuarias estuvieran clasificadas", ya que ahora nadie puede asumir la obra porque ese camino no tiene titular legal debido a que los tribunales anularon las clasificaciones realizadas por la Junta en 2000 y 2004 de las 23 vías pecuarias localizadas en el término municipal al admitir sendos recursos, uno del Ayuntamiento de Aguilar de la Frontera y otro de una particular.
Tras archivar en 2008 los cinco deslindes de tramos de vías pecuarias que se habían llevado a cabo como consecuencia de esas clasificaciones anuladas judicialmente, la Junta ha retomado ahora los trabajos con la intención de volver a definir legalmente los tradicionales caminos de ganado.
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