Así será el futuro polo verde de Montalbán: dos plantas para tratar residuos que producirán biogás y fertilizantes
Campiña Sur
Epremasa calcula una inversión de 55 millones para poner en marcha las infraestructuras necesarias
La planta de tratamiento de materia orgánica residual se externalizará, de acuerdo al plan de viabilidad

No son una, sino dos, las plantas que la Empresa Provincial de Medio Ambiente (Epremasa), dependiente de la Diputación de Córdoba, ha proyectado construir en el complejo de Montalbán como consecuencia de la futura puesta en marcha del nuevo contenedor marrón, destinado exclusivamente a residuos orgánicos, en los municipios de Córdoba. De acuerdo al informe de viabilidad del proyecto, consultado por El Día de Córdoba, la inversión global supera los 55 millones de euros, que se financiarán por tres vías: recursos propios, con una subvención de la Unión Europa y a través de la concesión a una empresa externa de una de las nuevas plantas.
La puesta en marcha de este polo verde no admite demora por la necesidad de ajustarse a la Ley de Economía Circular, que establece la obligatoriedad de implantar la recogida separada de biorresiduos de origen doméstico (fracción orgánica recogida de forma separada, los denominados FORS), como medida para asegurar que los residuos se reutilicen o se reciclen, evitando la operación de eliminación.
Por ello, "es necesario disponer de instalaciones de tratamiento adecuadas para tratar los biorresiduos recepcionados y contribuir a la economía circular, así como tratar la fracción orgánica que procede mezclada con el resto de los residuos con el fin de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Además, la planta de tratamiento actual tiene la necesidad de realizar mejoras en el proceso de estabilización de la materia orgánica recuperada (los denominados MOR)", tal y como explica Epremasa.
Un servicio para 460.000 cordobeses
En concreto, se prevé la construcción de una planta de tratamiento de esta fracción orgánica que incluirá, entre otras instalaciones, la producción de biogás y que supondrá una inversión de 30 millones de euros. Y, en segundo lugar, una planta de tratamiento de materia orgánica residual, procedentes de los contenedores de la facción resto, donde se separarán componentes como pilas, vidrio y acero, y que costará 25,6 millones de euros; esta es la planta que la empresa provincial prevé que construya y gestione una sociedad externa a través de un canon, de acuerdo al plan de viabilidad que permanece en exposición pública.
Ambas instalaciones se ubicarán en una parcela adyacente al actual complejo medioambiental de Montalbán, por lo que se verán como una ampliación del mismo, y ocuparán una superficie aproximada de 28.900 metros cuadrados, entre zonas urbanizadas y zonas edificadas. Epremasa, creada en 1992, es la responsable de la gestión Integral de los residuos sólidos urbanos generados en 76 municipios de la provincia de Córdoba, todos excepto la capital, por lo que da servicio a una población de en torno a 460.000 habitantes.
Más de 11 toneladas de fertilizante al año
La planta para el tratamiento de residuos exclusivamente orgánicos estará preparada la gestión de 25.000 toneladas al año. Las instalaciones promoverán su valorización a través de procesos como el compostaje, el biogás o la digestión anaeróbica, lo que facilita la recuperación de recursos como fertilizantes y energía y reduce la cantidad de basuras que terminan en los vertederos. Las instalaciones que se pretenden construir se alinean, por tanto, "con los principios de minimizar el impacto ambiental y maximizar la eficiencia de los recursos". En concreto, el plan de viabilidad detalla la producción de 3.203 toneladas al año de fertilizante sólido para uso agrícola; 8.716 toneladas anuales de fertilizante líquido y 3,7 millones de metros cúbicos de biogás.
En cuanto a la línea de tratamiento de la fracción orgánica recuperada de los contenedores resto, se ha diseñado con una capacidad para 55.000 toneladas al año. Una vez efectuado el tratamiento de bioestabilización, se espera que produzcan unas pérdidas por evaporación de 22.000 toneladas al año, por lo que el restante será material bioestabilizado. Además, la previsión es recuperar 106 toneladas de pilas al año; 2.643 de vidrio; 281 férricos y 231 de aluminio. La venta de estos subproductos supondría unos ingresos anuales de 390.000 euros, aunque, realmente, los ingresos derivados del canon de explotación constituirían la principal fuente de financiación para el concesionario durante la fase operativa del contrato.
Un canon de explotación de 71 euros por tonelada
Este canon se aplicará -explica la memoria- "en función del volumen anual de residuos efectivamente tratados en la instalación, con un importe unitario por tonelada gestionada". A diferencia de otros modelos con entradas crecientes, en este caso se ha establecido una entrada constante de 55.000 toneladas al año a lo largo de toda la duración del contrato, en base a los datos de generación disponibles y a la estabilización prevista de los sistemas de recogida selectiva. Así, como resultado del estudio económico-financiero elaborado, se determina que el canon de explotación necesario para garantizar el equilibrio económico del proyecto se sitúa en un promedio de 71,07 euros por tonelada, cuantía que permitirá alcanzar una tasa interna de retorno del 6,91%.
El plan de viabilidad de Epremasa establece un plazo de concesión de 19 años, que incluye 12 meses de construcción y aproximadamente 18 años de explotación, como condición necesaria para garantizar la rentabilidad económico-financiera del proyecto. Este horizonte temporal, según la Diputación, permitirá "la recuperación íntegra de la inversión y un retorno razonable conforme a los estándares del mercado, considerando además el reparto de riesgos establecido en el contrato concesional".
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