Comienza la siembra de ecotipos para conseguir la Identificación Geográfica Protegida del garbanzo de la Campiña de Córdoba
Agricultura
El grupo operativo replicará los ensayos en primavera para comparar los resultados
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El grupo operativo creado para conseguir la Indicación Geográfica Protegida (IGP) del garbanzo de la Campiña de Córdoba ha comenzado la siembra de invierno de una decena de distintos ecotipos en cuatro fincas de ensayo en la Campiña cordobesa.
El director del proyecto, Íñigo Prieto, ha informado de que los trabajos se están desarrollando en terrenos de los términos municipales de Córdoba, Cañete de las Torres, y Pedro Abad. Además, ha explicado que "estos mismos ensayos se replicarán en primavera para comparar los resultados obtenidos con la siembra de invierno".
El objetivo de esta iniciativa consiste en apostar por el garbanzo de calidad y poner en marcha un proyecto para crear una nueva IGP que pretende "defender y promover el garbanzo de la Campiña de Córdoba", ha recordado.
Y es que, tanto por el perfil de los suelos como por las variedades cultivadas, esta zona de la provincia cordobesa "cuenta históricamente con un garbanzo excepcional" que, además, tiene extraordinarias características organolépticas como su sabor, textura y nivel mantecoso teniendo en cuenta también su óptima aportación de fibra, vitaminas y minerales, ha añadido.
Los actores que forman el citado grupo operativo son Cortijo La Reina (Abecera SL), SAT Córdoba, Asaja Córdoba, Miluma SA, Dolneo Consulting, los departamentos de agronomía y edafología de la Escuela de Agrónomos (Etsiam) de la Universidad de Córdoba, el Instituto Andaluz de Investigación y Formación Agraria, Pesquera, Alimentaria y de la Producción Ecológica (Ifapa); y la Sociedad Cooperativa Agrícola Olivarera Virgen Del Campo, de Cañete de Las Torres.
El proyecto comenzó su andadura en septiembre de 2022 y finalizará en diciembre de 2024, si bien, cuenta con ensayos de campo realizados desde 2020. Su desarrollo se vertebra en cuatro fases que incluyen la caracterización del garbanzo cultivado en Córdoba, la delimitación geográfica de la futura IGP, así como ensayos de campo y paneles de cata.
En paralelo, se desarrollarán otras muchas acciones como la creación del consejo regulador de la futura IGP, la creación de una web específica y/o el uso de sistemas de información geográfica (SIG) para geolocalizar puntos de interés en la campiña.
El grupo operativo tiene un comité de expertos en el que participan todos los socios y, adicionalmente, cuenta con la colaboración del Departamento de Edafología de la Escuela Superior de Ingenieros Agrónomos y de Montes de Córdoba, que están analizando tierras de más de 30 fincas de la provincia, que tienen suelos arcillosos (vertisoles) y con características vérticas al menos en los primeros centímetros por debajo de la superficie.
Prieto, además, ha señalado al El Día que, hasta el momento, en Andalucía solo hay una IGP de garbanzo blanco lechoso de Huelva, y que en el caso de la indicación en la que se trabaja en Córdoba "no se va a restringir a una variedad porque luego hay complicaciones si se quiere ampliar". Conseguir este marchamo de calidad, ha continuado, "va a suponer mucho para los agricultores porque todo está cambiando mucho".
A su juicio, la IGP del garbanzo de la Campiña de Córdoba también va a servir para que los agricultores "se unan y defiendan un producto de calidad".
En la provincia de Córdoba y con datos correspondientes a 2022, hay 2.850 hectáreas dedicadas al cultivo del garbanzo. Se trata de una cifra que ha ido a la baja desde 2018, ya que en ese año el número era de 4.700. Un año después, según los datos aportados por Prieto, el número de hectáreas fue de 3.650, mientras que en 2020 llegó a las 3.100. Sin embargo, en 2021 volvió a subir y se cifraron en 3.950.
Prieto ha detallado que esta reducción de hectáreas dedicadas al cultivo del garbanzo en la provincia de Córdoba se debe "a diferentes estrategias de los agricultores, a la lluvia y a la rotación e cultivos entre cereales y leguminosas".
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