Las vaquillas se apoderan de El Viso

Poco tiene que envidiar El Viso a Pamplona, al menos en lo que a encierros taurinos se refiere. Un año más, los viseños vuelven a vanagloriarse de una de sus tradiciones más ancestrales, iniciada en 1588 y consistente en la suelta de varios astados cuya única misión es dar caza a los intrépidos mozos que se atreven a desafiarlos. Muchos son los osados, ataviados con capote, indumentaria deportiva y cerveza en mano que gambetean sobre las calles empedradas de la localidad cordobesa para no ser embestidos por las reses de Julio de la Puerta, que salen de los corrales armadas de valor y dispuestas a cornear todo lo que encuentren a su paso nada mas sonar el pertinente chupinazo.

Para que el riesgo se minimice durante el festejo en honor a Santa Ana, se han reforzado los servicios sanitarios y de seguridad, según informó el primer edil de la localidad, Juan Díaz (PSOE). "La masiva afluencia de gente ha hecho que pongamos en funcionamiento a todos los miembros de la policía local", aseguró el alcalde a El Día. Por otra parte, "el centro de salud local se ha reforzado con un cuerpo médico extra, formado por un cirujano, un anestesista, enfermeros y demás personal sanitario, con el propósito de que atiendan rápidamente a las personas que sufran daños durante los encierros, si las hubiera", comentó.

El primer encierro tuvo ulgar ayer y ya se pudo comprobar que este encuentro se ha convertido en un atractivo que va más allá de la comarca de Los Pedroches. Por fortuna, el evento transcurrió sin incidencias destacables. Y es que cualquier cuidado es poco para los más de 10.000 visitantes que Díaz prevé que pasen por el municipio de Los Pedroches este fin de semana. "Esperamos superar los 10.000 visitantes que, más o menos, vinieron el año pasado. Creo que el día de la patrona será cuando más gente haya en el pueblo", declaró el primer edil. La gran afluencia de personas supone para los comercios y negocios hosteleros un gran desahogo. Según los informes y cálculos de la asociación de empresarios de El Viso, el impacto económico es muy importante durante estos días como queda reflejado en el consumo de agua y luz. "Atendiendo al estudio que hizo la asociación local de empresarios, durante las fiestas los viseños y visitantes se pueden dejar unos 20 o 30 millones de las antiguas pesetas", remarcó el alcalde, que reconvertidas a euros serían unos 120.000 a 180.000 euros.

Los alojamientos también están repletos. El hotel municipal lleva desde hace algunos meses sin plazas y las casas rurales del pueblo y alrededores corren la misma suerte. Moverse por El Viso durante su feria es una ardua tarea, más complicada aún si tienes que buscar una plaza de aparcamiento. Pero, si se observa la cantidad de público que acude y que va aumentando cada año, cualquier impedimento se hace pequeño ante un evento de similares características. "Hay muchas fiestas en la provincia, pero como la de El Viso hay pocas. Es una fiesta sin descanso. Para nosotros, obviamente, la mejor", aseguró el primer edil.

Los encierros continuarán hasta el próximo 29 de julio. En todos y cada uno, el chupinazo será a las 12:00, excepto hoy, que además de la suelta de vaquillas por la mañana habrá otra por la tarde, a las 20:00, en honor a Santa Ana. La ganadería que más reses va a aportar a los encierros va a ser la de Julio de la Puerta, aunque también estarán presentes los astados de Mateo y Rodrigo, Hermanos de la Puerta y Alfonso Moreno de la Coba. Diez serán las vaquillas que se soltaran en cada encierro, cinco durante la primera hora y las otras cinco durante la segunda. Tras formar parte del espectáculo, serán sacrificadas, "porque así lo exige la normativa andaluza", espetó Díaz.

Las fiestas de El Viso no son solo un evento lúdico y gastronómico. Para Díaz también son un evento familiar al que llegan un gran número de emigrantes que dejaron su pueblo para buscarse un futuro mejor. Un evento en el que la diversidad cultural está servida y que va a más cada año. "Los encierros han llegado hasta el público asiático, cada vez son más los extranjeros que nos visitan y eso es un orgullo para nosotros", sentenció el alcalde.