El milagro de la Virgen del Carmen en Rute: ni una gota de lluvia en una procesión para la historia

Rute/La villa de Rute ha vivido un fin de semana histórico que quedará grabado con letras de oro para gloria de su patrona, la Virgen del Carmen, al celebrarse la clausura del Año Jubilar Carmelitano concedido por El Vaticano con motivo del centenario del patronazgo sobre la villa. Pasadas las 08:00 del sábado, la Señora ruteña, con toda la provincia de Córdoba en alerta meteorológica por lluvia, hacía su salida procesional desde su santuario hacia la parroquia de Santa Catalina Mártir de Alejandría, donde a partir de las 10:00 se celebró la Eucaristía Pontifical de clausura del Año Jubilar.

Durante el traslado matinal, la Virgen del Carmen, con un cortejo formado por la representantes de su Real Archicofradía, el grupo joven Iuventus Carmeli y la Carmelitana Mayor y su Corte de Honor 2024, fue acompañada musicalmente por los Hermanos de la Aurora, que la piropearon con sus coplas hasta la extenuación, mientras la patrona permitía con su presencia que los rayos de sol iluminaran la Sierra de Rute, cuando en el resto de la provincia de Córdoba diluviaba sin contemplación.

Rouco Varela preside la misa

Con la Reina de Rute en Santa Catalina, a las 10:00, daba comienzo el acto central de la inolvidable jornada festiva vivida: la misa pontifical de clausura del Año Jubilar Carmelitano, que estuvo presidida por el cardenal y arzobispo emérito de Madrid, Antonio María Rouco Varela. En su homilía, felicitó a los ruteños y los animó a seguir siendo fieles servidores de Jesús, al igual que lo fue la Virgen María hasta los mismos pies de la cruz.

La misa, que estuvo cantada por la Coral Polifónica Bel Canto de Rute, el grupo vocal Lyrica y el cuarteto de cuerda Nomina Sacra, asistieron casi 600 personas, entre ellas el alcalde, David Ruiz; la coordinadora del Instituto de la Juventud de la Junta de Andalucía en Córdoba, Carmen María Arcos, o la diputada provincial de Drechos Sociales, Irene Araceli Aguilera.

Durante la misa, el Ayuntamiento ruteño regaló a la Virgen una preciosa mantilla y, pasado el mediodía, ¡comenzaba la triunfal y gloriosa procesión extraordinaria, momento en el cual el cielo ruteño, que había permanecido gris durante la celebración de la eucaristía, se abrió nuevamente de par en par, siguiendo al pie de la letra los mandatos de la Señora ruteña, que a partir de ese momento iluminó con su elegancia y hermosura las calles de su villa.

Una procesión multitudinaria

La procesión resultó multitudinaria. Abrió la Banda de Cornetas y Tambores Rosario de Cádiz, que puso patas arriba la emoción de los cientos y cientos de personas que acompañaron a la centenaria patrona por las calles más céntricas del municipio. Tras el paso de palio, la Banda Municipal de Música de Rute, con un repertorio de marchas propias de la Virgen y otras elegidas para la ocasión, hizo propicio el caminar hasta la Ermita de la Vera Cruz, donde los titulares de la Cofradía de la Santa Vera Cruz y Caridad esperaban la llegada de la patrona.

El transcurrir por la calle Granada sirvió para contemplar la magnitud que la procesión triunfal de la Virgen estaba teniendo, quedando pequeña para dar cabida a la multitud de fieles. Como igualmente se quedó pequeña la Plaza del Carmen cuando la patrona llegó a la misma, centro neurálgico del municipio cordobés. Justo en ese momento, la Virgen recibía una monumental e interminable lluvia de pétalos que confirmaba los pronósticos meteorológicos de alerta amarilla, pero en forma de arte floral y devocional, dejando cientos de litros de lágrimas de emoción entre los asistentes a tan inolvidable momento.

...Y después, la lluvia

Aún faltaba por sellar la emoción de ese imborrable momento para siempre, de lo cual se encargó la Banda de Cornetas y Tambores Rosario de Cádiz en su despedida, que acabó de sentar cátedra en Rute con la interpretación de su marcha más emblemática y universal, Eternidad, dejando para la posteridad unas instantáneas de la plaza que servirán para que, en el futuro, las próximas generaciones sepan calibrar el inmenso amor que los ruteños derramaron por su Reina en el año del Centenario de su Patronazgo. 

El pasodoble Reina y Señora, interpretada con más solemnidad que nunca por la Banda Municipal de Música de Rute, llevó a la Santísima Virgen del Carmen a las puertas de su Santuario, en el cual la patrona su entrada entre una sonora tronada que anunciaba el final del Año Jubilar Carmelitano. Media hora después de la entrada en su Santuario fue cuando permitió que la lluvia que había sido anunciada cayera para comenzar a regar el mar de olivar, una circunstancia milagrosa.