Innovación, avances clínicos y desafíos
Oncología
La llegada de terapias dirigidas ha ido mejorando el abordaje del cáncer de mama metastásico, pero los nuevos paradigmas plantean retos en acceso y equidad
El cáncer de mama es el tipo de tumor más frecuente y uno de los más mortíferos en todo el mundo. En Europa, se diagnostican aproximadamente 531.000 casos nuevos cada año y se registran alrededor de 141.000 muertes debido a esta patología. En España se prevé que en 2024 se diagnostiquen 36.300 nuevos casos de cáncer de mama.
Además, se calcula que entre el 5% y el 6% de los tumores de mama detectados anualmente presentan metástasis. A lo que se suma que aproximadamente el 30% de las mujeres diagnosticadas en estadios tempranos sufrirán recaídas a lo largo de su vida. Este reto clínico constante ha ido cambiando de paradigma en los últimos años. Si bien sigue siendo una enfermedad incurable de pronóstico complejo, se ha logrado aumentar la supervivencia y la calidad de vida de las pacientes.
El doctor Emilio Alba, jefe del Servicio de Oncología Médica del Hospital Clínico Universitario Virgen de la Victoria de Málaga, explica que “hace 20 años, la supervivencia de una mujer con un tumor de mama diseminado era de aproximadamente dos a dos años y medio; hoy en día, gracias a los avances terapéuticos, esta cifra se ha multiplicado, llegando en algunos casos a una supervivencia de cinco o seis años de media, especialmente para ciertos subgrupos de pacientes”.
Dr. Emilio Alba, oncólogo
“La supervivencia de las pacientes se ha multiplicado en las últimas dos décadas”
Según resume el experto, algunos de los hitos más importantes en el tratamiento han sido el desarrollo de anticuerpos monoclonales para el abordaje del cáncer de mama HER2 positivo, los inhibidores de ciclinas, nuevas hormonas moduladoras o el desarrollo de anticuerpos conjugados como una de las áreas más prometedoras en el tratamiento del cáncer de mama metastásico.
Todo ello ha ido definiendo la medicina de precisión basada en el manejo de terapias dirigidas a dianas moleculares o mutaciones genómicas concretas. A pesar de estos avances, persisten desafíos significativos en el acceso equitativo a la innovación.
Según el doctor Alba, la disponibilidad de análisis genómicos y moleculares necesarios para clasificar los tumores y orientar el tratamiento varía entre hospitales. “Aunque las necesidades básicas de determinación de biomarcadores están cubiertas en la mayoría de los hospitales, no existe una homogeneización completa en la implementación de estas tecnologías”, afirma.
Además, el acceso a nuevos tratamientos también varía entre comunidades autónomas y hospitales, influenciado por cuestiones presupuestarias y decisiones de las agencias reguladoras. “Me parece que tendría que haber un mecanismo arbitrado único para todo el mundo”, afirmó el doctor Alba, enfatizando la necesidad de mejorar la equidad.
Pilar Fernández, presidenta de AECMM
“La llegada de un fármaco nuevo al sistema sanitario tarda de media 661 días”
Uno de los mayores obstáculos es la demora en la incorporación de nuevos fármacos aprobados por la Agencia Europea del Medicamento (EMA) al Sistema Nacional de Salud (SNS). Según Pilar Fernández, presidenta de la Asociación Española de Cáncer de Mama Metastásico (AECMM), “aunque la EMA recomienda un plazo de 180 días para la incorporación de un fármaco al sistema sanitario tras su aprobación, en España este proceso tarda un promedio de 661 días”, según los últimos datos del estudio WAIT de la Efpia. “Pese a ser el primer país de Europa en ensayos clínicos, una vez que estos fármacos son aprobados por la EMA, tardan más de 600 días en incorporarse a la cartera del Sistema Nacional de Salud”, denuncia Fernández.
Este retraso se agrava con “evaluaciones adicionales a nivel autonómico y decisiones hospitalarias basadas en consideraciones presupuestarias”, lo que genera “desigualdades en el acceso a tratamientos innovadores”. “Queremos vivir más, pero también mejor. Los fármacos innovadores no solo prolongan la supervivencia, sino que también permiten al paciente tener una vida más digna y con más calidad”, concluye Fernández. “Aunque se han logrado avances significativos en el tratamiento del cáncer de mama metastásico, mejorando tanto la supervivencia como la calidad de vida de las pacientes, aún queda un camino por recorrer para asegurar un acceso equitativo a estas innovaciones terapéuticas”, subraya.
Además de la cuestión crucial del acceso a los nuevos tratamientos, Fernández, describe también otras reivindicaciones esenciales en el plano asistencial. “Exigimos un abordaje multidisciplinar real que, si bien se da en muchos hospitales de referencia, no es una realidad en la mayoría”, comenta Fernández.
Fernández también destaca la necesidad de una mejor derivación a cuidados paliativos para el control de síntomas y efectos secundarios, unidades de enfermería oncológica especializada y circuitos rápidos de derivación en caso de recaídas. “No puede ser que recibas una atención y unos recursos terapéuticos distintos en función del hospital, la provincia o la Comunidad Autónoma en la que te estés tratando”, subraya.
Receptores hormonales y análisis genómico
La determinación del estado de los receptores hormonales en cáncer de mama se ha convertido en una norma de tratamiento para poder ofrecer a cada paciente las opciones más efectivas. Para Pilar Fernández, presidenta de la Asociación Española de Cáncer de Mama Metastásico (AECMM), “cuando hablamos de acceso a la innovación, no solo nos referimos al acceso a fármacos. La selección de terapias personalizadas requiere del análisis de determinaciones concretas y análisis genómicos”. “El análisis de determinados biomarcadores está extendido pero la secuenciación genómica de los tumores, no. En este aspecto también hay falta de equidad entre Comunidades Autónomas o incluso entre provincias dentro de una misma comunidad”.
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