Innovación que salva vidas

I+D de nuevos medicamentos

La autorización y acceso a nuevos fármacos en España ha permitido reducir en más de 42.132 fallecimientos la mortalidad anual por cáncer

Los casos disruptivos son aquellas que realmente cambian el paradigma clínico

Nuevas vías para acelerar el acceso a algunos tratamientos innovadores

Frank R. Lichtenberg, profesor de la Universidad de Columbia, Estados Unidos, ha analizado el impacto de las nuevas terapias en España. / Archivo
Silvia Carpallo

29 de enero 2024 - 12:26

El coste de los nuevos medicamentos para tratar el cáncer, cada vez más elevado, hace que en muchas ocasiones se replantee el valor de la innovación. Por ello, los expertos creen que más haya de los ensayos clínicos, es necesario evaluar y debatir sobre el impacto real que la innovación farmacéutica tiene en la vida real. Así, con el objetivo de poner cifras objetivas a esta pregunta, Frank R. Lichtenberg, economista y profesor de la Universidad de Columbia (EE.UU), realizó el estudio ‘Relación entre innovación farmacéutica y mortalidad por cáncer en España (1999-2016)’.

Del mismo se desprenden datos como que gracias a la entrada de nuevos fármacos, nuestro país registró 42.132 muertes por cáncer menos de las esperadas en 2016, el último año del estudio, es decir, una reducción del 29,2% en el número de fallecimientos. Además, Lichtenberg también estudió la rentabilidad social de la inversión en innovación en medicamentos contra el cáncer en España. Así, estimó que cada año de vida ganado había tenido un coste para la Sanidad de 3.269 euros, lo que significa una elevada eficiencia en esta inversión. Especialmente teniendo en cuenta que esta cifra debería ser mucho mayor, si no fuera por las hospitalizaciones, visitas a urgencias y otros eventos que medicamentos de mayor eficacia habían evitado. Todo ello, por supuesto, mejorando la calidad de vida de los pacientes.

Para profundizar en estos datos, Lichtenberg ha ofrecido de la mano de Farmaindustria una conferencia sobre este trabajo, en la que ha destacado que si bien la incidencia por cáncer ha aumentado tanto en hombres como en mujeres en los últimos años, la mortalidad ha disminuido. Y si bien puede tenerse en cuenta mejoras de los hábitos de vida, mejoras de técnicas diagnóstica o accesibilidad al sistema, lo cierto es que la gran parte de la reducción de la mortalidad se debe a nuevos fármacos.

De hecho, esto puede observarse en que en los tumores en los que ha habido una mayor innovación, es dónde se aprecia una mayor reducción de la mortalidad, como puede ser en las leucemias o en el cáncer de mama.

De esta forma, destacaba otros datos como que la edad media de muerte por cáncer ha subido como 3 años desde el año 2000 o analizando los datos de muertes consideradas prematuras, se había pasado de 17 a 11 años perdidos por cáncer.

Por otra parte, Lichtenberg mencionaba que toda esta evidencia también confirmaba la hipótesis de que los medicamentos más nuevos son los más eficaces. A este respecto, el director general de Farmaindustria, Juan Yermo, preguntaba al experto al respecto del impacto del retraso de la entrada de la innovación en España. No obstante, el tiempo entre la autorización de un fármaco en Europa y su financiación en España ya está en torno a los 600 días, casi dos años. “Si este plazo se acortase potencialmente se podría reducir la mortalidad y reducir los años de vida perdidos. Si acelerásemos este proceso, sin duda, tendría un impacto positivo en la salud pública”, respondía el profesor de la Universidad de Columbia.

Iniciativa del sector

Finalmente en este foro también intervenían los profesores Núria Mas (IESE Business School, Barcelona) y Nils Wilking (Instituto Karolinska, Suecia). La primera apuntaba que el trabajo ponía de manifiesto que en la mejora de la mortalidad tenía un mayor impacto la innovación farmacéutica respecto a otras novedades del sector, a lo que Lichtenberg respondía que la gran parte de la innovación del sector privado en Sanidad era de hecho iniciativa de las empresas farmacéuticas. Por último, Nils Wilking concluía que otro dato interesante es que más que centrarse en el número de innovaciones, lo que realmente se relacionaba con una menor mortalidad era la existencia de innovaciones disruptivas que cambiaban el paradigma del abordaje de algunos tumores, poniendo así de manifiesto que para observar estos hitos son necesarias más investigaciones como estas con datos de la vida real a largo plazo.

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