Una mirada integral para frenar las enfermedades vasculares
Plan de prevención
l Expertos y pacientes promueven una nueva estrategia para impulsar la prevención secundaria en la enfermedad vascular aterosclerótica en Andalucía y, por ende, su mortalidad asociada
En Andalucía las enfermedades cardiovasculares constituyen la primera causa de muerte con un total de 22.018 personas fallecidas durante 2022 (un 28% del total de defunciones) y fueron la primera causa de hospitalización en 2021. Dos tercios de las muertes por enfermedades cardiovasculares son de origen aterosclerótico. Para hacer frente al problema desde una perspectiva estratégica, recientemente se ha desarrollado el Plan de Prevención secundaria en la enfermedad vascular aterosclerótica (EVA) en Andalucía, una hoja de ruta para que Andalucía se convierta en los próximos años en un ejemplo de abordaje de esta enfermedad. Bajo el nombre de Proyecto Faro, el documento de posicionamiento interdisciplinario plantea la creación de un plan de prevención secundaria que permitirá la mejora en la detección, control y seguimiento del paciente con EVA, mediante la protocolización de procesos que permita actuar en toda la región de una manera uniforme.
La doctora Dolores Mesa, especialista en Cardiología del Hospital Reina Sofía y presidenta de la Sociedad Andaluza Cardiología, explica que la iniciativa surge debido al impacto significativo de esta enfermedad a nivel mundial y, específicamente, en Andalucía, “que presenta una tasa de mortalidad cardiovascular mayor que la media española, siendo aproximadamente 300 fallecimientos por cada 100.000 habitantes”. “Sorprendentemente, el 25% de las muertes en nuestra comunidad se deben a enfermedad vascular arteriosclerótica, afectando más a mujeres que a hombres”, añade.
Asimismo, aclara que el 85% de la enfermedad vascular es prevenible. “Esto es una mala noticia, pero si abordamos este 85%, podríamos eliminar prácticamente las enfermedades cardiovasculares arterioscleróticas. Así que, en esencia, se trata de enfocarnos en el modo preventivo”, explica la doctora. El documento ha sido promovido por la Sociedad Andaluza de Cardiología y nace con una clara visión multidisciplinar. En su elaboración han contribuido representantes de Cardiología, Medicina Interna, Atención Primaria y Neurología, además de participación de farmacéuticos, asociaciones de calidad asistencial, pacientes y Enfermería. “Este enfoque colaborativo es el primer gran valor del proyecto, ya que la prevención de la enfermedad arteriosclerótica requiere la participación de todos estos agentes. Hemos diseñado un protocolo de actuación uniforme para todos los pacientes, independientemente de su ubicación o el profesional de la salud que los atienda. Esto incluye un circuito de derivación que tiene en cuenta el primer año después de un evento agudo, donde el paciente recibe un seguimiento más estrecho por parte de un especialista”, afirma la doctora Mesa.
El protocolo también implica formación continua, coordinación interdisciplinaria, optimización de tratamientos y acceso a programas de rehabilitación cardíaca. “Estos programas no solo optimizan los factores de riesgo, como colesterol, hipertensión y hábito tabáquico, sino que educan a los pacientes sobre hábitos de vida cardiosaludables. La implementación de estos programas de rehabilitación cardíaca es esencial para reducir desigualdades y empoderar a los pacientes”, subraya la experta. Por último, destaca que este enfoque preventivo se integra perfectamente en el nuevo Plan Andaluz Integral de Salud Cardiovascular.
Juan José Gómez Doblas, director del Plan Andaluz de Cardiopatías y jefe del Servicio de Cardiología del Hospital Virgen de la Victoria, en Málaga, hace hincapié en la importancia crucial de la prevención, especialmente aquí en Andalucía, por su elevada tasa de mortalidad por enfermedad cardiovascular en el país. “Esto se relaciona con diversos parámetros y situaciones, como la alta prevalencia de factores de riesgo y el nivel socioeconómico”, apunta.
En términos de prevención, es esencial abordar tanto la prevención primaria como la secundaria. “En la prevención primaria, nuestro enfoque es evitar que se desarrollen problemas cardiovasculares en primer lugar, identificando y gestionando los factores de riesgo. La prevención secundaria, por otro lado, se centra en aquellos pacientes que ya han experimentado un evento cardiovascular, con el objetivo de evitar que ocurra un segundo episodio”, aclara el doctor Gómez Doblas.
Las estrategias de control de factores de riesgo, los cambios en el estilo de vida y las terapias específicas son fundamentales en ambas formas de prevención. En el ámbito de la prevención secundaria, “se implementan programas como la rehabilitación cardíaca, que no solo fomentan un cambio en el estilo de vida del paciente, sino que también supervisan de cerca factores de riesgo críticos, como el colesterol”, señala.
El proyecto Andatrack es una derivada práctica del consenso del Proyecto Faro, con soluciones a implementar en los próximos meses para mejorar el seguimiento de los pacientes que han tenido un infarto o un ictus en Andalucía. Andatrack tiene el objetivo de generar alarmas en los sistemas informáticos del Sistema de Salud para el seguimiento de los pacientes que han tenido un evento cardiovascular.
Colesterol
La EVA consiste en la acumulación de lípidos a lo largo del tiempo, principalmente colesterol LDL o colesterol ‘malo’, en el revestimiento interno de las arterias. La ruptura inesperada de la placa aterosclerótica puede causar un evento cardiovascular aterosclerótico, como un infarto o ictus. Entre los principales factores de riesgo de la EVA, el colesterol LDL es el factor causal y el más fácilmente modificable.
El 80% de los pacientes de muy alto riesgo no alcanzan los objetivos de c-LDL recomendados. Entre otros aspectos, el proyecto Faro incluye la introducción de perfiles lipídicos y algoritmos diagnósticos para unificar las analíticas en toda la Comunidad y estratificar a los pacientes según su nivel de riesgo.
En este ámbito tienen también especial relevancia la hipercolesterolemia familiar. El doctor Ovidio Muñiz, responsable de la unidad de Lípidos del Hospital Virgen del Rocío, señala que esta es la más prevalente de todas las enfermedades monogénicas. “Las personas afectadas presentan cifras muy altas de colesterol desde el nacimiento, depósitos extravasculares y enfermedad cardiovascular prematura. Esto es el doble de frecuente de lo que pensábamos hace 15 o 20 años”. Por ello, para mejorar el infradiagnóstico existente, aboga por actuar rápido en el entorno familiar, impulsar el estudio de aterosclerosis subclínica y favorecer el diagnóstico genético. “Estudios de cohortes nacionales han demostrado que por cada caso índice que detectamos, somos capaces de detectar hasta seis casos en familiares”, apunta el experto.
Por tanto, “cuanto antes se diagnostique y trate, menos posibilidad de presentar enfermedad cardiovascular tan prematura, en algunos casos 20 o 25 años antes que la población general”. “Teniendo en cuenta que, si se detecta pronto y se trata a tiempo, el pronóstico es bueno, las estrategias deben favorecer su abordaje y evitar problemas de equidad”, afirma el doctor Muñiz.
Marilo Ruiz Fernández es la presidenta de la Asociación Enfermería Enfermería Comunitaria (Asanec), sociedad científica implicada también en el desarrollo de esta iniciativa, que considera “fundamental para contribuir a disminuir los factores de riesgo en este grupo de pacientes”. Además, pone el foco en el papel de enfermería en la atención a la enfermedad cardiovascular “especialmente en cuanto a la continuidad de cuidados en aquellos pacientes que han sufrido un episodio a través de la detección y seguimiento de estos pacientes durante al menos un año”.
“El papel de la enfermería de familia es prioritario en cuanto a la adherencia al tratamiento, estilos de vida, promoción de la salud y autocuidado de estos pacientes que podrían sufrir otro episodio”, añade. En todo ese proceso es esencial la colaboración entre el médico de familia y la enfermería de Atención Primaria. Además, en su opinión, el empoderamiento es fundamental para el autocuidado y manejo de la enfermedad.
En ese propósito es esencial el trabajo de las asociaciones de pacientes. Según comenta Esther Portillo, coordinadora de la Asociación de Pacientes Anticoagulados y Coronarios de Málaga (APAM), el papel de las asociaciones de pacientes, a través de acompañamiento y formación, es crucial para lograr un empoderamiento del paciente en la prevención secundaria, buscando que “sea corresponsable de su tratamiento y de su patología”. Para nosotros, “es muy determinante evitar recaídas y complicaciones, por lo que siempre solicitamos una mayor implicación y colaboración con los profesionales del ámbito sanitario, para que consideren a las asociaciones de pacientes como parte integral de su enfoque”, aclara.
Una propuesta en seis claves
Documento de posicionamiento
Varias sociedades científicas han creado un documento conjunto para desarrollar un Plan de Prevención secundaria en la enfermedad vascular aterosclerótica (EVA) en Andalucía, protocolizar procesos y mejorar su detección, control y seguimiento.
Formación, coordinación y rehabilitación cardiaca
El protocolo también implica formación continua, coordinación interdisciplinaria, optimización de tratamientos y acceso a programas de rehabilitación cardíaca. Estos programas son un pilar fundamental en el cuidado de los pacientes que han sufrido un evento cardiovascular.
Manejo de datos y gestión de alertas
La iniciativa plantea mejorar el seguimiento de pacientes que han tenido un infarto o un ictus en Andalucía. Andatrack aspira a generar alarmas en los sistemas informáticos clínicos para el seguimiento de los pacientes que han tenido un evento.
Mejorar la detección de la hipercolesterolemia
Además del adecuado control lipídico en la población general, es importante mejorar el diagnóstico de la hipercolesterolemia familiar, actuando en el entorno familiar, impulsando el estudio de aterosclerosis subclínica y favoreciendo el diagnóstico genético.
Prevención primaria y secundaria
Las estrategias de prevención abarcan la prevención primaria, identificando y gestionando los factores de riesgo, y la prevención secundaria, en pacientes que ya han experimentado un evento cardiovascular con el objetivo de evitar un segundo episodio.
Asociaciones de pacientes y rol de la Enfermería
Expertos y pacientes subrayan la importancia de la formación y el empoderamiento de los pacientes en el manejo de su enfermedad. Enfermería y los colectivos de pacientes son dos escenarios clave para mejorar la adherencia y favorecer la prevención con cambios en el estilo de vida.
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