Entre la preocupación y la prudencia ante el repunte del sarampión
La relajación global en materia vacunal y la presión de brotes internacionales reavivan el virus
Aunque el riesgo de exposición es alto, la probabilidad de infección en España es baja

España vive un repunte inusual de casos de sarampión en 2025 Casos de sarampión en 2025, en un contexto global que también muestra una tendencia ascendente. Entre enero y marzo, se han confirmado 179 casos en nuestro país —una cifra casi siete veces mayor que la registrada en el mismo periodo de 2024—, según datos recientes del Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría. La mayor parte de los contagios están vinculados a brotes en Marruecos, Rumanía y otros focos activos en Europa.
El Ministerio de Sanidad ha alertado de un alto riesgo de exposición al virus en España y ha reforzado sus recomendaciones para asegurar coberturas vacunales del 95% y agilizar la detección precoz de los casos sospechosos. Así, globalmente, entre 1990 y 2021, la incidencia del sarampión a nivel mundial había descendido a un ritmo anual del 5,89%, gracias a los programas de vacunación y a una mejora en la vigilancia sanitaria. No obstante, la pandemia de Covid-19, que alteró los sistemas de inmunización en numerosos países, ha dejado secuelas profundas: en 2023, la OMS notificó más de 10 millones de casos de sarampión y más de 100.000 muertes, la mayoría en menores de cinco años.
España, pese a mantener un estatus de “eliminación del sarampión” confirmado en 2022, no ha escapado a esta ola. Tras tres años (2021-2023) de incidencias mínimas, favorecidas también indirectamente por las restricciones pandémicas, el año 2024 cerró con 217 casos confirmados. Ahora, en el primer trimestre de 2025, la aceleración de los contagios refleja una tendencia que alarma a las autoridades sanitarias.
En lo que va de año, de los 179 casos registrados, 57 fueron clasificados como importados, la mayoría de ellos (un 85,3 %) procedentes de Marruecos; 69 casos estuvieron relacionados con otros confirmados previamente, y 53 casos presentan un origen desconocido o están todavía en investigación.
Las comunidades autónomas más afectadas han sido Andalucía, con 51 casos; el País Vasco, con 46; Cataluña, con 21; y Melilla, con 20. La situación de Melilla resulta especialmente significativa: con apenas 86.000 habitantes, la incidencia en la ciudad autónoma es muy elevada, probablemente en relación con su cercanía a Marruecos, donde los brotes han alcanzado cifras alarmantes.
El entorno sanitario y los medios de transporte internacional, como los vuelos aéreos, han sido ámbitos relevantes en la propagación de la infección. Solo en el periodo comprendido entre enero y febrero de 2025 se han identificado y seguido más de 800 contactos de riesgo relacionados con casos detectados en vuelos internacionales.
Patrón europeo
La situación epidemiológica en Europa refleja un patrón similar. Según datos del ECDC, en los últimos doce meses se han contabilizado 28.791 casos en la región. Rumanía concentra casi el 85 % de las notificaciones, con una incidencia de 1270,8 casos por millón de habitantes, seguida de lejos por Bélgica y España. Además, casi la mitad de los afectados en Europa son niños menores de cinco años, un 28 % corresponde al grupo de 5 a 14 años y el 27 % restante a personas mayores de 15 años.
Los menores de un año registran las tasas de incidencia más elevadas, con 928,4 casos por millón, seguidos por los niños de uno a cuatro años, con 542,6 casos por millón. Otro dato clave: de los más de 26.000 casos analizados con información vacunal disponible, más del 86 % no estaban vacunados.
El Reino Unido también ha informado de un aumento preocupante de casos en 2024, con cerca de 3.000 infecciones confirmadas, el número más alto desde 2012. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha alertado de que la región europea ha registrado, en 2024, el mayor número de casos de sarampión en 25 años.
En su última actualización de la evaluación de riesgos, el Ministerio de Sanidad reconoce que, aunque el riesgo de exposición es alto, la probabilidad de infección entre la población general se mantiene baja, gracias a las altas coberturas vacunales alcanzadas. Entre las medidas recomendadas, el Ministerio insta a aprovechar todas las oportunidades de contacto con el sistema sanitario para verificar el estado vacunal de los pacientes, especialmente entre los nacidos a partir de 1978. También insiste en la necesidad de reforzar la vacunación, con el objetivo de alcanzar coberturas superiores al 95 % para las dos dosis de la vacuna triple vírica.
Estudio microbiológico de los casos sospechosos
El Ministerio de Sanidad subraya la importancia de la detección y declaración precoz de los casos sospechosos de sarampión, aplicando protocolos de estudio microbiológico de forma inmediata. Ante un caso sospechoso, deben activarse sin demora las medidas de aislamiento, rastreo de contactos y vacunación de las personas expuestas. Enfatiza además la necesidad de mejorar la formación de los profesionales para la identificación de casos, incluidos aquellos que se produzcan en personas previamente vacunadas, ya que, aunque poco frecuente, hasta un 14 % de los casos podría presentarse en individuos inmunizados, con cuadros clínicos atípicos y más difíciles de diagnosticar. Por último, la actualización del documento ministerial recomienda analizar de manera continua la situación epidemiológica para adaptar, si fuera necesario, los calendarios vacunales, y llevar a cabo búsquedas activas de personas susceptibles en las regiones en las que se hayan detectado los brotes. La Asociación Española de Pediatría, el Ministerio de Sanidad y los organismos internacionales coinciden en lanzar un mensaje claro: el sarampión seguirá siendo una amenaza real, pese a los avances logrados.
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