Esto es lo que le pasa a tu organismo cuando bebes más de tres cervezas a la semana

Sevilla/La cerveza es una bebida alcohólica muy popular en todo el mundo, y para muchos es una bebida que sirve como un buen complemento para una buena comida. Son muchos los amantes de la cerveza, y si no se consume en exceso, no es mala su ingesta. Sin embargo, el consumo excesivo de cerveza puede tener consecuencias negativas para la salud, tanto a corto como a largo plazo. En este artículo, vamos a ver cómo afecta a tu organismo beber más de tres cervezas a la semana.

A corto plazo, el consumo excesivo de cerveza puede tener efectos inmediatos en el organismo. El más evidente de ellos: la borrachera. La sensación de embriaguez puede alterar la coordinación, el equilibrio y la capacidad de tomar decisiones adecuadas. Además, la cerveza tiene un alto contenido de calorías y azúcares, lo que puede aumentar el riesgo de aumento de peso y diabetes.

También son comunes los síntomas del día después de una noche de excesos: dolor de cabeza, náuseas, mareos y otros síntomas asociados con la resaca. La cerveza es una bebida diurética, lo que significa que puede deshidratarte rápidamente si se consume en grandes cantidades. Esto puede provocar dolores de cabeza, fatiga y otros síntomas desagradables.

A largo plazo, el consumo excesivo de cerveza puede tener consecuencias aún más graves para la salud. El alcohol es una sustancia tóxica que puede dañar los órganos y sistemas del cuerpo si se consume regularmente en grandes cantidades. El hígado es uno de los órganos más afectados por el consumo excesivo de alcohol, ya que es responsable de metabolizar y eliminar el alcohol del cuerpo. El consumo excesivo de alcohol puede provocar inflamación del hígado, enfermedad hepática grasa y cirrosis, una enfermedad crónica del hígado que puede ser mortal.

Además, el consumo excesivo de cerveza también se ha relacionado con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, como la hipertensión arterial y la enfermedad coronaria. El alcohol puede aumentar la presión arterial y dañar los vasos sanguíneos, lo que puede aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares. También se ha demostrado que beber alcohol en exceso puede provocar un mayor riesgo de cáncer, especialmente en el hígado, el tracto gastrointestinal y el pecho.

No solamente son desventajas físicas lo que obtenemos del consumo excesivo de alcohol, sino que en términos de salud mental también puede ser perjudicial. El alcohol es una sustancia que puede afectar el equilibrio químico del cerebro, lo que puede provocar cambios de humor, depresión y ansiedad. También puede aumentar el riesgo de dependencia del alcohol y trastornos relacionados, como el trastorno por consumo de alcohol.