Enfermedades más comunes en el embarazo que se transmiten por los alimentos
Investigación y Tecnología
Infecciones urinarias o la hiperémesis gravídica pueden mitigarse con la elección de alimentos específicos
La manipulación adecuada de los alimentos es fundamental para prevenir las enfermedades que se transmiten a través de la alimentación
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El embarazo es un periodo lleno de cambios para el cuerpo de la mujer, lo que aumenta la vulnerabilidad a ciertas enfermedades sobre todo porque apetecen unos alimentos y se detestan otros. Sin embargo, una correcta alimentación puede convertirse en una poderosa herramienta para combatirlas siempre y cuando tomemos las precauciones oportunas.
¿Sabías que problemas como las infecciones urinarias o la hiperémesis gravídica pueden mitigarse con la elección de alimentos específicos? Descubre cómo adaptar tu dieta para prevenir estas y otras enfermedades comunes durante el embarazo.
Enfermedades con mayor impacto en el feto
En función del tipo de enfermedad alimentaria y de la etapa de gestación, las consecuencias para el feto pueden ser muy graves. Las enfermedades que más impacto pueden tener son:
- Listeriosis: causada por la bacteria Listeria monocytogenes, que puede sobrevivir y reproducirse en los alimentos. La buena noticia es que es poco frecuente y la mala es que, según los expertos sanitarios del portal Cinfasalud, "las embarazadas tienen diez veces más posibilidades que la población general de contraer esta enfermedad. Si la infección llega a la sangre, puede causar sepsis, aborto, alteraciones en el feto (por ejemplo, ceguera, deficiencias cerebrales, cardíacas o renales) nacimiento de bebés con bajo peso o mortalidad infantil". En este sentido, hay que extremar las precauciones con los alimentos de origen vegetal y animal, lácteos elaborados con leche no pasteurizada, patés, ahumados como el salmón y embutidos.
- Toxoplasmosis: esta enfermedad sí es bastante común, asintomática o de síntomas leves. Si en el embarazo o poco antes de él hay toxoplasmosis, el bebé puede sufrir pérdida auditiva, discapacidad intelectual y ceguera, así como también riesgo de aborto. Se debe evitar la ingesta de carne cruda (embutidos) o poco cocinada y el contacto con heces de gatos o tierra contaminada.
- Salmonelosis: si la salmonella alcanza el organismo de la madre, puede sufrir fiebre, vómitos, diarrea y deshidratación e, incluso, aborto o parto prematuro, así como tambien riesgo de meningitis. Por otra parte, la embarazada puede contagiar a su hijo durante el parto. Para evitar esta enfermedad, están prohibidos el huevo crudo, los elaborados con leche no pasteurizada, brotes de semillas como la soja, carnes poco cocinadas y moluscos o mariscos que vivan en agua contaminada.
- Metilmercurio: es un metal derivado del mercurio, pero más tóxico y se encuentra en pescados azules de gran tamaño como el atún rojo, el cazón, el pez espada, el lucio, la anguila y el emperador.
- Anisakis: son unos parásitos similares a pequeños gusanos que anidan en intestinos y vísceras de los peces. Aunque estos parásitos no traspasan la placenta, los síntomas sufridos por la madre pueden poner en riesgo la salud del bebé, así que si no quieres que esto suceda, evita el consumo de pescados crudos o ahumados, en salazón, etc. Es recomendable congelarlos durante al menos cuatro días y cocinarlos durante al menos dos minutos a más de 60ºC.
Consejos para una buena manipulación de los alimentos
La manipulación adecuada de los alimentos es fundamental para prevenir enfermedades transmitidas por alimentos y garantizar la seguridad de quienes los consumen, sobre todo de las embarazadas, por lo que no está de más seguir unas recomendaciones de sanidad con las que prevenir la contaminación cruzada de los alimentos:
- Lavar las manos antes y después de tocar los alimentos
- Evitar toser o estornudar al lado de los alimentos
- Desinfectar las superficies donde vayas a manipular los alimentos
- Lavar muy bien los utensilios como cuchillos y tablas de cortar después de su uso
- Separa los alimentos
- Cocina a temperatura adecuada para eliminar los patógenos: las carnes rojas deben alcanzar al menos 63°C, las aves 74°C y el pescado 63°C.
- Mantén bien refrigerados los alimentos, que estén refrigeados a 4º o menos
- Descongela de manera segura, fundamentalmente en el frigorífico
- Almacena adecuadamente los alimentos
- Revisa la calidad de los alimentos antes de comprarlos.
Si te quedan dudas, puedes ver el siguiente vídeo del Ministerio de Sanidad.
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