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La conocen como la cocaína rosa, pero los efectos que produce nada tienen que ver con esta droga. Se llama tusi. Es una mezcla de ketamina, MDMA y cafeína, se ha vuelto muy popular entre los jóvenes y se caracteriza por inducir alucinaciones visuales y auditivas, además de elevar el estado de ánimo. Es bastante peligrosa ya que no es una molécula de la que podamos saber su dosis, calidad o estandarización, sino que es una mezcla de sustancias que se ha popularizado tanto que la base de sus ingredientes ya se conoce y esto quiere decir que puede prepararla cualquiera.
Es muy adictiva y más cara que la cocaína costando un gramo entre 60 € y 100 €. Por eso, se le conoce como la "droga de los ricos". Cada gramo es único y cada fabricante le da "su toque". En ocasiones, contiene sustancias opioides, benzodiacepinas y, a veces, fentanilo farmacéutico que, cuando se mezcla con alcohol puede ser potencialmente mortal. En España, ya se conoce un caso en el que su consumo no ha tenido buen final. Se trata de un joven de 14 años que ha muerto al mezclar el tusi con una bebida energética.
El tusi se puede consumir esnifado, mezclado en bebidas, en pastillas, inhalado o fumado. Tarda unos 20 minutos en hacer efecto y suele durar entre 4 y 8 horas que suele ser euforia, desinhibición para relacionarse con los demás, impulsividad, sensación de tener más fuerza e insomnio, consecuencia del nerviosismo y la excitación que provoca el altísimo nivel de hormonas del estrés.
Tiene unos efectos alucinógenos que, a su vez, alteran la percepción sensorial, así como también euforia que pueden derivar en ataques de pánico, crisis de ansiedad y depresión. En los casos más extremos, se han presentado diagnósticos de convulsiones y problemas de corazón repentino que se pueden agravar, si el consumo de tusi es continuado, desarrollando hipertensión y arritmias, aumentando el riesgo de angina de pecho, infartos e ictus. La cocaína rosa también puede llegar a provocar un fallo multiorgánico y enfermedades mentales.
El problema del consumo de esta sustancia es que cuando el 2C-B se adapta al tusi, sufre una transformación que aumenta notablemente los efectos que produce su consumo. En este sentido, la ketamina es un anestésico que utilizan los veterinarios y, combinado con otros elementos, multiplica sus efectos produciendo un aumento de la presión arterial y de la frecuencia cardíaca. Esto puede suponer un peligro exponencial en personas que sean propensas a enfermedades cardiovasculares.
Por otra parte, el MDMA tiene efectos estimulantes y alucinógenos con los que se aumenta considerablemente la temperatura corporal, llegando a rozar la deshidratación, si la persona se encuentra en ambientes muy cálidos. Y la cafeína, aparentemente, no tiene efectos nocivos para la salud, pero que mezclada con la ketamina y el MDMA produce una hiperestimulación cardiovascular que va desde palpitaciones y ansiedad, hasta crisis hipertensivas y arritmias graves.
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