Fe en el Campo de la Verdad por la salida de su Nazareno
Lunes Santo · Vera Cruz
Nuestro Señor de los Reyes y María Santísima del Dulce Nombre caminan hacia la Mezquita bajo un sol radiante.
NO sólo de Casco Histórico vive el hombre. Y mucho menos en Semana Santa. Los barrios de las zonas más alejadas del centro cuentan con numerosas hermandades que llena la Semana Santa de tradición y devoción. Y por esto, fieles a su cita, los vecinos del Campo de la Verdad se arremolinaron ayer en torno al paseo del Cristo del Descendimiento para recibir la salida de los titulares de la hermandad de la Vera Cruz. Uno de los portones de la parroquia de San José y Espíritu Santo se abrió a las 17:00 para que la primera Cruz de Guía de este templo pisara la cuesta que lleva a la gloria del Lunes Santo. Y fue la primera, pero no la última. Junto al local de resguardo de Nuestro Señor de los Reyes y María Santísima del Dulce Nombre en sus Dolores Gloriosos se encuentran los pasos de la hermandad del Descendimiento, que el Viernes Santo realizarán su propia estación de penitencia. Y aunque aún queden unos días para verlos desfilar por las calles, el Cristo del Descendimiento y la Virgen del Buen Fin protagonizaron uno de los momentos más señalados del Lunes Santo. Los titulares de la Vera Cruz desviaron su camino para virar a la derecha y saludar a su cofradía hermana, a su hermandad vecina.
Tras el saludo cofrade, el nazareno del Campo de la Verdad cargó con su cruz sobre un suelo de claveles para encarar su recorrido al son de la marcha Amor de Madre interpretada por la banda de música Nuestra Señora de la Merced de El Viso del Alcor (Sevilla). No eran pocos los que corrían para ver al titular de la Vera Cruz por la Subida del Puente, a pesar de que el sol se cernía con fuerza a esas horas de la tarde.
El mármol rosa del Puente Romano servía así de preludio a penitentes y costaleros que al cruzar el arco ya se sentían un poco más lejos de casa pero que aún tenían por delante un recorrido que les llevaría hasta la Mezquita-Catedral. El Santísimo acogió a la primera de las hermandades en realizar estación de penitencia, seguida más tarde de la Sentencia y el Vía Crucis.
Y a pesar de que la Semana Santa es Tradición, no todo fue como otros años. Tanto el paso de Cristo como el de Palio de la hermandad de la Vera Cruz fueron escoltados por primera vez por miembros de la Guardia Civil. Además, el resultado de la fusión de esta cofradía con su homónima de Málaga fue la incorporación de varios nazarenos de esta última hermandad. Así, entre los cubrerrostros rojo sangre de los nazarenos de la Vera Cruz del Campo de la Verdad sobresalían unos capirotes verde intenso que despertaban las dudas entre los que esperaban el paso de los sagrados titulares.
El caminar tranquilo del Nazareno sobre un paso alto tallado en madera oscura y con acabados de plata se adentró en la Judería seguido por su madre para subir hasta carrera oficial y volver de nuevo al barrio, al sur, al calor de sus vecinos, donde se encerró pasadas las 00:00.
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