Jueves Santo en Lucena: Esplendor en una jornada con 11 pasos en la calle y una fe inmensa

Semana Santa en la provincia de Córdoba

El Cristo de la Sangre, en el Jueves Santo de Lucena.
El Cristo de la Sangre, en el Jueves Santo de Lucena. / Jesús Cañete

La madrugada de respeto, recogimiento y reflexión ante el Cristo del Silencio alumbra el renacimiento de un Jueves Santo rebosante de pulsión santera y presencia cofradiera. Un total de 11 pasos procesionales y seis cofradías componen la jornada más nutrida de la Semana Santa de Lucena. Las campanas y los toques de trompeta de duelo y los tambores enlutados del Crucificado de la Salud y Misericordia apagan la noche.

En el mediodía, desde el templo de San Mateo Apóstol, Herodes escenifica su desprecio, entre hachos de cera azul cobalto, a Nuestro Padre Jesús de la Caridad.

La tarde lucentina del Jueves Santo reluce imparable. La ermita de Dios Padre proclama una Santa Fe y representa el Sagrado Lavatorio de Jesús antes de convertirlo en preso. Desde la calle El Agua, este primer día del triduo pascual se adentra en su núcleo predilecto: el Llanete de Santiago.

Nuestro Padre Jesús de la Columna, colosal ejemplo de la imaginería andaluza, vuelve a rebelarse en las calles de Lucena, delante de la Virgen de la Paz y Esperanza, contra su injusta condena. Es santería de Lucena en su máximo significado.

Con Nuestro Padre Jesús Caído y María Santísima de la Salud, los presagios se tornan certeza, y a medianoche las campanas de la parroquia de Santiago tañerán de luto por la muerte del Señor.

Antes, a las nueve de la noche parte desde Santo Domingo la Cofradía de la Sangre, con un Cristo que se eleva sobre un monte de claveles de rojo sangre. La Virgen del Mayor Dolor estrena este año dos rosarios y broche.

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