“El pregón será el anuncio de la Semana Santa en la calle que anhelamos vivir”
Rafael Fernández Criado | Pregonero de la Semana Santa de Córdoba 2022
Es consciente de que su intervención es de las más esperadas e históricas de la Semana de Pasión después de que la pandemia impidiera que pudiera pronunciarla hace dos años
Rafael Fernández Criado es una de esas personas que son sinónimo de Semana Santa en Córdoba. Aunque fundamentalmente es conocido por su labor como reportero del programa de Canal Sur Radio Paso a paso y creador del espacio La Taberna, no son menos sus méritos como músico, escritor y orador. En su curriculum semanasantero destacan por ejemplo, su exaltación por el XXV Aniversario de la Bendición de la Virgen de la Estrella, la publicación de los libros Kofrade y Vocabulario Cofradiero, su participación en el Coro de Ópera de Córdoba, además de la dirección del Coro de su Hermandad de la Soledad, y diversas composiciones musicales a los titulares de las hermandades de la Estrella, El Caído, El Prendimiento, El Rescatado y la propia Soledad.
–Si le pregunto quién es Rafael Fernández Criado... ¿qué me contesta?
–Pues le contesto que es un cofrade que ama la Semana Santa desde pequeño, sobre todo gracias a la Hermandad del Rescatado. Me llevaban mis padres los viernes de Cuaresma a la capilla del Rescatado y ese fue el comienzo de mi pasión por la Semana Santa; salir el Domingo de Ramos acompañando al Rescatado y vivir esa experiencia con la familia eran momentos únicos.
–Un amor a la Semana Santa al que también ha contribuido la Hermandad de la Soledad.
–La Hermandad de la Soledad es la etapa de mi juventud cofrade. La familia nos cambiamos de domicilio y me integré en la cofradía del barrio de Santiago, una de ellas, que era la Hermandad de la Soledad y ahí viví otra forma distinta de ser cofrade, mucho más activa. Era una cofradía innovadora en muchos aspectos y la verdad es que viví acontecimientos en la Soledad que recuerdo con mucho agrado.
–Este año es especial para la Soledad, que va a salir por primera vez de su nueva sede canónica, la iglesia franciscana de Guadalupe. Supongo que será bueno para la cofradía haberse cambiado desde Santiago a Levante.
–Los hechos están demostrando que fue un acierto el traslado a la parroquia de Guadalupe. El barrio de Levante está entusiasmado con la llegada de la cofradía, lo que se ha traducido en un incremento de hermanos, y la hermandad está muy contenta con ese traslado. Yo creo que era necesario para que la hermandad siguiera creciendo en sus proyectos, una hermandad que ha sido siempre inquieta y necesita también un barrio que la pueda apoyar; eso sí, siempre desde el agradecimiento y el recuerdo de sus años pasados en Santiago, que siempre quedarán ahí en el recuerdo de la cofradía.
–Hablemos de su pregón. ¿Es consciente de que es uno de los más esperados?
–La verdad es que yo en ningún momento me imaginé pasar a la historia de la Semana Santa de Córdoba sin llegar a pronunciar el pregón siquiera. Las circunstancias han sido tan impredecibles que cuando recibí la llamada allá por el mes de octubre de 2019 de Francisco Gómez Sanmiguel, quien en aquel momento era presidente de la Agrupación de Hermandades y Cofradías de Córdoba, proponiéndomelo, quién se iba a imaginar lo que iba a suceder después con la pandemia. Por lo tanto estoy de acuerdo con usted en que este pregón es un pregón histórico, un pregón deseado, y más que un pregón, es el anuncio, la esperanza de una Semana Santa en la calle que anhelamos vivir, volver a disfrutar. Es el pregón de la ilusión y de la emoción.
–¿Cómo va a ser?
–El pregón va a ser un mensaje de esperanza para que de nuevo esta primavera se convierta un poco en el renacer de la Semana Santa a pesar de que estamos viviendo momentos complicados por otro virus incluso más peligroso, que es el de un dictador que decide ocupar un país soberano; eso es algo más peligroso que el coronavirus.
–¿El cofrade nace o se hace?
–Creo que hay ejemplos de los dos casos. En mi caso nací, nací en una familia cofrade y eso lógicamente marca muchísimo y te facilita un poquito el aprendizaje cofrade. Pero hay gente que se ha hecho cofrade en la juventud, incluso en una edad mucho más madura; y son muy buenos cofrades. No tiene por qué ser un condicionante la edad en este caso.
–¿Qué ha ganado la Semana Santa de Córdoba con el traslado de la carrera oficial al entorno de la Mezquita-Catedral?
–Ha ganado identidad sobre todo. Una estación de penitencia significa cumplir un objetivo común todas las cofradías, que en este caso es hacer penitencia ante el santísimo o ante la cruz guiona el Viernes Santo. Por lo tanto, creo que la Semana Santa, aparte de desarrollarse en un entorno histórico y artístico inigualable, lo que consigue fundamentalmente es tener una identidad propia.
–¿Cómo ve la salud de las cofradías de Córdoba?
–Espero y deseo que de esta pandemia tanto las cofradías como el cofrade salgan fortalecidos. En el pregón que empecé a preparar para la Semana Santa de 2020 consideraba que las cofradías deberían tener un momento de pausa, de parada y de reflexión para darse cuenta de lo que realmente es importante. Que se den cuenta de que lo realmente importante es rendir culto a sus imágenes y, sobre todo, estar pendientes de su entorno, de las necesidades que puedan tener los hermanos de la propia cofradía, los miembros de la propia feligresía y estar atentos a ellas. La salida penitencial es un adorno, pero no es lo fundamental.
–¿Qué es lo que más le gusta de la Semana Santa de Córdoba?
–Es complicado decir lo que más me gusta. También lo voy a reflejar en el pregón para que quede un poco patente. Yo soy un cofrade de barrio, me encanta cómo acogen a sus cofradías, esa forma de expresarlo de manera abierta, sencilla, como lo hace el Campo de la Verdad, el barrio de Santiago o la Huerta de la Reina. Yo disfruto mucho con las cofradías de barrio, aunque por supuesto también me encanta ver una cofradía de silencio, como la Buena Muerte, o a Jesús Nazareno por las calles de Córdoba. Fundamentalmente, en este aspecto soy más de blanco que de negro en este caso.
–¿Y lo que menos le gusta?
–Es complicado decirle que algo no me guste de la Semana Santa, puede haber detalles como, por ejemplo, que no me gusta ver las calles llenas de cáscaras de pipas, esa mala educación no me gusta, y ese bullicio que hay ajeno un poco a la Semana Santa tampoco. Ver a alguien con un cubata en la mano contemplando el paso de las cofradías me parece una falta de respeto, pero, claro, estamos hablando de un espectáculo de masas y hay muchas personas que se acercan a contemplarlo sin entender cuál es el sentido de la Semana Santa.
–¿Y del día a día de las cofradías?
–Pues que hay cofrades que no saben realmente el por qué se está en una cofradía. En una cofradía se está fundamentalmente, y se fundaron las cofradías en el siglo XVI, para rendir culto a las imágenes y tener un trabajo fundamental en su parroquia y en su feligresía. Y hay cofrades que aparecen en cuaresma, algo muy tradicional, para cualquier ensayo de costaleros o para luego sacar su túnica de nazareno, y cuando acaba la Semana Santa prácticamente se despiden de su cofradía. Las cofradías deberían formar a esos hermanos en el verdadero sentido de lo que significa pertenecer a ellos.
–Sí, porque estará conmigo en que las cofradías son mucho más que sacar imágenes a la calle.
–Cierto, las cofradías son muchísimo más que sacar imágenes a la calle. La esencia está en que una cofradía antes que una cofradía tiene que ser una hermandad y el trabajo de una hermandad es un trabajo de rendirle culto a sus imágenes, lógicamente, pero esas advocaciones hay que hacerlas llevar fundamentalmente a la feligresía. Una cofradía está en una feligresía concreta para poder trabajar en las necesidades que tengan, a través de su parroquia, los feligreses. Sobre todo estamos hablando de cofradías que están en barrios de la periferia, donde las necesidades son mayores, y que sin duda tienen que aportar mucho más, y de hecho los están haciendo ahora con un incremento en los últimos años de su acción social. Se han dado cuenta de que gran parte de su presupuesto hay que destinarlo a lo que es realmente fundamental, que es ayudar a los demás. Ese es el objetivo fundamental.
–¿Es consciente la sociedad de lo que le aportan las cofradías?
–Es posible que no. Yo creo que en parte tienen culpa las propias cofradías por no darle publicidad a lo que aportan o ayudan a su entorno, con proyectos incluso fuera de España, que tienen muchas de ellas, en misiones importantes. A eso no hay que darle publicidad.
–¿Por qué en Córdoba es tan difícil que haya Madrugada?
–El tema de la Madrugada es un tema complejo porque hubo un intento por parte de varias cofradías de hacerla realidad, La Merced y el Nazareno, entre ellas, y la verdad que es que curiosamente se pusieron dificultades hasta desde dentro de la propia Agrupación de Cofradías en aquella época. Hay una especie de pánico a la Madrugada cuando es el momento más brillante curiosamente en cualquier pueblo de la provincia, no solo de Córdoba, sino de toda Andalucía. Yo espero y deseo que desde esta propia Agrupación se pueda montar una comisión para plantear una Madrugada del Viernes Santo que con el tiempo se consolide. Yo creo que es importante que ese momento esté cubierto en la Semana Santa de Córdoba .
–En Córdoba hay muchas prohermandades esperando incorporarse a la carrera oficial tras ser hermandades, ¿cree que ha sitio en la Semana Santa para todas?
–Sí, de hecho esas prohermandades están trabajando en barrios en los que no hay ninguna cofradía en su feligresía y lo hacen con muchísima ilusión, demostrando que están avanzando. Pongo los ejemplos de las prohermandades de Cañero y del Parque Figueroa. Lo importante es que tengan un proyecto sólido para que crezcan, con una base importante, que puedan perdurar en el tiempo y conformen un grupo amplio y numeroso de hermanos.
–De todo el tiempo como reportero del programa de Semana Santa e Canal Sur Radio ‘Paso a paso’, ¿con qué vivencias se queda?
–Para mí lo fundamental de estos 20 años de Paso a paso es el contacto con la gente. Me encanta poder llevarle al oyente lo que siente la gente cuando ve un paso en la calle, gente que expresa lo que su corazón le dicta en ese momento. Estoy deseando poder contarlo en la Semana Santa de 2022 y que esa expresión sea una especie de desahogo por estos dos años tan complicados y tan difíciles que hemos vivido. Vamos a recordar esos hogares y, sobre todo, esas residencias y esos hospitales en los que la pandemia ha dejado sufrimiento.
–Dígame tres momentos de la Semana Santa de Córdoba con los que se queda.
–Con el Domingo de Ramos, por ser el primer día y ya se me está poniendo la carne de gallina de pensar cuando vuelva a escuchar la marcha real en el momento en el que el Señor de la Entrada Triunfal se coloque a las puertas San Lorenzo. Y sobre todo, insisto, va a ser un momento de recuerdo, de tanto sufrimiento. No nos vamos a olvidar en ningún momento de la gente que ha sufrido y que no va a estar con nosotros esta Semana Santa. Otro momento será cuando forme parte de la estación de penitencia de la Hermandad de la Soledad; voy a tener la suerte de vivir ese momento histórico de la cofradía saliendo el Viernes Santo de su nueva parroquia de Guadalupe. Y el tercero, volver a coger el micrófono y acercarme a la gente y que me cuenten, se emocionen, que piropeen a los titulares y que vivamos una Semana Santa feliz y radiante cada uno desde su visión, desde su punto de vista, pero que sea un momento de encuentro y que sea un resurgir de la vida de nuevo.
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