La banda del Cristo, con la música en el corazón desde La Rambla
La rambleña Agrupación Musical Santísimo Cristo de la Expiración cumple 40 años y uno de sus componentes cuenta su historia desde el confinamiento obligado por el covid-19

Corría el año 1980 cuando nuestro querido Manuel Marín (padre) decide formar la Agrupación Musical Santísimo Cristo de La Expiración. El coste económico y la dificultad que conllevaba buscar una formación musical para la estación de penitencia de nuestra hermandad, en la noche del Viernes Santo rambleño, dieron pie a lo que hoy día somos.
La popularmente conocida como la banda del Cristo nació en el seno de una cofradía humilde y con un puñado de chiquillos, en el coro de nuestra sede canónica, el convento de los trinitarios, desde donde se empezó a forjar la historia de esta formación.
Muchos fueron los lugares que nos acogieron durante estos 40 años de vida, entre ellos y sin desmerecer a los demás, toca destacar algunos, como por ejemplo las naves de cerámica, la plaza del Convento o nuestro actual local de ensayo. De todos ellos guardamos gratos recuerdos, anécdotas imborrables y, sobre todo, muchas noches de música interpretada desde el corazón.
Tras nuestros primeros años, toma el mando Antonio Marín, hijo de nuestro fundador y una de las piezas más importantes que hoy día nos mantiene con vida; director ejemplar, buen compañero, fiel amigo, gran músico... Son palabras que definen el carácter de este buen hombre.
Antonio es la persona que impulso el verdadero crecimiento de esta formación y, bajo su dirección musical, la banda del Cristo paseó el nombre de La Rambla y nuestro Santísimo Cristo de La Expiración por toda la geografía andaluza. Con él llega nuestra primera época dorada, grandes actuaciones, importantes contratos y la culminación de varios trabajos discográficos son el legado que Antonio deja entre nosotros.
Una dolorosa noticia, en una mañana de Cuaresma de un 25 de febrero de 2010, hace temblar los cimientos, en el año de nuestro 30 aniversario. A pocos días, para una nueva Semana Santa toma el mando Manuel Marín (hijo). Son momentos difíciles y complicados para nosotros, pero no quedaba otra, la historia continuaba y quién mejor que alguien que lo conocía, mejor que nadie, para continuar con su legado. El principal objetivo de esta formación en sus primeros años al frente no fue otro que reflejar todo su trabajo, finalizando su último proyecto, nuestro tercer trabajo discográfico.
No fueron años fáciles para esta formación, como todo en la vida. Existen momentos buenos y no tan buenos. Para intentar recuperar la ilusión, se producen algunos cambios, se crea una junta directiva y se decide la contratación de un director musical externo a esta formación. El principal y único objetivo es continuar con una línea de trabajo, similar a la llevada hasta ahora, con el mismo estilo que ha caracterizado a esta formación durante toda su historia.
Pasan los años y la formación empieza a recuperarse del varapalo sufrido. Sin lugar a dudas, uno de los motivos para esta recuperación es la decisión en junta directiva de que la formación musical sea dirigida, de nuevo, por uno de los nuestros, uno de los de toda la vida, Emilio Sánchez. Junto a él, y no menos importante en estos momentos por su trayectoria profesional, por los lazos que nos unieron, nos unen y nos unirán, Pedro Manuel Pacheco Palomo, afamado compositor y director musical de la banda de Nuestra Señora de La Victoria, Las Cigarreras (Sevilla).
Emilio y Pedro, Pedro y Emilio son un equipo difícil de igualar. Juntos capitanean a esta banda trinitaria para volver a hacerlos soñar a todos y cada uno de ellos. Gracias a estas dos personas está resurgiendo una nueva época dorada: el nivel musical, la calidad de nuestras composiciones y el compromiso humano están devolviendo a nuestra formación al lugar que merece.
Recuerdan que les he dicho 40 años. Pues sí, en este 2020 la Agrupación Musical Santísimo Cristo de la Expiración cumple 40 años, siendo una de las formaciones musicales más antiguas de Andalucía. Y claro está, que después de lo vivido, no queríamos dejarlo pasar por alto.
Como todos vosotros ya sabrán, una pandemia sin precedentes está azotando al mundo y nos está privando de muchísimas cosas. Ni en el peor de nuestros sueños, para la celebración de este aniversario, contemplábamos un escenario igual, pero esta es la realidad y debemos de asumirla.
Ojalá esta situación nos convierta en mejores personas y nos enseñe a valorar lo verdaderamente importante de la vida. Ojalá despertemos pronto de esta terrible pesadilla. Pero, hasta entonces, permítannos decirles que para nuestro 40 aniversario nuestro mejor regalo serían la salud, la fe y el amor para todos vosotros.
Para despedirme, en este Viernes Santo inédito, me gustaría agradecer a todos los componentes de la banda del Cristo el amor que le procesan a la misma, así como también a sus familias por dejarles escribir nuestra historia en el corazón de quien nos ama.
40 años son, escuchando expiración,
40 años son, de música y pasión,
40 años son, de sacrificio y tesón,
40 años son, con La Rambla en el corazón.
40 años son, de una devoción,
40 años son, de semanas de ilusión,
40 años son, tras tu clavel rojo pasión,
40 años son, con el señor en el corazón.
40 años son, con ausencias aún sin comprensión,
40 años son, con los nuestros en ese balcón,
40 años son, de miradas y lamentación,
40 años son, pero siempre en nuestro corazón.
40 años son, de jóvenes con fascinación,
40 años son, de la familia expiración,
40 años son, de este amor sin distensión,
40 años son, con la música en el corazón.
Que nuestra fe y nuestra música se conviertan en vida y salud para los enfermos
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