El Carmen de San Cayetano de Córdoba y sus 25 años bajo palio: "Un impulso distinto y totalmente nuevo"
Cofradías
El Padre Juan Dobado, que realizará este sábado el pregón por este efeméride tan especial, recuerda que "solo fue cuestión de reactivar" una corporación que "no estaba dividida"
El besamanos de 1994, la primera salida procesional en el 2000 o la coronación de 2012, fechas importantes de una etapa escrita con letras de oro
Las mejores fotos de la exposición del 25 aniversario del Carmen de San Cayetano de Córdoba
Córdoba/La archicofradía del Carmen de San Cayetano arranca este domingo la novena a su titular, que finalizará el lunes 15 de julio -el 12 la presidirá el obispo Demetrio Fernández-. Además, los días 12, 13 y 14 se celebrará el besamanos y, para su festividad, el 16 se llevará a cabo la salutación, la función solemne y la salida procesional por las calles de Córdoba, un acto que cobra una enorme importancia porque se cumplen 25 años de la primera vez que lo hizo bajo palio. Un aniversario que supuso un antes y un después en la historia de la Emperatriz Cordobesa y que fue recordado durante el pasado mes de junio por la corporación carmelita a través de una exposición.
La devoción a Nuestra Señora del Carmen en Córdoba tiene sus raíces en 1586, con la llegada de los Carmelitas Descalzos de la mano del mismo San Juan de la Cruz y de su establecimiento en la antigua ermita de San Roque, junto a la Catedral. Además, hay que destacar también que la archicofradía del Carmen se funda en torno a 1613, cuando los religiosos se trasladaron a su ubicación definitiva, la actual iglesia conventual de San José (San Cayetano).
Tal y como informa la propia corporación carmelita, llama la atención la vinculación que prestigiosos títulos nobiliarios de Córdoba tienen con la archicofradía, según los datos conservados en el Archivo Conventual de San José. Sin embargo, la historia reciente de la corporación carmelita parte del año 1999, cuando se aprueban sus actuales estatutos, pasando a formar parte de la Agrupación de Hermandades y Cofradías de Córdoba en 2002. Ahí arranca una etapa que está escrita con letras de oro, con la coronación en 2012 como punto culmen.
El Padre Juan Dobado, que realizará este próximo sábado el pregón extraordinario del 25 aniversario de la primera salida procesional bajo palio, es una de las personas claves en los pasos dados a finales del siglo XX. Es un gran experto de la iconografía carmelita y actualmente es el prior del convento del Santo Ángel de Sevilla, aunque antes fue ordenado en el convento de San Cayetano por el obispo Infantes Florido. Comisario de exposiciones en Córdoba y Sevilla, también fue pregonero de las glorias en 2005 y el director artístico de la coronación canónica de 2012.
Con motivo del 25 aniversario, el Día recuerda unos momentos claves de la historia de la archicofradía del Carmen de San Cayetano. Además, lo hace de la mano del Padre Juan Dobado, que atendió la llamada de este periódico para recordar los momentos iniciales, en los que recuerda "varias coincidencias". "Lo importante es que estábamos un grupo de frailes nuevos en la comunidad de San Cayetano, una comunidad que vivía muy volcada en su parte educativa en el colegio de El Carmen. Sin embargo, desde que nosotros llegamos, observamos que la Virgen del Carmen tenía sus cultos y celebraba sus novenas en julio, con la Virgen en el camarín sin nada más", explica.
"Eran personas mayores que subían y me sorprendía que el día del Carmen había misas por la mañana, a las ocho, nueve y diez, y todavía las hay, y también por la tarde. Yo también soy muy investigador, veíamos que la Virgen había salido y que te lo contaban las personas: Hace 15 o 20 años que la Virgen salía y tenía una procesión preciosa", relata el Padre Juan Dobado sobre los momentos iniciales.
"La cosa es que se dan varias circunstancias y, en verano de 1994, se organizó el primer besamanos. Eso fue un ave fénix que de momento resurgió cuando lo anunciamos. Su manto y su capa, que estaba enrollada en una habitación del convento; sus hábitos bordados, su ajuar, sus coronas, todo estaba guardado. Se anunció un poco de forma precaria en ese momento porque no había el internet que hay ahora", recuerda sobre un acto que fue el inicio de todo.
"Aquello fue como un correr como la pólvora, que la Virgen está luciendo sus galas, tal y como salía, todo eso propició que se reorganizase la archicofradía, el colegio se involucró, las personas mayores que eran hermanas y es que la cofradía no se había dividido, solo había que organizarlo y darle un impulso", reconoce el Padre Juan Dobado. Además, comenta que todo ello se hizo "desde muchos frentes". "La Orden Tercera, que eran muchas hermanas las que había, pero entró de lleno el colegio, el Ampa, los antiguos alumnos y mucha gente del mundo cofrade cordobés y que desde el principio mostraron interés", apunta.
También detalla que "lo que hicimos fue pensarlo bien. Estamos en el 95 y vamos poco a poco. Primero salió el Niño de Praga en el 97, si no recuerdo mal, pero tiramos para adelante y a empezar a restaurar. Vimos que su paso estaba obsoleto, el que le regaló la Condesa de Cañete, un paso de madera de tipo nogal, que era de otra época y estaba allí en el convento. Entonces decidimos darle un impulso distinto, lo pensamos y vimos que otras Vírgenes del Carmen salen bajo palio, como la de Cádiz, San Fernando, Rute, Palenciana… ¿Por qué no la sacamos bajo palio? Era una cosa totalmente nueva y que requería mucho más gasto económico, porque es una cosa más seria", recuerda el Padre Juan Dobado.
"Al principio salió de una manera más sencilla, con un palio que le hizo Pérez Artés, el primero que tuvo de tisú dorado", aclara el prior del convento del Santo Ángel de Sevilla. "Quisimos que saliera de la mejor forma posible, pero conservaba su ajuar, que era lo más importante, sus joyas y todo. Además, el Caído prestó la candelería y la Sangre, los varales con la ayuda de Ricardo", comenta.
El 16 julio del 2000 marca un antes y un después en la archicofradía del Carmen. El Padre Juan Dobado recuerda que se pusieron "el año jubilar del 2000 como meta". "Trabajamos cuatro o cinco años y primero restauramos a la Virgen. Se conservaba magníficamente porque Martínez Cerrillo le haría solo una pequeña restauración de algún desperfecto, pero la Virgen conservaba su policromía original", explica.
También recuerda "incluso la visita al taller de Romero Zafra cuando yo estaba dando clase. Me llama con toda la ilusión y me dice: cuando termines la clase te esperamos porque la policromía está perfecta. Fue una experiencia muy bonita de que conservase la policromía. Además, recuerdo que cuando se llevó a restaurar nunca se había tocado de interior". De hecho, comenta Dobado que "la Virgen conservaba sus corpiños originales de varillas del siglo XVIII, como un corsé en la cintura que fue una verdadera maravilla porque nunca le quitamos todo".
"Era sorprendente como la Virgen se conservaba en su interior, tan original. Se restauraron las coronas, que lo hizo Paco Díaz Roncero; y bueno era todo una puesta a punto, ver la capa, los hábitos, preparar incluso la salida de la iglesia, las rejas de la iglesia si molestaban o no molestaban. Eran muchas cosas, pero aparte fue la implicación de la comunidad educativa", explica el padre Juan Dobado.
También señala que querían que "en el colegio se identificaran con ella, que era su Virgen, que los niños tenían su misa allí delante de ella. Todo ha sido un resultado tan bonito, ya que ahora los niños cuando llegan en preescolar con 3 años aprenden su himno. Todas las generaciones desde entonces han aprendido ese himno".
En definitiva, el Padre Juan Dobado recuerda que lo que notaron es que "esto era como los braseros antiguos de picón, que se le daba un poquito para remover y aquello empezó a prender y a trabajar de una manera que todos los proyectos se hicieron realidad". "Ese paso de palio, se hicieron de momento los respiraderos de plata, la candelería de plata, se hizo todo siendo una hermandad de gloria y se convierte en el primer paso de Córdoba hecho en plata. Fue una cosa muy sorprendente de cómo se volcó todo el mundo, se hicieron muchas cosas y muchas rifas", apunta.
Un papel clave también es que "no hubo ninguna voz discordante, no hubo ninguna cosa en contra". Además, recuerda que fue el impulso necesario por "el número de hermanos, el trabajo, y que es una hermandad que tiene mucha actividad, muchos cultos". "Una hermandad que de manera silenciosa lleva montando altar del Corpus 25 años y que, salvo Ánimas y pocas más, tenga esa perseverancia", explica.
"Van sumando poco a poco, trabajando siempre y haciendo su aportación y la Orden está feliz", reconoce. Además, volviendo al inicio de todo, el Padre Juan Dobado tenía claro que "esto sabíamos que saldría bien, que era cuestión de volver a reactivarla y los frailes nunca tuvimos duda". "Todo el mundo estuvo colaborando, en sus besamanos, que tuvo un premio reciente de mejores montajes, la primera vez que se le da a una hermandad de gloria", señala con orgullo.
Otro dato importante es que la Virgen del Carmen de San Cayetano es "conocida fuera de Córdoba". "El Carmen de San Cayetano es una perla. Eso es lo que se oye fuera, en Antequera, en Málaga, en Cádiz, como algo como exquisito y trabajado. Ya ves que en una ciudad como es Sevilla te alaben, no es habitual", comenta sobre el buen hacer de una corporación que tuvo su punto clave en 2012 con la coronación.
Sobre ese gran momento para la archicofradía, el Padre Juan Dobado recuerda que "el palio se termina para ese año, salvo los faldones laterales que se terminaron después". "En 2000 estrenó poco, pero en diez u once años se llevó acabo todo. El poder tener el taller de bordado de mujeres hizo que se pudiera trabajar muy bien", relata una de las personas que han sido clave en el devenir de una cofradía que vivirá un día grande este próximo 16 de julio, fecha en la que se conmemorará el 25 aniversario de la Emperatriz Cordobesa bajo palio.
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