Córdoba retoma el pulso cofrade con un mal ladrón singular para la Conversión
Cofradías
La hermandad iba a procesionar por primera vez por carrera oficial en la Semana Santa de este año
Córdoba ha retomado este domingo su pulso cofrade, frustrado por la suspensión de la Semana Santa, con la presentación de la imagen de Gestas, un mal ladrón singular porque va a la derecha en vez de a la izquierda del Cristo de la Conversión, en contra de cómo lo representa la iconografía.
Esto es así porque en el 2014 la entonces pro-hermandad que tenía como titular a un crucificado de Juan de Ávalos, una de las referencias de la escultura española del siglo XX, decidió reemplazarla y le encargó una imagen al imaginero de Puente Genil Pedro García Velasco, con la condición de que la figura conservase la cabeza yacente hacia el lado izquierdo, como lo dispuso el escultor extremeño en 1944.
El hermano mayor de la hoy ya Hermandad y Cofradía de Nazarenos del Santísimo Cristo de la Oración y la Caridad en la Conversión del Buen Ladrón, María Santísima de Salud y Consuelo y Nuestra Señora del Rosario, Rafael Dorado, recuerda, en una conversación con Efe, que el Cristo de la Oración y la Caridad de Juan de Ávalos es propiedad de un particular, al igual que la iglesia donde se venera, la de Nuestra Señora del Rosario.
Cuando se optó por restaurar la deteriorada imagen, esculpida por Ávalos para la Sociedad Española de Construcciones Electromecánicas (Secem), de donde procede el barrio y la propia iglesia, pidió su donación, a lo que el propietario se negó. Ante el alto coste de la intervención y "la incertidumbre" de restaurar una imagen que no era de su propiedad, se decidió encargar una nueva figura.
Por ello, cuando más tarde se esculpió a Dimas, y ahora a Gestas, la composición del paso para hacer estación de penitencia hace que el buen ladrón esté a la izquierda de Cristo y el malo a la derecha, en contra de la tradición de la imaginera desde que Martínez Montañez y Juan de Mesa definieron los crucificados de la Sevilla del siglo XVII.
"En los Evangelios no se especifica el lugar que ocupó el buen ladrón en el Monte Calvario, por lo que la hermandad vio oportuno homenajear al Cristo de Ávalos con este giro de cabeza", señala a Efe García Velasco, que ha presentado la figura de Gestas, que cierra el paso de misterio, que debió salir por primera vez por la carrera oficial el pasado Viernes Santo, estreno que impidió la crisis sanitaria.
El autor del grupo escultórico de la Conversación no descarta que la especificidad fuese un guiño de Ávalos al carácter obrero del barrio al que iba destinada la imagen y a sus antecedentes republicanos.
Electromecánicas
A la barriada de la Electromecánicas, un núcleo surgido alrededor de la producción de cobre, Juan de Ávalos llegó en 1938 tras ser herido de gravedad en Jaén, donde combatía en el ejército sublevado, pese a lo que en 1942 fue inhabilitado para "el ejercicio de cargos directivos y de confianza en instituciones culturales y de enseñanza", según recoge la resolución de su expediente de depuración publicado en el Boletín Oficial del Estado, al ser considerado colaborador con las instituciones republicanas.
Conforme a la biografía publicada en la web de la fundación que lleva su nombre, trabajó en la Constructora Nacional de Maquinaria Eléctrica, en Córdoba, como dibujante de motores y piezas, y después en Madrid, como jefe de publicidad.
García Velasco, profesor de Artes Plásticas y Diseño en la especialidad de Volumen en la Escuela de Arte Dionisio Ortiz de Córdoba, debía entregar el 11 de abril pasado la imagen del mal ladrón, aunque el estado de alarma privó del acto al barrio y ha hecho que la figura permanezca en su taller hasta ahora.
"La talla del mal ladrón culmina la parte principal del grupo escultórico del paso de misterio", refiere el escultor, que se inició en 2014 con el encargo del Cristo, entregado en febrero de 2016, siguió con la imagen del buen ladrón, Dimas, el año pasado, y que se cierra ahora, con la de Gestas.
Para esta talla, se ha documentado en textos canónicos, en los evangelios apócrifos y en fuentes que determinan el modo de crucifixión, como las excavaciones de Givat HaMivtar, en Jerusalén.
La idea ha pasado del papel al barro en escala reducida y, finalmente, a la talla en madera de cedro policromado al óleo, en un proceso creativo en el que el escultor, según comenta, contó con la colaboración de profesionales para el estudio anatómico y de movimiento y con modelos del natural, "tratando de expresar el mayor naturalismo posible y teniendo en cuenta que el ladrón malo siempre se ha representado con una edad más avanzada que el bueno y con un tipo anatómico alejado del ideal de belleza".
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