El dulce sabor del fervor y la devoción

Lunes Santo · La Estrella

Los vecinos de Huerta la Reina disfrutan del cortejo de la Estrella después de que el pasado año la lluvia frustara su salida.

Paso de misterio a la altura de Colón.
Paso de misterio a la altura de Colón.
Gema N. Jiménez

15 de abril 2014 - 01:00

CADA Lunes Santo los vecinos de Huerta la Reina tienen una cita ineludible. El punto de encuentro está en la calle Joaquín Sama Naharro. Todos acuden bien equipados. Botella de agua en una mano y en la otra la típica bolsa de pipas. Conseguir un sitio en la sombra se convierte en el reto más deseado. En las caras de todos se refleja esa sonrisa nerviosa que aparece momentos antes de que se abra el portón de la parroquia de San Francisco donde se encuentra Jesús de la Redención y Nuestra Señora de la Estrella.

A los más tardones no les queda otra que ocupar los pocos huecos que quedan en la esquina con la calle Goya. Sobre sus ojos, en forma de visera, colocan su mano para poder contemplar el momento aliviando la fuerza de los rayos del sol. Por sus cabezas aún ronda el recuerdo del año pasado cuando minutos antes de la salida lo que en un principio era una floja llovizna se convirtió en un fuerte chaparrón que frustró todas las esperanzas.

Este pensamiento se esfuma en cuando ven a uno de los nazarenos acercarse hasta la puerta del templo. Tres golpes limpios consiguen que el murmullo se convierta en absoluto silencio. La humareda que desprende el incensario consigue envolverlo todo y hacer que los allí presentes vivan un momento mágico.

Después de dos años Jesús de la Redención, obra de Miguel Ángel González Jurado, sale de su templo. Las risas de antes ahora se convierten en caras de respeto ante el Misterio que representa a Jesús ante Caifás, acompañado de dos sanedritas, dos soldados romanos y un esclavo negro. Las lágrimas se mezclan con los aplausos de la primera levantá. Minutos después es el turno de Nuestra Señora de la Estrella, que espera en el interior del templo iluminada por decenas de velas. La Dolorosa, muy querida por los vecinos de Huerta la Reina y barrios cercanos como Las Moreras y Las Margaritas, comienza su estación de penitencia.

El cortejo procesional avanza con majestuosidad poco a poco para salir de su barrio y adentrarse en la zona del Centro para llegar a la carrera oficial minutos después de que el reloj marque las 20:10. Pero antes de que llegue ese momento la hermandad de la Estrella tiene que recorrer los Jardines de Colón, que se han convertido en uno de los puntos más mágicos de su recorrido.

Centenares de devotos, con sus móviles y cámaras de fotos en mano, quieren dejar inmortalizado el momento. El verde de la vegetación y el dulce sabor de la devoción y del fervor formaron la conjunción perfecta para ver avanzar por sus jardines a la Señora de Huerta la Reina.

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