Un fuerte chaparrón sorprende al Cristo Resucitado de Baena en la celebración de su centenario

Baena/Desolación absoluta. El advenimiento de Cristo vino cargado de lluvia en Baena. La Real Archicofradía de Nuestra Señora del Rosario y Santísimo Cristo Resucitado ha sido valiente en su decisión, en la celebración de su centenario, y desafiando a una débil pero incesante llovizna, ha salido a la calle.

La calle Virrey del Pino se ha colmado de personas deseosas de asistir a la resurrección de Cristo protegidas bajo paraguas, nadie se ha movido de su sitio y los judíos colinegros, aunque en un número muy reducido en esta mañana, han golpeado con fuerza sus tambores como despedida hasta la próxima Semana Santa.

Pero solo ha podido ser durante un rato, una fuerte lluvia ha empezado a caer y la imagen de Nuestra Señora del Rosario, que se encontraba a las puertas de la iglesia de Guadalupe, ha tenido que regresar con rapidez al templo para proteger su ingente y valioso patrimonio.

De igual forma, la imagen de María Magdalena, ha tenido que retornar protegida por un plástico y minutos más tarde ha regresado el Santísimo Cristo Resucitado. Todas y cada una de las imágenes han estado acompañadas en todo momento por sus hermanos y los sones judíos no han cesado de oírse hasta que la Real Archicofradía ha estado, final y tristemente, resguardada en la iglesia de Guadalupe.

La alegría por la vuelta a la vida de Jesús contrasta en este día con la tristeza por la despedida bajo la lluvia de una Semana Santa que hasta este momento ha sido esplendorosa. Y ya sin lluvia, y bajo el dintel del templo, el Resucitado ha despedido a Baena hasta el próximo año. El paseo de Guadalupe ha estado abarrotado de baenenses que han querido acompañar a Cristo en este día de vida.