Las lesiones del costalero en Semana Santa: contracturas, hernias de disco y hasta fracturas de vértebras
Sanidad
Los traumatólogos recomiendan practicar antes ejercicios para fortalecer los músculos de la espalda y el 'core'
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Córdoba/La fe mueve montañas, como demuestran los costaleros cada Semana Santa llevando alrededor de 40 kilos de peso sobre sus espaldas. Unos con mejor forma física y otros sin haberse preparado previamente, estos hombres y mujeres que cada día contribuyen a que las imágenes se luzcan por ciudades y pueblos sufren posteriormente las consecuencias de ese esfuerzo.
La cantidad de peso que sostienen sobre la columna cervical o sobre sus hombros (dependiendo del tipo de estructura del paso o trono) pueden causar lesiones que en algunos casos son irreversibles. "Vemos alguna fractura vertebral por compresión en algunos costaleros que ya no son tan jóvenes", explica el doctor Miguel Ángel Marín Luján, especialista cordobés en Traumatología y Cirugía Ortopédica con más de 20 años de experiencia.
El número de kilos que puede llevar un costalero suele estar alrededor de los 30 o 40, aunque en pasos más pesados pueden cargar hasta 60 kilos cada uno. Por ello, los especialistas de la Sociedad Española de Columna (GEER) advierten del riesgo que supone esta práctica para la columna de estas personas.
De hecho, "la patología vertebral y de otras articulaciones afecta bastante y se ve estos días en las consultas de Urgencias", indica Marín, miembros de la GEER. Y es que algunos costaleros incluso salen varios días debajo de las trabajaderas.
Algunos pasos de Semana Santa pueden alcanzar "los 2.500 o 3.000 kilos y, aunque los lleven 40 personas o más, pues al final, si echas las cuentas, pues cada uno está llevando 30, 40 o 50 kilos encima", apunta el traumatólogo. Luego, "hay gente que sabe ir bien, con la postura más o menos adecuada, y otros que no".
Y también están quienes "directamente no tienen una buena complexión física, personas con sobrepeso o que no están acostumbradas a hacer ejercicio de manera regular, y obviamente todo eso influye", agrega el doctor. Porque "no lo mismo una persona que está acostumbrada a hacer deporte el resto del año, que quien no hace nada de ejercicio y se planta a levantar esa cantidad de peso".
Cómo prevenir daños en la espalda
El doctor Marín resalta que es muy importante llevar la postura correcta mientras se porta el paso: "llevar el costal bien colocado, apoyárselo en la zona torácica alta que tiene más soporte, nunca en la zona cervical, hacer ejercicio de manera regular y obviamente hacer ensayos previos". O sea, "que no puedes salir ahí sin saber a dónde vas, tienes que haberlo hecho ya previamente y saber si estás en condiciones físicas para ello porque muchos no lo están y estamos hartos de verlo por las calles de Córdoba", asevera.
En aquellos costaleros que llevan los pasos apoyando la región cervical en la trabajadera, la lesión en la parte lumbar se suele producir durante el momento del levantamiento brusco del paso con un salto (levantá), cuando pasan de estar en cuclillas flexionados a la posición erecta, provocando una fuerza de compresión máxima sobre el disco intervertebral.
Esto puede originar una hernia de disco en aquellos discos que ya estén lesionados por problemas degenerativos, o bien que no estén afectados pero que se ven afectados por una mala postura al levantarse. Y a nivel cervical, influye mucho la carga del peso, ya que este impacto de la trabajadera supone para el costalero un microtraumatismo continuado durante varias horas a lo largo del día.
El apoyo máximo de la trabajadera se realiza sobre la séptima vértebra cervical, que es la más sobresaliente. El paso va ejerciendo, por tanto, una fuerza de tensión sobre la parte posterior de la columna cervical, lo que puede generar problemas como lesiones de las apófisis espinosas, de las articulaciones o la degeneración de los discos con el paso del tiempo.
En definitiva, las lesiones se previenen "fajándose bien la zona lumbar, la zona del cinturón abdominal, usando un costal adecuado y bien apoyado en la zona torácica alta, llevando una postura correcta, haciendo descansos de manera reiterada y estando bien preparado físicamente".
Debajo del paso es muy importante la postura al colocarse para evitar lesiones. La idónea es con los brazos hacia adelante sobre la trabajadera, con un ángulo de 130 o 135 grados, con el pecho hacia adelante, y toda la zona del core (los músculos que rodean la parte central del cuerpo, incluyendo los abdominales, la espalda baja, los músculos pélvicos y los glúteos) debe estar activada para así proteger la zona lumbar.
Lesiones irreversibles
Como advierte el traumatólogo, algunas lesiones son irreversibles. "He visto algo a lo largo de mi carrera alguna que otra fractura vertebral por una levantá, el momento en que se soporta más peso de todo el circuito que hacen". Esto ocurre incluso en pacientes jóvenes.
Se trata de "lesiones que no son graves, porque son fracturas pequeñitas que no requieren tratamiento con cirugía", pero "esos microtraumatismos tan acentuados y un periodo de tiempo corto, pero tan intenso, pueden provocar trastornos en las articulaciones, en los discos, en las almohadillas que hay entre las vértebras, y causar lesiones degenerativas crónicas, incluso alguna fractura en alguna vértebra".
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