Lunes Santo en Córdoba: los contrastes de una jornada incompleta

Semana Santa

La Merced y la Estrella suspenden sus estaciones de penitencia en la Catedral, mientras Sentencia, Ánimas y Vía Crucis no arriesgan frente a una lluvia que ha hecho acto de presencia y sesga las ilusiones de este día

Horarios e itinerarios del Martes Santo en Córdoba

El Cristo de la Salud, en el interior de la Trinidad.
El Cristo de la Salud, en el interior de la Trinidad. / Luis Navarro

Córdoba/El Lunes Santo arrancó en Córdoba nublado y con lluvia, pero poco a poco un halo de esperanza se abrió en los barrios del Zumbacón y de la Huerta de la Reina. El cielo, poco a poco, se fue despejando, aunque las previsiones meteorológicas no eran muy halagüeñas conforme se acercaba la noche. Aún así, la Merced y la Estrella no dudaron y decidieron hacer sus respectivas estaciones de penitencia. Todo lo contrario que Sentencia, Ánimas y Vía Crucis, que no arriesgaron y suspendieron sus salidas procesionales en un día de auténticos contrastes.

Sol y un aire incómodo a las puertas de San Antonio de Padua, donde la hermandad de la Merced fue puntual a su cita tras no poder hacer su estación de penitencia el año pasado por una inestabilidad que volvió a emerger en este día en este 2025. Con muchos devotos y fieles agolpados a la parroquia del Zumbacón, los aplausos se multiplicaron cuando la cofradía mercedaria puso su cruz de guía en la calle.

Con el cielo cada vez más azul, Nuestro Padre Jesús Humilde en su Coronación de Espinas se reencontraba con las calles de su barrio. Con un rostro iluminado por el sol que también hizo acto de presencia en este agridulce Lunes Santo, el paso de misterio, con un elegante caminar al ritmo de las marchas de su banda, arrancaba su recorrido hacia la Santa Iglesia Catedral. Unos pasos más atrás, la Virgen de la Merced fue recibida por aplausos por todos los presentes en la puerta de su templo. A ritmo de Mercedaria de Alfonso Lozano, la Reina del Zumbacón brillaba a su paso por las calles del barrio, mientras que la hermandad de la Estrella tomaba la decisión de realizar su estación de penitencia. La puerta lateral de San Fernando se abrió y la cruz de guía comenzaba su recorrido hacia el primer templo de la diócesis.

Sonó la marcha Oración por la Agrupación de la Redención a su Señor antes de salir de la parroquia de San Fernando. Carlos Lara, en la primera levantá, pidió “por todos los enfermos y por los que necesitan redención”. Con el calor de la gente de su barrio, la imagen realizaba por Miguel Ángel González Jurado caminaba entre chicotá y chicotá hacia los Jardines de la Agricultura. Sonaron Alma de Dios y la Cena del Señor por una formación musical con un sello propio. Acto seguido, la Guardia Civil, hermanos honorarios de esta corporación, acompañaba al Señor, como lo hace desde hace ya casi una década.

El Señor de la Redención, en el inicio de su estación de penitencia.
El Señor de la Redención, en el inicio de su estación de penitencia. / Miguel Ángel Salas

Pocos pasos más atrás, la Virgen de la Estrella, que contó con una representación de ferroviarios con su tradicional uniforme, se reencontraba con su barrio tras no poderlo hacer el Lunes Santo de 2024. La imagen de Juan Ventura sufrió un percance en la ráfaga de su corona en el inicio de su salida procesional, lo que hizo que el prioste la ajustase bien para poder seguir con su camino hacia la Santa Iglesia Catedral. Antes de llegar al primer templo de la diócesis, numerosos fieles aguardaban el paso de la cofradía de la Huerta de la Reina por los Jardines de la Agricultura, donde las marchas se multiplicaron para deleite de los presentes.

El viento era cada vez más incómodo y el cielo ya no era tan azul. Las dos hermandades de barrio avanzaban hacia la Catedral cuando Sentencia tomó la decisión de no salir. Los pronósticos eran claros y la cofradía de San Nicolás, en un contraste muy diferente a lo vivido el año pasado, mantuvo la calma ante un momento complicado porque los partes eran más que evidentes: "Se esperan lluvias débiles y no podemos arriesgarnos con un cortejo en el que tenemos más de 230 esclavinas".

Los nazarenos de Sentencia, tras la suspensión de su estación de penitencia.
Los nazarenos de Sentencia, tras la suspensión de su estación de penitencia. / Luis Navarro

Los contrastes del Lunes Santo se hicieron notar aún más en el entorno de la Trinidad. Si habitualmente es un día de hermandades de barrios y de centro, al igual que de bulla y silencio, este año se multiplicó todo en Lope de Hoces cuando caminaba con paso firme la hermandad de la Estrella, mientras que se cruzaban los nazarenos de Sentencia y del Vía Crucis. Los primeros ya rumbo a casa tras la suspensión de la estación de penitencia y los segundos de camino a su templo a la espera de una decisión que no tardó en llegar, al igual que la del Remedio de Ánimas.

Mientras Estrella enfilaba hacia la carrera oficial, Merced ya estaba con varios minutos de antelación en la Puerta del Puente. Las nubes iban ganando terreno al cielo azul. Los pronósticos iban empeorando y la suspensión de la estación de penitencia del Remedio de Ánimas ya golpeaba a este agridulce Lunes Santo. La cofradía de San Lorenzo, al igual que hizo en 2024, no arriesgó e incluso poco antes de la hora prevista para su salida ya estaba la decisión tomada. El Cristo de Ánimas y la Virgen de las Tristezas, con su paso restaurado por Ana Infante de la Torre, iban a permanecer en su templo. De hecho, en los últimos seis años, entre la pandemia del Covid y la lluvia, solo en 2023 pudieron realizar su estación de penitencia.

Los fieles guardan cola para acceder a San Lorenzo.
Los fieles guardan cola para acceder a San Lorenzo. / Miguel Ángel Salas

Los cantos gregorianos se hicieron palpables cuando se abrieron las puertas del templo fernandino. Los devotos y fieles pudieron rezar ante los sagrados titulares de una cofradía singular y con un sello muy característico, lo que se hizo notar en la oscuridad de la iglesia de San Lorenzo. El recogimiento se hizo palpable, a la par de los rezos de los hermanos, que permanecieron ante sus sagrados titulares.

Con dos hermandades en la calle y otras dos en sus sedes canónicas, el Vía Crucis también decidió no realizar su estación de penitencia. El Cristo de la Salud, portado a hombros por sus hermanos, tampoco iba a ponerse en la calle. Un hecho muy característico porque era la primera vez que sucedía en este siglo XXI. Tras el paso de los hermanos, la Trinidad abrió sus puertas para que los fieles pasasen a rezar ante su Crucificado.

El Lunes Santo giró por completo. La Merced y la Estrella llegaron a la Santa Iglesia Catedral y se refugiaron de una lluvia que terminó por llegar. La alegría inicial tornó por completo en un día agridulce. Era la hora de tomar la decisión final para las hermandades de barrio. Ambas apostaron por suspender sus estaciones de penitencia en el primer templo de la diócesis y así se puso el punto y final a este agrio día de contrastes.

La Virgen de la Merced, durante su salida procesional.
La Virgen de la Merced, durante su salida procesional. / Luis Navarro

La bulla en la calle fue desapareciendo poco a poco ante los hechos sucedidos en este aciago Lunes Santo. Muchos apostaron por acudir a la casa hermandad de Sentencia en el Pasaje Saravia y otros no dudaron en acudir a la Trinidad y San Lorenzo, con dos puestas en escenas brillantes y muy singulares. Intimidad y recogimiento en una noche que se tornó muy gris por una lluvia que hizo añicos los sueños de muchos cofrades que anhelaban un día tranquilo con sus titulares por las calles de Córdoba.

La primavera es así y las hermandades aprendieron también de lo sucedido en años pasados con la inestabilidad climatológica. En juego está el factor patrimonial, pero también el humano. Además, tras el Covid, ya lo vivieron en 2022 y 2024. Y llegó la tercera vez que apareció el agua en esta jornada de contrastes. Por todo ello, las decisiones tomadas por las juntas de gobierno de cada cofradía son tan importantes en días inestables. Con un riesgo de precipitaciones que todo el mundo sabía que estaba ahí, las vías de la ciudad se quedaron vacías y sin pasos. Así fue un Lunes Santo que de nuevo fue aciago, que volvió a repetir estampas del año pasado. Sin embargo, en esta ocasión, ninguna de las cinco corporaciones completaron sus recorridos. Ahora ya toca rezar y soñar de nuevo para que el Lunes Santo de 2026 ilumine con el azul del cielo a los titulares de unas cofradías que aguardan ya ese deseado momento.

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