Pedro Soldado: "Las hermandades de Córdoba deben plantearse los motivos de una salida extraordinaria"
Entrevista
El delegado diocesano de las cofradías insta a evitar que estas procesiones acaben siendo "un simple acto social"
Insta a las hermandades a mirar "el interior" para "no perder de vista lo primordial, que es vivir la fe y ayudar a vivir la fe a los más sencillos"

Córdoba/A punto de arrancar la Cuaresma, Pedro Soldado, delegado diocesano de las cofradías, atiende a El Día de Córdoba en el sagrario de la Santa Iglesia Catedral, donde cuenta que "Córdoba tiene una carrera oficial maravillosa". Tranquilo y con las ideas muy claras, destaca que las corporaciones cordobesas han evolucionado "muchísimo". Además, sobre la multitud de procesiones a lo largo del año explica que "posiblemente tendríamos que cuidar puntualmente los motivos por los que una hermandad decida hacer una salida extraordinaria".
Pregunta.¿Cómo se presenta esta Cuaresma?
Respuesta.Es una Cuaresma ilusionante, porque estamos en una situación post-pandemia totalmente normalizada, pero también se cuelan la enfermedad del Papa y el final del ministerio de nuestro obispo, don Demetrio. Se nos presenta como cada año la preparación para la semana grande de los cristianos, que es la Pasión, Muerte y Resurrección, y la semana ya grandísima para las cofradías. Es un tiempo de preparación, con esos toques que yo creo que van a ayudar a que la vivamos realmente como preparación para celebrar los grandes acontecimientos de nuestra fe.
P.Lleva casi 23 años como delegado diocesano de las hermandades, ¿han evolucionado en este tiempo las hermandades?
R.Sí, han evolucionado muchísimo y para bien. Creo que las hermandades y los mismos conciliarios párrocos han tomado conciencia de la importancia de la hermandad en el seno de la Iglesia por muchísimas cuestiones, por el testimonio de fe de tantísimas personas, por el patrimonio de las hermandades, por estar ahí, por haber sido freno para la secularización tan agobiante que se está sufriendo nuestra sociedad. Hemos tomado conciencia de que las hermandades están ahí con toda su historia porque son y forman parte de la Iglesia. También los mismos conciliarios han aprendido a valorar que las hermandades no están ahí como figurines, sino que son parte fundamental de la Iglesia a nivel parroquial, diocesano, nacional y mundial. Solo hay que ver el movimiento que hay alrededor de las hermandades, aunque quizás de forma interna se necesitaría en algún momento que se volcaran más los hermanos con los cultos. Luego, en la calle, solo hay que ver la emoción que existe. Entonces, las hermandades, como cualquier grupo humano, necesitan de purificación y quizás de dejar de mirar tanto hacia el exterior, a lo externo, y mirar el interior para no perder de vista realmente lo genuino y lo primordial para ellos, que es el vivir la fe y ayudar a vivir la fe a los más sencillos, que son los que viven su fe agarrados a este carro de la piedad popular.
P.El número de hermanos muestra ese respaldo a las cofradías.
R.Es verdad que el número de hermanos no ha decrecido, todo lo contrario. El número de jóvenes en las hermandades, que lo viven además con mucha ilusión, con mucha entereza y generosidad, no ha decrecido y llama la atención la fortaleza que tiene la vocalía de juventud en nuestras hermandades actualmente. En el tema de caridad, por ejemplo, también las hermandades han estado ahí en los momentos difíciles y siguen estando en los momentos de dificultad para atender en la medida de lo posible a los más pobres, a los que más necesitan. Eso está ahí y ha ido en crecimiento. Creo que ahora hay un compromiso más general y un compromiso más serio, no solamente en este tiempo puntual de Cuaresma, el antes y el momento de la estación de penitencia, sino a lo largo de todo el año. Se ha tomado conciencia de que somos iglesia y que necesitamos seguir formándonos, necesitamos seguir participando en los sacramentos, necesitamos seguir alimentando nuestra fe y compartiendo nuestra fe con aquellos que forman parte de la propia hermandad.
P.Al hilo de todo esto, ¿cree que hay demasiadas procesiones a lo largo del año?
R.Siempre tengo la duda en esta cuestión. Es verdad que el cofrade, una de las cuestiones por las que vive su fe formando parte de una hermandad es porque tiene delante la posibilidad de un testimonio público por medio de una procesión. Posiblemente, tendríamos que cuidar los motivos por los que una hermandad decida hacer una salida extraordinaria. Por otro lado, son tantas manifestaciones públicas a nivel social las que se hacen presentes en nuestra sociedad que "¿por qué le vamos a coartar esa posibilidad y ese toque de su propia razón de ser de la hermandad?". No me atrevería a decir que sobran procesiones a lo largo del año fuera de lo que son los tiempos marcados, de gloria para los de gloria o de Semana Santa para la penitencia.
P.¿No se desvirtúa un poco la Semana Santa con tanta procesión extraordinaria?
R.Sí, se desvirtúa además el sentido de la misma procesión en sí misma. Creo que se convierte en un acto social y no en un acto de testimonio de fe, de aquello que se está celebrando excepcionalmente porque han pasado los 50, los 75 o los 100 años de la bendición o primera salida procesional. Serían las mismas hermandades las que tendrían que revisar y muy seriamente para no caer en un simple acto social. Llevamos 15 o 10 años; no, mire usted, 10 años no son motivo de hacer una salida extraordinaria. Deben plantearse seriamente si merece la pena dar ese paso, porque una salida extraordinaria es un toque de atención a lo que es una vivencia de fe excepcional, con alegría y júbilo. Las hermandades sí que tienen que revisar los motivos por los que hacen salidas extraordinarias, porque desvirtúan realmente el sentido de lo que es una salida extraordinaria y los motivos por los que se hace una salida extraordinaria.
P.¿Qué le parece el Vía Crucis Magno de este año?
R.Ahí hay un motivo, desde mi punto de vista, extraordinario. No podíamos dejar pasar el aniversario del Beato Álvaro y los 600 años del primer rezo del vía crucis y aquí en la Scala Coeli. A mí me parece que es un motivo más que sobrado, porque desde Córdoba se proyecta sobre Occidente.
P.¿Y hacerlo con una gran exposición en la Santa Iglesia Catedral?
R.La nueva Agrupación lo ha cogido con mucha ilusión, sin olvidarnos de esas salidas magnas que hemos hecho antes y que han sido extraordinarias. Creo que están en el recuerdo, en el corazón y en la vivencia de fe de muchísimos cofrades. La de este año, puede ser también igualmente importante, puesto que se tienen en cuenta no solamente las hermandades de Córdoba capital, sino también hermandades de nuestra provincia. Me consta que están diciendo que sí con mucha generosidad y con mucha ilusión también.
P.¿Qué le dice a aquellas personas que ven cuatro magnas en 12 años y creen que son demasiadas?
R.Los motivos son muy diferentes, entre otras cosas porque no se han hecho anteriormente. Por ejemplo, una magna de vírgenes coronadas no se había hecho nunca y creo que para todos fue un descubrimiento de la piedad popular, porque no pensaba que esta hermandad pudiera tener este patrimonio, pudiera tener y proyectar y vivir esa fe con tanta intensidad como lo hace. Para mí la clave está en los motivos.
P.¿Cómo se presenta esta Semana Santa después de la lluviosa que tuvimos el año pasado?
R.Ya llega un momento en el que lo de la lluvia debemos no mentarlo. El año pasado fue desastroso. La Semana Santa de la pandemia la viví en mi parroquia, pero también la viví aquí en la Catedral, cuando se vinieron las hermandades por días y me parece que fueron unos actos tan sencillos, pero tan bonitos e intensos a la vez, que quedan en el recuerdo. Recuerdo lo que se vivió en la parroquia San José y Espíritu Santo, con la hermandad del Descendimiento y de la Vera-Cruz. Fueron extraordinarios. Cuando llueve recuero siempre frustración, porque se nos ha frustrado nuestra esperanza, nuestra ilusión expuesta. Este año será lo que Dios quiera, sabiendo además también que el agua es tan necesaria y que tiene que llover.
P.¿Cómo ha vivido el tema de Presentación al Pueblo?
R.Esto es más de la Agrupación de Cofradías y de todos los hermanos, de los plenos... No podemos olvidar que la Agrupación por sí misma no tiene razón de ser si no es porque está apoyada en sus decisiones importantes por los plenos o asambleas de hermanos mayores. Creo que a ellos les corresponde. Lo mismo que corresponde a la hermandad también el tomar sus propias decisiones, pero sabiendo también que tienen que respetar y cumplir las normas. Me da la impresión de que ellos están ahí un poco tocando sensibilidad, echando su pequeño pulso para buscar el día que más les conviene, que yo por otro lado lo entiendo perfectamente. El día que yo deseo salir y hacer mi estación de penitencia a lo mejor no es el día que mejor conviene a la Semana Santa de Córdoba. Ahí está el juego de los pulsos que se echan y no pasa absolutamente nada. Creo que hay buena armonía, entendimiento y luego al final de este periodo de tiempo se llegará a una decisión que va a ser respetada, aceptada por la propia hermandad y que va a ser buena para todos. Tengo la impresión de que la misma Presentación al Pueblo tampoco tiene tanto interés, que no está apretando las cuerdas porque no tiene prisa en salir, sino que tiene su tiempo, lo respeta y creo que todo se va a solucionar y va a salir.
P.Se ha hablado mucho adelantar la jornada del Viernes Santo. Lo intentaron Sepulcro y Dolores y no pudo ser. Siempre se habla de los santos oficios.
R.Cuando se hace o se echa culpa, por decirlo de alguna forma, es porque coincide con los santos oficios. Hasta el obispo ha propuesto el cambio de horas para facilitar la salida y llegada de las hermandades a la Santa Iglesia Catedral. No ha habido ninguna dificultad y yo creo que la mayoría de los párracos creo que tampoco tendrían ninguna dificultad para adelantar. Ahora, en el Viernes Santo sí que hay una cuestión en la que yo, como delegado, sí que me planté desde el primer momento. Primero, creo que estamos hablando de un día muy señalado, el entierro del Señor. Y el entierro del Señor lo simboliza aquí el Santo Entierro. El que adelanten la salida o la atrasen, ahí no entro porque es una cuestión de la Agrupación. Pero en lo que sí he tenido que intervenir es en un posible cambio de orden: el último, el Santo Entierro. Lo preside el señor obispo y lo preside para estar en su carrera oficial, junto con las autoridades. No tiene sentido que cambiemos el orden. El que invita al protocolo, como se hace en la mayoría de las ciudades, es el propio obispo, no lo hace la Agrupación. La Agrupación en los demás días sí que invita a las autoridades. En este día, el Viernes Santo, es el obispo. Por lo tanto, eso desde luego de momento no se va a tocar. Que es lo que se ha pretendido también de nuevo este año y se le ha dicho que no, el orden del final. Si alguien quiere salir una o dos horas antes para dejarle paso a otra hermandad o para que la última entre un poquito antes, yo no tengo ninguna dificultad, pero sin invertir el orden.
P.Con las prohermandades y hermandades que están en vísperas, ¿se debe abrir en el futuro un Sábado Santo?
R.No lo sé. Eso depende de la Agrupación también. Yo le veo sus dificultades porque tradicionalmente para nosotros el Sábado Santo ha sido un día de recogimiento de alguna forma, en el que concluye la Semana Santa con la celebración de la Vigilia Pascual. Estamos hablando de la celebración de la Resurrección del Señor. Si ponemos un Sábado Santo, ¿a qué hora comenzamos? No lo sé. Esto quedaría en manos de la Agrupación y habría que consensuarlo también con las diferentes parroquias y con la autoridad religiosa, porque rompemos un poco lo que es nuestra tradición. Es verdad que hay un boom de que se vayan incorporando más, pero esto es como el boom también de la Madrugada. Hay quien dice que si no somos capaces de hacer o montar una Madrugada, por qué vamos a pasarlo eso al Sábado Santo. Esas son dos cuestiones que vengo escuchando desde que soy delegado diocesano de las cofradías.
P.¿Cree que este boom de nuevas hermandades afecta a las veteranas?
R.Yo creo que no. Lo que no pueden las hermandades clásicas es dormirse en los laureles. Hermandad que se duerme en los laureles, hermandad que el número de hermanos va descendiendo. No podemos olvidar tampoco una cuestión que me parece que es fundamentalísima, que es dónde surgen las hermandades nuevas. Fundamentalmente, donde no hay. Y surgen porque buscan un ámbito donde vivir su fe.
P.¿Por qué se critica aún el traslado de la carrera oficial a la Catedral?
R.Esto lo he vivido yo muy intensamente, entraña muchísimas dificultades, pero también es verdad que tenemos un entorno único para nosotros. El poder hacer estación de penitencia aquí era, además, un deseo de la mayoría de las hermandades de nuestra ciudad. Encajar eso se ha encajado, y aquí estamos. Creo que, por decirlo de alguna forma, se pierden ingresos porque podíamos hacerlo por unas calles más anchas, como cuando estaba en Las Tendillas y se podía alargar la carrera oficial. Aquí se concentra porque tenemos lo que tenemos. Tenemos una carrera oficial que es magnífica, hermosísima y además cada año se va facilitando más la posibilidad de que las personas puedan ver sus hermandades lo más cerca posible en este entorno tan bonito. Eso me parece que es magnífico.
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