Pedro Soldado, sobre la Salud de Puerta Nueva de Córdoba: "La idea no es la disolución"

Cofradías

El delegado diocesano de las cofradías cordobesas asegura que "la Iglesia tiene sus medios para poner un poco de orden donde ha podido haber bastante desorden"

Pedro Soldado: "Las hermandades de Córdoba deben plantearse los motivos de una salida extraordinaria"

Pedro Soldado, durante un momento de la entrevista con 'el Día'.
Pedro Soldado, durante un momento de la entrevista con 'el Día'. / Miguel Ángel Salas

Córdoba/El Obispado tuvo que paralizar las elecciones de la hermandad del Carmen y además intervinó "temporalmente" a la Salud de Puerta Nueva, ambas corporaciones con sede canónica en la parroquia del Carmen. Pedro Soldado explica a el Día de Córdoba los motivos de estos decretos que vieron la luz el 16 de enero y el 7 de febrero, y razona los argumentos para llevarlos a cabo. Además, reconoce que la procesión del Señor sigue hacia adelante y que la idea no es la disolución de esta prohermandad.

Pregunta.¿Cómo ha vivido lo sucedido con el Carmen y la Salud de Puerta nueva?

Respuesta.Desde que yo soy delegado diocesano de las cofradías son muchas o varias las hermandades que han accedido a convertirse en hermandades sin ningún tipo de dificultades. Todas han sido conscientes de que no había que correr, de que se pone una semilla y esa semilla va dando su fruto porque se va agregando gente, gente que quiere vivir su fe y su religiosidad. La hermandad de la O, por ejemplo, que empezó a germinar un poco antes de llegar yo a la parroquia de la Aurora; la del barrio del Parque Figueroa; la de Electromecánicas, y luego otras más recientes, como puede ser la de la Bondad en La Fuensanta. Algunas se han quedado por el camino; creo que las que han llegado a buen término es porque sabían lo que se traían entre manos. También han sido conscientes de que estamos hablando de grupos que forman parte de la Iglesia, de la vida de la Iglesia, y, por lo tanto, saben que tienen que asumir un plan de formación y cumplir la normativa vigente. Otras han pensado en un momento determinado que usamos todas nuestras artes para conseguir el fin antes de poner los medios necesarios para conseguirlo. Aquí no se trampea, no trampeamos ninguno de nosotros. Y esto es lo que ha podido pasar en la prohermandad de Puerta Nueva, que han querido correr demasiado y se han equivocado. De sabio es corregir también y reconocer que uno se ha equivocado. En este sentido, la Iglesia tiene sus medios y el delegado es un medio también para la Iglesia, para que ponga un poco de orden donde ha podido haber bastante desorden.

P.Entonces, ¿cómo queda la prohermandad?

R.En este sentido, la prohermandad sigue ahí. Lo que está claro es que hay una hermandad legalmente constituida, canónicamente constituida, la hermandad del Carmen, a la que hay que respetar, a la que no se puede acceder a ella usando malas artes o cometiendo fraudes de ley. En este sentido, lo que hemos hecho, por el decreto, es respetar a la hermandad del Carmen y nombrar un comisario para que se hiciera cargo de la prohermandad, con el fin de respetar la prohermandad y a las personas que de buena fe están ahí y que no queremos que vean truncadas sus ilusiones de un día formar parte de una hermandad reconocida, canónicamente, por la iglesia de Córdoba y por el obispo de Córdoba. Nos marcamos un plazo de gobierno por parte de esa figura de un comisario con plenas facultades para intentar sacar la prohermandad hacia adelante, que esa es la finalidad.

P.La idea final no es la disolución.

R.La idea no es la disolución. Eso lo podía haber hecho yo en el decreto, pero creo que no había tampoco necesidad ni motivos para una disolución. Es poner un poco de orden dentro de la hermandad, con un control sobre las cuentas, sobre los gastos, sobre las intenciones, sobre los hermanos y dando los pasos, como lo han dado también otras prohermandades, despacito y sin prisas.

Pedro Soldado gesticula durante un momento de la entrevista.
Pedro Soldado gesticula durante un momento de la entrevista. / Miguel Ángel Salas

P.Ha llamado la atención de esta intervención. ¿Lo viene viendo desde hace varios años?

R.A mí, particularmente, lo que se me ha dicho es por qué no se ha intervenido antes. Uno interviene cuando cree necesario hacerlo y las cosas se hacen despacio. A otros les ha llamado la atención que se haya intervenido de esta forma tan contundente, pero motivos hay más que de sobra. Hay motivos que se pueden dar a conocer y otros que se reserva la Iglesia, entre otras cosas, por respeto a las personas. No hay por qué airear los trapos sucios, hay que lavarlos, como dicen los entrenadores de fútbol, en el vestuario. En este caso, no sale todo lo que tiene que salir. Se han hecho muchas cosas muy bien hechas y se han hecho otras cosas, pues de regular para mal.

P.¿Habrá procesión del Señor?

R.Sí, por supuesto. Todo esto ya está en manos del comisario, con el que tengo una buenísima comunicación. Ya ha hablado con el capataz y la procesión sigue adelante. Además, dejo explícitamente señalado en el decreto que la Virgen no saliese. Yo no voy a decir que no reúna todas las condiciones que tiene que tener una imagen dentro de nuestra Semana Santa, pero sí que tengo mis dudas por la forma en que se ha realizado, cómo se ha conseguido y por todo lo que entraña el palio. Creo que tenemos muy buenos artesanos aquí; unos tallistas magníficos y no hay que recurrir a nuevas técnicas de fibra de vidrio. Lo mismo para los bordadores; tenemos una serie de personas más que cualificadas, que son las que han dado el esplendor que tiene, externamente, a nuestra Semana Santa por la belleza de nuestras imágenes, de nuestros pasos, de nuestros bordados... Tendríamos que ser muy cuidadosos a la hora de dónde acudimos, por ejemplo, para conseguir un magnífico bordado de un palio, de un manto o una toca.

P.¿Qué pasos se van a seguir a partir de ahora?

R.Va a seguir lo mismo. Me he reunido con la prohermandad en varias ocasiones, les he ido marcando pasos y hay uno que todos sabemos: formación, formación, formación... Esa formación tiene que estar y va a estar encima de la mesa, evidentemente. Quiere decir que José Ignacio (el comisario) y el párroco nuevo que ha entrado procurarán facilitar a los hermanos que continúen con ese proceso de formación. Además, con todo lo que entraña ir preparando todo lo necesario para ponerse un día en la calle y hacer estación de penitencia. Seguir con el montaje, por decirlo de alguna forma, de la hermandad. No se va a quitar nada de en medio y lo que hay es que controlar. ¿Cuántos hermanos hay? Sabemos que una hermandad en Córdoba, con menos de 500 hermanos, difícilmente se puede poner en la calle con cierta garantía de continuidad.

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