Santiago Muñoz Machado pregona la historia de la Semana Santa de Córdoba adornada con literatura
El jurista pozoalbense y director de la RAE hace un intenso repaso por los "pilares básicos" que fueron el germen de lo que ahora es la representación en procesiones de la Pasión y Muerte de Jesucristo por las calles de la ciudad
Santiago Muñoz Machado pregona la Semana Santa de Córdoba 2025, en imágenes

Córdoba/Santiago Muñoz Machado ha pregonado la historia de la Semana Santa de Córdoba en su exaltación de la edición de 2025 de la Semana Mayor de la ciudad, y la ha adornado con también históricas citas de la literatura española. El pozoalbense presidente de la Real Academia Española (RAE) ha ido más allá y ha realizado un repaso por la también historia de la fe cristiana de "una ciudad que antes era mora".
El prólogo a la exaltación del jurista y escritor lo ha puesto la Banda de María Santísima de la Esperanza, que bajo la dirección de Alfonso Lozano ha interpretado las piezas Virgen de la Alegría, Córdoba eterna de regocijos, Salve Regina Martyrum y Saeta cordobesa. La banda ha estado acompañada del Coro Cantabile, bajo la dirección de Rafael Wals.
El encargado de presentar al también presidente de la Asociación de Academias de la Lengua Española ha sido el rector de la Universidad de Córdoba (UCO), Manuel Torralbo, quien ha destacado que Muñoz Machado nació en Pozoblanco, "en el corazón de Los Pedroches" y que desde allí ha trazado una trayectoria profesional "deslumbrante, guiada por la excelencia, el compromiso por lo público y una fidelidad inquebrantable a sus raíces".
Asimismo, Torralbo ha ensalzado del pregonero que "si algo lo define, más allá de sus muchos méritos, es su forma de llevar siempre a Córdoba por dentro, con humildad y con orgullo. Allá donde ha estado, en universidades de todo el mundo, academias, foros internacionales o instituciones del más alto nivel, nunca ha dejado de ser ante todo un hombre de su tierra".
"Treinta y ocho hermandades recorrerán las calles de Córdoba dentro de una semana. Es imponente el despliegue". Con estas palabras ha comenzado el jurista y escritor su pregón sobre las tablas de Gran Teatro de Córdoba. "Como ha escrito un gran teólogo de nuestro tiempo, Joseph Ratzinger, la belleza es una de las mejores maneras de expresas ese mensaje [el del Evangelio]. Y pienso yo, humildemente, que pocas contribuciones serán más importantes que el despliegue que pasará por las calles de Córdoba durante la Pascua inmediata". Con estas palabras lo ha concluido.
Un pregón por el que han discurrido las vidas y obras desde el beato Álvaro de Córdoba hasta San Juan de Ávila, Santa Teresa, Fray Luis de Granada o Jorge Manrique, de quien ha leído su inmortal poema Coplas a la muerte su padre, con el que ha querido destacar la fragilidad de la vida y "la influencia de la Iglesia, que ponía el núcleo doctrinal en el más allá". También ha subrayado que la Semana Santa nació de "cuatro pilares básicos": los sermones sacerdotales, las representaciones teatrales llevadas a cabo en las iglesias, la religiosidad popular y las imágenes de Jesucristo, la Virgen María y los santos.
"Impresionante" transformación religiosa
"Córdoba era mora y no hablaba castellano en el siglo XIII. Me parece fascinante la historia de su transformación religiosa", ha subrayado el Hijo Predilecto de Andalucía y de Pozoblanco. Muñoz Machado ha recordado que esa transformación religiosa se inició con la conquista de Córdoba por Fernando III, la reestructuración de la ciudad en barrios dotando a cada uno de ellos de una iglesia. Mandó construir 13 y cuatro conventos, además de convertir las entonces mezquitas también en templos.
"Todas las iglesias y conventos fueron decisivos para el restablecimiento de la Córdoba cristiana. Y, entre todas ellas, la operación más importante sería la consagración de la mezquita aljima como catedral de Córdoba", ha destacado, para añadir que, "no bastaba con las iglesias, que tardaron muchos años en levantarse, sino que había que instruir al pueblo con el mensaje del Evangelio" en un tiempo en el que había "una falta de conocimiento de las Escrituras, de las doctrinas de los padres de la Iglesia y de las resoluciones de los concilios".
En este contexto, ha señalado que obras como el Libro del Buen Amor, de Juan Ruiz, Arcipreste de Hita, contribuyeron a difundir la religiosidad y las Escrituras. "El primer camino muy importante en Córdoba para difundir la religiosidad y las Escrituras fueron los sermones; el segundo, las representaciones religiosas; el tercero, la religiosidad popular espontánea reflejada en los romances; y el cuarto, las imágenes", ha continuado.
Muñoz Machado ha insistido en que quien construyó en Córdoba el sermonario más influyente fue el beato Álvaro de Córdoba, "uno de los introductores de la práctica de recordar la Pasión con procesiones, el Vía Crucis es su forma más esencial y concentrada, con la cruz y el acompañamiento de flagelantes. El milagro de San Álvaro, consistente en la aparición de una imagen de Cristo crucificado, que se venera en Scala Coeli, estimuló la inclusión de la cruz en las procesiones", ha apuntado.
El pregonero ha incidido en que en el siglo XV se acumularon en Córdoba diversas tradiciones y prácticas religiosas laicas y populares que acabarían contribuyendo a la creación de cofradías procesionales: "los flagelantes relacionados con la Vera Cruz y los grandes predicadores, la práctica del Vía Crucis, el teatro religioso, los romances populares y la doctrina de los sermones, la gran poesía castellana".
Muñoz Machado ha añadido que las procesiones más tempranas en Córdoba, como en otros lugares de Andalucía, consistían en un cortejo, seguidos de hermanos de luz y de sangre, con una cruz como único objeto relacionado con la Pasión. "Faltaban las imágenes, en sus diferentes expresiones, de Cristo y de la Virgen María", ha detallado.
El jurista ha destacado que "el problema religioso y de culto más importante que se planteó en el siglo XVI, al calor del progreso de las cofradías, fue el de la imaginería religiosa. Las representaciones de Jesucristo, la Virgen y los santos no podían hacerse sin respetar las Escrituras, malinterpretándolas o afectando a la dignidad y respeto de las imágenes a las situaciones y personas que representan".
Córdoba se llena de cofradías en el XVI
Tras repasar la evolución de la imaginería y las normas religiosas que dictaban cómo tenía que ser, ha relatado que Córdoba se llenó de cofradías en el siglo XVI, trayendo consigo "una gran Semana Santa". También Muñoz Machado ha recogido en su pregón la importancia que para la Semana Santa han tenido grandes imagineros como el cordobés Juan de Mesa, "que en Córdoba dejó poca obra, aunque una por completo maestra; el conjunto escultórico de la Virgen de las Angustias", ha puntualizado.
Después de repasar la historia desde entonces de la Semana Santa de Córdoba, incluidos los problemas que sufrió como, por ejemplo, su suspensión, Muñoz Machado ha llegado al tramo final de su pregón volviendo al principio del mismo, recordando que son 38 cofradías las que conforman la Semana Santa de de la capital cordobesa, que "partirán de nuevo de sus 26 sedes".
Y ha recordado que durante la Guerra Civil y en los años inmediatamente posteriores nacieron algunas hermandades, como la Misericordia y el Descendimiento, Caridad y Pasión, La Paz y las Penas de San Andrés, conocida también como La Esperanza, El Rescatado, la Buena Muerte y la Sentencia y Ánimas.
"Cinco más nacieron en los años 50, el Prendimiento, la Merced, el Amor, las Penas de Santiago y la Borriquita. Y en los años 70 se sumaron una decena de hermandades nuevas, como el Vía Crucis, la Piedad, el Buen Suceso, el Huerto, la Soledad, la Sangre, la Agonía o la Vera Cruz, en 1980, refundada a partir de la existencia del siglo XVI", ha apuntado. "Luego, en los 80 surgieron Redención, la Santa Faz, la Santa Cena y el Perdón", ha añadido.
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