Enero marca el pico en el número de depresiones y casos de ansiedad
Trastorno
El 13 de enero se celebra el Día Mundial de la Lucha Contra la Depresión, un trastorno mental frecuente que afecta a más de 300 millones de personas en el mundo
La depresión es una alteración incluida dentro de los trastornos del estado de ánimo cuya principal manifestación es la alteración en el sentido de ánimo bajo. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la depresión es la mayor causa de discapacidad en los países desarrollados, con datos alarmantes: entorno a 500-1.000 nuevos casos por cada 100.000 habitantes y año. Datos que se agravan con la actual pandemia sanitaria por la Covid-19.
Tras la Navidad, llega enero con su cuesta arriba y su rutina. Es hora de retomar la rutina diaria, un condicionante que puede afectar a la salud mental. Según se ha demostrado, y como apuntan los expertos, el frío y las pocas horas de luz, entre otros factores, acentúan en muchas personas la sensación de melancolía y tristeza. De ahí que la Sociedad Española de Psiquiatría advierta que la mayoría de los adultos, hasta un 90%, experimentan cambios sutiles en el estado de ánimo, energía y sueño cuando cambia la estación.
Menos luz, menos ánimo
Afirma el doctor Sergio Arques, psiquiatra de Vithas Castellón, que “a principios de año, sobre todo en enero y febrero, suelen aumentar el número de depresiones y los casos de ansiedad, decaimiento o insomnio. La luz solar es clave para nuestro estado de ánimo y la menor exposición a ella puede provocar en muchas personas cambios en los ritmos naturales del organismo. Cuanto más largo es el período de luz, mayor es el sentimiento de bienestar general y tenemos más energía, nos sentimos más activos y felices”.
“Esto sumado a la adaptación a la rutina después de una Navidad con tantas restricciones en las reuniones con los seres queridos y a la situación de la pandemia mundial que está tardando en remitir, implica que algunas personas puedan sentir un estado de tristeza y angustia que si se alarga en el tiempo conllevaría no solo problemas de depresión o insomnio sino también otras dolencias como afecciones digestivas o dermatológicas”, apunta el psiquiatra.
Casos más graves
Algunas personas pueden llegar a sufrir un Trastorno Afectivo Estacional (TAE). Se trata de un tipo de depresión que puede llegar a ser muy incapacitante, porque que evita que la persona realice sus tareas de manera normal. También se conoce como depresión de invierno. “Por lo general comienza en el otoño y desaparece en la primavera y viene desencadenada por la respuesta del cerebro a la disminución de la exposición a la luz natural”, afirma el doctor Sergio Arques, y agrega “aunque la forma más común de TAE ocurre en el invierno, es cierto que algunas personas experimentan síntomas durante la primavera y el verano. Aunque con frecuencia es una afección de los adultos, también puede afectar niños y adolescentes”.
En el TAE, además,es muy importante la producción de melatonina y serotonina del cerebro. “Durante el invierno, -explica el doctor Arques-, el cuerpo produce más melatonina que estimula el sueño y menos serotonina que es lo que combate la depresión”.
Objetivos reales
“Hay que tener en cuenta que cada uno de nosotros debe plantearse lo que de verdad quiere y desea, siendo fundamental marcarse objetivos puntuales a corto y medio plazo, aunque sin olvidar la importancia de definir a largo plazo cómo nos gustaría organizar nuestra vida. No se trata de objetivos ‘típicos’ marcados socialmente como adelgazar, dejar de fumar o ir al gimnasio, sino lo que realmente nosotros nos planteamos a nivel individual”, asegura el experto.
Para intentar no llegar a una depresión y mantener la ansiedad a raya, los expertos dicen que lo mejor es afrontar el nuevo año con optimismo, con un “espíritu optimista”. “Enero es buen momento para fijar la atención en los planes y centrarse en la acción de realizarlos. Así que debemos llenar nuestra mente con proyectos, pues por pequeños que sean nos llenarán de motivación. Además, los hábitos saludables son muy importantes: huir del sedentarismo practicando algo de ejercicio, dieta mediterránea, tratar de dormir las horas necesarias, etc …”, concluye el doctor Arques.
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