Educación: El letargo andaluz
Informe PISA
Los alumnos españoles avanzan en los resultados del PISA mientras que los andaluces siguen rezagados en destreza matemática y Ciencias.
El informe vuelve a mostrar la gran brecha existente entre las regiones del norte y del sur en cuanto a logros académicos.
Madrid/Andalucía sigue a la cola. En el eterno letargo. La comunidad no logra abandonar el último vagón de los resultados educativos. Después de varios años presentándose al informe PISA de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), los alumnos de 15 años de esta región continúan cosechando uno de los peores datos de España. Una situación que contrasta con el avance mostrado por la totalidad de los escolares del país, que incluso superan la media del citado organismo en varias materias.
El último informe PISA se realizó en 2015. El anterior fue en 2012. Entre ambos se ha producido en España una de las reformas educativas más polémicas de los últimos años: La Lomce, la cual ha sido drásticamente modificada en algunos de sus aspectos sustanciales recientemente tras perder el Gobierno de Rajoy la mayoría absoluta. Aún falta por saber hasta qué punto dicha normativa ha influido en la mejora de los resultados a nivel estatal.
Diversos expertos consideran que este progreso en nada se debe a la Lomce, sino que es fruto de bastantes años. Lo cierto es que España ha avanzado de forma notoria en las tres áreas de conocimiento que evalúa el PISA, una mejoría que otros analistas consideran que no obedece tanto a "méritos propios" sino al empeoramiento de otros países.
En Ciencias, la puntuación obtenida por los alumnos españoles del cuarto curso de Secundaria es de 493, cifra que empata con la media de los 72 países participantes en dichas pruebas. En Lectura, la calificación ha alcanzado los 496 puntos, tres puntos por encima de la media de la OCDE. En Matemáticas, sin embargo, la nota -de 486- se ha quedado cuatro puntos por debajo de la media general. Estos resultados hay que compararlos con los registrados en 2012, lo que permite demostrar la evolución en dicho trienio.
Así, en comprensión lectora y en Matemáticas se logra un avance, mientras que en Ciencias se produce una bajada. En el ranking con otros países, España se encuentra aún lejos de posicionarse cerca de los punteros en resultados educativos, como Hong Kong, Singapur o Finlandia. En este sentido, sigue integrando el pelotón de un grupo considerado "secundario" y que conforman estados como Francia, Italia o EEUU.
A nivel nacional, lo más trascendental del informe PISA son las diferencias tan acusadas entre las regiones participantes (esta vez han acudido todas la comunidades). En este ranking, Andalucía se lleva la peor parte. El puesto más alto al que llega es el penúltimo, posición que no consigue abandonar pese a los atisbos de mejora en los últimos años. Una situación que nada tiene que ver con la que logran regiones norteñas, como Castilla y León, Navarra y Madrid, que se colocan en lo más alto de la tabla.
En Ciencias, los alumnos andaluces de 15 años que se han presentado a estas pruebas han obtenido la peor nota: 473 puntos, por detrás de Extremadura (474) y Canarias (475). Castilla y León saca la mejor puntuación en este ámbito del conocimiento, con 519 puntos, seguida de Madrid (516), Navarra y Galicia (ambas con 512). La calificación de Andalucía en Ciencias evidencia un claro retroceso respecto a la de 2012, cuando obtuvo 486 puntos. Es decir, esta comunidad retrocede 13 puntos en Ciencias, mientras que en España el descenso sólo ha sido de tres.
Respecto a Matemáticas, los alumnos andaluces se quedan en el penúltimo puesto, con 466 puntos, 14 más que Canarias, que ocupa la última posición. Navarra corona este ranking con una puntuación de 518. De nuevo se produce otra evolución negativa, ya que en 2012 el resultado fue de 472 puntos. En España, por contra, se ha conseguido una leve mejoría de dos puntos en estos tres años. Este campo destaca por la brecha de género, que sigue siendo muy considerable. Como apunta el informe, aunque la tendencia en la OCDE es que los niños superen en destreza matemática a las chicas en ocho puntos, en España dicha diferencia llega a ampliarse a los 15.
De nuevo, la comunidad autónoma andaluza vuelve a situarse en el penúltimo escalafón (sólo seguida de Extremadura) en comprensión lectora. Los alumnos andaluces obtienen 479 puntos, mientras que los de Castilla y Leon consiguen 522. En este área, al fin, se registra un avance de dos puntos en la comparativa con 2012. Una evolución menor que la de España (de ocho puntos), que impide que abandone los puestos de cola. La calificación a nivel nacional permite al país situarse en Lectura a la altura de Suecia, Dinamarca, Francia, Bélgica, Portugal, Reino Unido, Rusia, EEUU, Shangay y Suiza. En este apartado, Andalucía se iguala a Lituania, Hungría y Grecia.
Los datos del PISA se dan a conocer una semana después de publicarse los del informe internacional TIMMS, que sólo evalúa las competencias en Matemáticas y Ciencias. En estas pruebas, los alumnos andaluces -en esta ocasión de Primaria- de nuevo vuelven a descolgarse del resto de España. Ambas evaluaciones corroboran la necesidad de una mejora en los resultados académicos, motivo por el cual la consejera de de Educación, Adelaida de la Calle, presentó recientemente el Plan de Éxito educativo para reducir el fracaso escolar.
Méndez de Vigo valora el trabajo docente y defiende un esfuerzo de inversión
El ministro de Educación, Íñigo Méndez de Vigo, ha dicho que los resultados de PISA 2105 son muy satisfactorios para España, lo que ha atribuido al trabajo de los docentes, especialmente en tiempos de crisis, y ha considerado que hay que hacer un "esfuerzo de inversión en educación".
"Por primera vez, España rompe la brecha educativa y se sitúa al nivel de los países más avanzados del mundo", ha enfatizado en rueda de prensa sobre los datos de la última Evaluación Internacional de Alumnos de la OCDE (PISA 2015).
Por eso, ha señalado, no se debe empezar de cero ni hacer tabla rasa, sino mantener lo bueno y "seguir evaluando" porque es la clave para continuar mejorando, ha precisado en relación con la negociación para un pacto educativo.
A preguntas de la prensa, ha defendido que la financiación de la educación debe ser un "ingrediente" del pacto.
"Si se ha podido romper la brecha educativa, sin duda alguna los responsables son los docentes, los profesores -ha subrayado-, y este Ministerio quiere agradecerles su compromiso y contará siempre con ellos para seguir progresando".
El Ministerio y el Gobierno creen que las evaluaciones son necesarias -ha continuado- y "nadie" de los grupos parlamentarios le ha dicho que esté en contra, aunque otra cosa es cuándo y cómo hacerlas. "Es un debate que se va abrir", ha rematado.
El secretario de Estado de Educación, Marcial Marín, ha sintetizado en cuatro puntos las políticas que han permitido, desde 2012, la mejoría de España en PISA: autonomía de los centros, liderazgo pedagógico, atención a la diversidad del alumnado y evaluación del sistema escolar.
Ha destacado que España ha eliminado prácticamente la diferencia acumulada de 23 puntos que tenía en 2012 con las medias de la OCDE en Lectura, Ciencias y Matemáticas. Este avance es "muy importante", ha opinado.
A su vez, José Luis Blanco, director general de Evaluación y Cooperación Territorial, ha sugerido que las comunidades son conscientes de que una de las asignaturas pendientes del sistema es el número de alumnos "rezagados", los que tienen un rendimiento peor, así que las autonomías habrán reforzado el profesorado de apoyo, ha deducido.
El descenso de estos estudiantes y también de los repetidores es una de las claves "obviamente" de la mejora de España, ha señalado.
"España escapa a la bajada generalizada de la OCDE y se convierte en un sistema más equitativo, teniendo menos alumnos rezagados, más vocación científica y rompiendo barreras de desigualdad social, cultural y económica", ha sentenciado Marín.
Sobre un aumento del interés de los alumnos españoles por las Ciencias, el Ministerio lo ha achacado al esfuerzo de las comunidades, y ha mencionado un programa ministerial para despertar vocaciones científicas entre las mujeres
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