La subida del mar en 2030 amenaza a la playa de los Boliches y al resto de Fuengirola
Medio Ambiente
Según un estudio realizado por Greenpeace, la costa malagueña es el lugar con más riesgo de sufrir un tsunami
El informe, además, recoge una serie de medidas para reducir el impacto del cambio climático
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Uno de los destinos preferidos de los cordobeses para sobrellevar el período estival, la playa de los Boliches de Fuengirola, se encuentra amenazado por la subida del nivel del mar en 2030. Según un informe realizado por la organización ecologista internacional Greenpeace, titulado Crisis a Toda Costa 2024, recoge que, tanto esta ubicación como otras zonas de costa tendrán "impactos muy graves" que se deben tanto al “aumento de la temperatura del agua, como a la acidificación y pérdida de oxígeno”.
La alteración de los parámetros meteorológicos sitúa a España entre las regiones del mundo que más están experimentando fenómenos meteorológicos y climáticos extremos cada vez más severos y demoledores. Esta tendencia, según recoge el estudio, se prevé que continúe en las próximas décadas.
En lo referente al litoral andaluz, este cuenta con un gran atractivo para la industria turística que, en muchos puntos, ha supuesto un deterioro evidente. Esta degradación ha provocado que, por ejemplo, “la provincia de Málaga sea la más urbanizada del estado, o importantes impactos a su parque nacional más emblemático, Doñana, y a otros como el Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar, donde se asienta el símbolo de la destrucción del litoral español, el hotel ilegal de El Algarrobico”.
Playas afectadas por la subida del mar
A pesar de que la playa de los Boliches y toda la costa de Fuengirola se encuentra en peligro, no es la única de zona de costa que se encuentra amenazada por la subida del mar. También otras playas de Málaga como Estepona, Marbella, Benalmádena, Caleta de Vélez y Nerja están en el listado de Greenpeace.
La zona más frágil es la costa de Doñana, que ya ha retrocedido 80 metros y donde la erosión se está acelerando por el cambio climático. Otro de los espacios más afectados es la Demarcación de Costas que comenzó el proceso para declarar el tramo entre el parador Málaga Golf y la barriada de Guadalmar en Málaga en situación de regresión grave. En situación similar se encuentra un tramo de un kilómetro en la desembocadura del río Vélez en Vélez-Málaga.
En tan solo seis años, distintos tramos de la costa andaluza como Ayamonte, Islantilla, Punta Umbría, Chipiona, El Puerto de Santa María, Conil de la Frontera, Zahara de los Atunes, Almuñecar, Cabo de Gata, San José, La Isleta del Moro o Agua Amarga, entre otros, se verán a se verán afectados por la erosión y la subida del nivel del mar.
Según ha estimado la NASA, el Golfo de Cádiz será uno de los tramos de costa más afectados y, en el caso de Málaga, además, recientes investigaciones muestran que la actividad sísmica del mar de Alborán convierte a la costa malagueña en el punto del litoral español con más riesgo de sufrir un tsunami como consecuencia de un maremoto.
Soluciones para ralentizar los efectos del cambio climático
Para evitar que los efectos del cambio climático se reduzcan y ralenticen, Greenpeace ha elaborado una lista con medidas que ayudarían a frenar esta situación. Entre ellas figura facilitar la expansión hacia el interior de zonas de marismas y humedales e impedir la construcción de infraestructuras y la urbanización, que son barreras artificiales que hacen de pantalla e impiden que la arena se deposite en las playas.
Otras de las medidas que se recogen son acabar con la contaminación que empobrece la calidad de las aguas y con los problemas de urbanización en primera línea de playa devolviendo a las playas, marismas y acantilados a su estado natural para que ejerzan su función protectora y amortiguadora.
La turistificación es un problema que sufre el litoral por lo que se plantea poner un coto con medidas como la limitación de alojamientos turísticos, vuelos y cruceros.
Para concluir, el informe propone recuperar las zonas inundables y promover la investigación científica de las afecciones provocadas tanto por las barreras artificiales como por el cambio climático en los ecosistemas, las especies marinas y la salud de las personas.
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