Tribuna Económica
Gumersindo Ruiz
La casita de Jesús
Antes de que comenzaran las fiestas de Navidad algunas activistas e incluso la propia ministra de Igualdad, Irene Montero, ya alertaban del aumento de casos de violencia machista durante los periodos vacacionales.
Montero alertaba de que “la violencia machista es esa otra gran pandemia silenciosa y quiero pedir a las instituciones y a la ciudadanía que se impliquen. Vienen las Navidades y, como toda época en la que aumenta la convivencia con el maltratador, estamos ante un aumento del riesgo”. Aseguraba, también, que la lucha contra la violencia de género es una cuestión de Estado y que hay que llegar a tiempo a todas las mujeres que la sufren.
Por su parte, la periodista Ana Bernal comentaba en La Hora de Televisión Española la importancia de no tolerar ninguna actitud ni comentario despreciable hacia la mujer durante estas fiestas, especialmente los días en los que se producen reuniones familiares más numerosas como Noche Buena, Navidad o Fin de Año y en los que se tienen a normalizar estas conductas.
El aumento de este tipo de violencias puede deberse, entre otros muchos factores a que hay hijos o hijas que no tienen clases, lo que aumenta las responsabilidades familiares, y a que conviven durante mayor tiempo víctima y agresor.
“Es raro que no tengamos alguna Noche Buena, algún día de Navidad o cercano a Fin de Año que tengamos que lamentar algún crimen machista”, aseguraba la periodista.
Los datos lo han demostrado durante este lunes, 26 de diciembre, en el que se están investigando las muertes de dos mujeres y el intento de homicidio de otra como posibles casos de violencia machista.
El primero de ellos se producía durante el domingo 25 en la localidad de Calahorra, en Soria, cuando una mujer de 32 años se precipitaba desde un segundo piso a la vía pública en torno a las 7 de la mañana. Por suerte efectivos dela Guardia Civil y sanitarios se desplazaron hasta el lugar de los hechos y lograron estabilizarla, trasladándola luego hasta el Hospital San Pedro de Logroño en estado grave, donde continúa recuperándose. Ha sido detenida su pareja, de 45 años, como presunto agresor.
Una hora más tarde la Policía recibía una llamada en la que se alertada del incendio de una vivienda en el pueblo soriano de Matamala de Almazán. Cuando llegaron solo pudieron comprobar que en el interior de la vivienda había una mujer por cuya vida no pudieron hacer nada. La víctima tenía 44 años.
Durante la mañana del lunes un hombre de 69 años llamó al 112 para pedir ayuda después de haber matado a su mujer, de 88, en Santa Perpètua de Mogoda (Barcelona). El hombre ha sido detenido como presunto autor de los hechos.
Todos los presuntos agresores están a la espera de pasar a disposición judicial.
Durante la semana del 20 de diciembre también se produjeron tres asesinatos por violencia machista. Las víctimas eran una mujer de Torrevieja, en Alicante, de 35 años, y una mujer y su hija en Liaño (Cantabria) de 40 años y 11 meses respectivamente. Estos crímenes se suman a los que tuvieron lugar días antes en Granada y Girona.
De confirmarse los dos últimos casos que se están investigando como violencia de género, el número de mujeres asesinadas en 2022 ascendería a 47, teniendo en cuenta que no se cuantifican los intentos de asesinato en esta cifra. El número total de víctimas de violencia machista ascendería a 1.180 desde 2003.
El número de menores asesinados a manos de sus padres o parejas de sus madres se cifra en 36 desde 2003, 6 en lo que va de 2022.
Desde las instituciones tratan de poner especial atención a las mujeres que sufren este tipo de violencia y que son mayores de 65 años, ya que solo el 2% de ellas denuncia estos hechos. Esto puede deberse a factores como el miedo o la naturalización de la violencia, después de muchos años sufriéndola.
El teléfono 016 atiende a todas las víctimas de violencia machista las 24 horas del día y en 52 idiomas diferentes, al igual que el correo 016-online@igualdad.gob.es. También se presta atención mediante WhatsApp a través del número 600000016 y los menores pueden dirigirse al teléfono de la Fundación ANAR 900 20 20 10.
Ninguno de los teléfonos deja rastro en las facturas y atienden a todas aquellas personas que crean que pueden estar sufriendo este tipo de violencia o que necesiten asesoramiento porque no están muy seguras de ello.
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