El acusado de asesinar a su mujer delante de sus hijos en Baiona confiesa el crimen
Después de tres comparecencias en las que permanecía en silencio el acusado de haber matado a su mujer ha confesado el crimen.
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Ángel Rodríguez da Costa, más conocido como ‘Lito’, ha confesado haber dado muerte a su ex mujer en presencia de sus dos hijos menores en la casa de ésta en la localidad de Baiona, Pontevedra.
Lo ha hecho después de permanecer en silencio desde que tuviera lugar el asesinato, la noche del 5 de febrero. El estado catatónico en el que parecía estar llevó a la magistrada del juzgado de Violencia sobre la Mujer número 1 de Vigo ha pedir que se le realizaran exámenes psiquiátricos que le permitieran determinar si actuó de forma consciente.
Por eso, y tras pedirlo previamente la Fiscalía, la acusación particular y la defensa, la titular del Juzgado de Violencia sobre la Mujer acordó prorrogar la detención del sospechoso durante 72 horas más y su traslado al servicio de Psiquiatría del Hospital Álvaro Cunqueiro para ser valorado por los médicos.
Pero durante la mañana del jueves, 9 de febrero, Ángel Rodríguez recibió el alta. El informe psiquiátrico concluyó que el presunto asesino era consciente de sus actos por lo que el trámite procesal seguiría su curso.
Según informaron los médicos que lo evaluaron no había indicios suficientes que avalen el supuesto estado catatónico. Todo apunta a que podría estar simulando el estado de shock.
Según recoge Caso Abierto, portal de investigación del grupo Prensa Ibérica, en una vista que se ha prolongado durante casi cinco horas, el investigado reconoció ser el responsable del asesinato de su exmujer así como haber empleado dos cuchillos.
Uno de menor tamaño, de 13 centímetros de largo, y un "pequeño hacha" de entre 30 y 40 centímetros. El primero se halló junto al cadáver mientras que el arma blanca que causó las lesiones más importantes y el cual no se halló, lo arrojó a una zona forestal.
Antes de eso el agresor se aseguró de dejar a sus hijos, que lo presenciaron todo, junto a sus abuelos. Éste le llegó a decir a su hermana que se iba a suicidar antes de huir pero Rodríguez da Costa se entregó 12 horas después de cometer el crimen en una comisaría de Ourense y desde entonces no había abierto la boca.
Tanto la Fiscalía como las acusaciones particular y popular han pedido que fuese investigado por un delito de asesinato y otros dos contra la integridad moral de sus hijos, por ser testigos del asesinato. Por otra parte, la defensa de Rodríguez pidió las atenuantes de confesión y arrebato, así como reparación del daño.
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