“¿Usted es el marido? Su esposa ha fallecido”: claves del incendio homicida en una casa de Córdoba

El incendio se produjo la madrugada del 9 de julio de 2020 cuando una vecina del pueblo cordobés de Aguilar de la Frontera le prendió fuego a una vivienda en la que había cuatro personas dentro. Todos consiguieron abandonar el inmueble antes de que les alcanzaran las llamas excepto la madre, que acabó muriendo. Su marido, que salió en ropa interior, ha contado en Telecinco que se lo comunicaron sin tacto ninguno. Un agente se acercó a él y le preguntó: ¿Usted es el marido? Su esposa ha fallecido.

La investigación, que contó con el trabajo del equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil de Puente Geni y el apoyo del equipo de Investigación de Incendios de la Zona de la Guardia Civil de Andalucía, permitió averiguar que habría sido la detenida quien dio inicio al fuego en una de las ventanas de la planta baja de la casa de la mujer fallecida.

Tres años después la familia de la víctima reclama justicia por la muerte de su madre. La pregunta homicida, que tiene una orden de alejamiento hacia todos ellos de 250 metros, continúa pasando por la puerta de su casa a día de hoy tras quedar en libertad alegando que sufría una enfermedad mental.

De hecho, la defensa argumentó que le quedaba poco tiempo de vida y para ello aportó un documento médico de un centro privado que acreditaba que no se podía mover y que, por tanto, no supondría una amenaza para nadie.

La Audiencia Provincial de Córdoba la acabó dejando en libertad con la condición de comparecer una vez al mes en los juzgados, algo que nunca sucedió y que se justificó con sus problemas. Los familiares de la fallecida cuentan, sin embargo, que la ven caminando por el pueblo con normalidad y que tienen vídeos donde no parece tener ningún problema de salud y donde pasa por delante de la puerta de su casa, quebrantando las medidas cautelares hasta en nueve ocasiones.

Ahora piden a la justicia que actúe ante esta situación en la que se sienten desamparos.y que se celebre, con la mayor brevedad posible, el juicio por el que podría ser condenada por un delito, como mínimo, de homicidio, a menos que la declaren incapacitada para distinguir el bien del mal.