Lo que la ciencia explica sobre el calor y el descanso

El ritmo circadiano, encargado de regular la tensión o el sueño, se ve afectado por la luz y la temperatura
El ritmo circadiano, encargado de regular la tensión o el sueño, se ve afectado por la luz y la temperatura / M. G.

La ciencia demuestra cómo la falta de descanso provocada por el aumento de temperaturas nocturnas puede afectar a la salud más allá del cansancio y la fatiga que genera. Otra de las causas que afectan a los biorritmos humanos es el aumento de las horas de luz, lo que provoca una pequeña desestabilización en el descanso de las personas.

Según explica Tomás Zamora, doctor Ingeniero Industrial especializado en el desarrollo de productos ergonómicos y biomédicos para el descanso, varios estudios señalan que “la hormona del sueño” (la neurohormona melatonina) puede dejar de propulsarse en sangre por el hecho de que la temperatura ambiente no baje de 24 grados y el cuerpo no perciba un cambio suficiente de temperatura por la noche y además, haya exceso de luz natural”.

 Tomás Zamora, que dirige el laboratorio de investigación e innovación ESCI, también ha explicado que, los problemas que se tienen para entrar en una fase profunda del sueño cuando hay temperaturas elevadas, se deben a que "el cuerpo humano necesita disipar 4 vatios/hora de energía calorífica durante el sueño.

Si la Temperatura de la habitación se acerca cada vez más a la temperatura de la piel (aproximadamente 32ºC), el cuerpo busca mecanismos complementarios de refrigeración como son sudar, respirar más fuerte o acelerar el flujo de sangre hacia orejas, manos y pies. Todos estos mecanismos nos ponen en alerta y nos dificultan el comienzo del primer ciclo de sueño”.

¿Qué es el ritmo circadiano?

“Podría decirse que es un director de orquesta que modula y sincroniza mecanismos esenciales para la vida como el ritmo cardiaco, la tensión arterial, el estado de alerta y, por supuesto, el sueño”, detalla el director de ESCI.

Según Zamora, la temperatura ambiente y la luz son los principales relojeros de nuestro ritmo circadiano y, si se descompensan, nuestro reloj biológico puede llegar a desincronizarse y a producir, además de trastornos del sueño, otras patologías como “hipertensión, cefaleas, pérdida de reflejos, pérdida de memoria y la peligrosa somnolencia diurna tan asociada al incremento de accidentes en verano”.

Mosquitos y alcohol

El experto del Instituto ESCI también ha explicado cómo el calor influye en la atracción de los mosquitos hacia las personas ya que “los mosquitos se sienten más atraídos por la gran cantidad de sangre que fluye por la superficie de la piel debido a la necesidad del cuerpo de disipar calor cuando la temperatura de la habitación es muy alta”. Además detalla como algunos estudios científicos relacionan trasnochar y el consumo de alcohol con la reducción de la calidad del sueño entre un 20% y un 30%.

Consejos para conciliar el sueño

 El director del Instituto ESCI también ha advertido sobre el tipo de mobiliario que se utiliza para dormir, “es necesario dormir en soportes que favorezcan la disipación de calor con somieres de lamas y evitar camas con canapés o bases tapizadas”.

Además recomienda que los colchones sean bien firmes y las sábanas y pijama de materiales transpirables para que la piel se enfríe por refrigeración evaporativa.

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