La inmunoterapia se posiciona como la gran esperanza frente al cáncer
Tratamientos
Varias líneas de investigación analizan aquellos fármacos que estimulan al organismo para combatir la enfermedad, sobre todo en tumores severos como el melanoma avanzado.
Esta semana ha concluido en Chicago el 50 Congreso anual de la Asociación Estadounidense de Oncología Médica (ASCO). Como en años anteriores, una palabra se ha escuchado más alta que las demás: el término inmunoterapia, la estrategia más prometedora en la actualidad frente al cáncer, sobre todo algunos de los tipos con peor pronóstico.
En concreto, es en el melanoma avanzado el tipo de tumor en el que más se ha confirmado el valor de esta terapia, relativamente nueva. Un estudio presentado en el congreso, el más importante en el campo de la oncología -con más de 30.000 médicos participantes- demostró que la administración de la única inmunoterapia aprobada para su uso en España -ipilimumab- tras la cirugía reducía en un 25% el riesgo de recaída del melanoma y de fallecimiento por esta causa.
Se trata de un ensayo clínico en fase III, la fase de investigación clínica más avanzada, en el que participaron 951 pacientes, a la mitad de los cuales se les administro el medicamento en una dosis experimental y, al resto, un placebo. A todos se les había extirpado previamente el melanoma avanzado que padecían, pero sufrían amplio riesgo de recaída de la enfermedad tras la cirugía.
Según los resultados de la investigación, la estrategia resultó eficaz ya que, tres años después del inicio del estudio, se estimó que el 46,5% de los pacientes tratados con el medicamento estaba libre de enfermedad en comparación con el 34,8% en el grupo placebo.
"Es un tratamiento prometedor, vimos un número sustancialmente menor de recaídas en pacientes con alto riesgo de sufrirlas", explicó en Chicago el autor principal del trabajo, el francés Alexander Eggermont, del Centro de Cáncer Gustave Roussy de París, que destacó que lo más novedoso del trabajo es que se demuestra que este tipo de tratamientos pueden tener valor aplicados en una fase más precoz de la enfermedad, nada más extirparse quirúrgicamente los tumores. Otro de los trabajos presentados en Chicago también tuvo como protagonista a este medicamento, pero en combinación con otro del mismo tipo, un inhibidor del punto de control inmunitario PD-1 llamado nivolumab.
Este mismo estudio, en una fase más precoz de la investigación y con un número mucho menor de participantes, demostró unas tasas de supervivencia nunca observadas en la enfermedad: del 94% y 88% al año y dos años del diagnóstico respectivamente.
Asimismo, otro inhibidor del PD-1 también ofreció excelentes resultados en la reunión anual de los oncólogos estadounidenses. En esta ocasión, se trata de un fármaco aún sin nombre comercial -se denomina MK-3475- que ha sido probado en 411 pacientes, en lo que sus autores definen como el mayor ensayo clínico en fase I en el campo del cáncer.
El trabajo, coordinado por el español -unque ejerce en un centro de investigación Los Ángeles - Antoni Ribas, demostró que el nuevo medicamento generaba respuesta en más del 80% de los pacientes, incluso aquellos que ya habían fracasado con tratamientos anteriores. "Son datos preliminares, pero nos dicen que estamos ante algo grande", explicó Ribas.
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