Los médicos que piden no ir al médico
Asistencia sanitaria
Un libro advierte contras chequeos y otras intervenciones médicas de prevención en base a evidencia científica publicada. Cuestiona el exceso de citologías y el riesgo del colesterol.
Se llaman Juan Gérvas y Mercedes Pérez Fernández y, hasta hace menos de dos años, ejercían como médicos de familia en sendos centros de salud de la Comunidad de Madrid. Pero son, sobre todo, activistas contra la prevención, al menos contra el concepto de prevención que impera actualmente en la sociedad. Una alimentación basada en la dieta mediterránea y, eso sí, en compañía de seres queridos y "con mantel" es de las pocas recetas que se atreven a recomendar para mantener a raya a las enfermedades. El abandono del tabaco es otra.
Gérvas y Pérez acaban de publicar el libro Sano y salvo (y libre de intervenciones médicas sanitarias) (Los libros del lince, 2012), que le pondrá los pelos de punta a más de un especialista. Sin embargo, sus afirmaciones están avaladas por estudios científicos serios publicados en revistas de primer nivel. Eso sí, los autores reconocen que pueden existir otros trabajos que contradigan sus consejos. Saber de qué fiarse y de que no requiere, a su juicio, de horas de estudio y de criterio. Para la población general, el mejor consejo es tener un buen médico de cabecera, "que les conozca bien".
Gérvas se convirtió casi en una figura mediática durante la crisis sanitaria de la pandemia de la gripe H1N1. Muy crítico con las gestiones de las autoridades sanitarias locales y mundiales, el médico advirtió sobre todo contra la inmunización masiva que se proponía. Esto no le convierte en un activista anti vacunación. De hecho, los autores de 'Sano y Salvo' defienden las vacunas sistemáticas, que incluyen la difteria, las paperas, la rubeola y el sarampión entre otras. Eso sí, critican las inmunizaciones más novedosas, aquellas que llevan pocos años en el mercado, como la del papilomavirus y la del rotavirus.
La fiebre antiprevención de estos médicos no es gratuita. Se trata casi de una filosofía de vida ya que, según ellos, nuestra sociedad está inmersa en la "paradoja de la salud", de forma que los individuos de las sociedades ricas con gran expectativa de vida sana se sienten más enfermos que los habitantes de países pobres.
Así, lo que ellos proponen es "no empezar la cascada". Por ejemplo en el caso de las mujeres tienen claro que no hay que acudir al ginecólogo. "No hay que ir al médico si se está sano", resumen. La mayoría de las mujeres jóvenes acuden a este especialista para hacer lo que se llama prevención secundaria, es decir, detectar una enfermedad, normalmente algún tipo de cáncer, antes de que se haya extendido. Pero lo que los autores destacan, con estudios que lo avalan detrás, es que no todos los cánceres histológicos (que demuestran ser tales bajo el microscopio) son patológicos. Esto también les lleva a desaconsejar la realización de mamografías sistemáticas, algo que ha llevado a un sobrediagnóstico de cáncer de mama. "Aproximadamente el 30% de los casos no progresarían; se las llama curaciones cuando no hay enfermedad", afirman, recordando una polémica ya existente en la comunidad científica.
Pero estos dos médicos ponen en duda muchas más pruebas establecidas. Es el caso del colesterol. "Diversos estudios han demostrado que en España hay menos mortalidad cardiovascular a pesar de tener un colesterol más alto ¿tiene entonces sentido medicarse para bajarlo y dejar de disfrutar de la vida restringiendo algunos alimentos", se preguntan y citan la llamada paradoja francesa.
Para estos dos médicos, el problema de la prevención masiva es que aborda como simples problemas que son muy complejos. Por eso, afirman, tener un médico de confianza es fundamental. Informarse también.
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