Ola de calor: las estaciones meteorológicas de Córdoba registran temperaturas extremas

Córdoba/Una intensa ola de calor está afectando a gran parte de España, con 9 comunidades autónomas en alerta naranja por riesgo importante debido a las elevadas temperaturas. Según la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), se esperan máximas que podrían alcanzar entre los 42 y 44 grados centígrados en algunas zonas.

Andalucía es una de las regiones más afectadas, con todas sus provincias, excepto Málaga y Almería, bajo aviso naranja por intenso calor. Se prevén temperaturas que oscilarán entre los 40 y 42 °C, con puntos de la campiña cordobesa donde los termómetros podrían escalar hasta los 44 °C.

No se puede estar en la calle casi en ningún punto de Andalucía, dado que en algunas zonas se alcanzarán incluso los 43 grados de máxima, lo que hará que hasta seis provincias andaluzas activen el aviso naranja entre las 13:00 y las 21:00 horas, según la Agencia Estatal de Meteorología.

No osbtante, cabe destacar que los meteorológos han comentado que, a diferencia de otros años, las temperaturas extremas han tardado en llegar, y en estos momentos más de uno se pregunta qué se considera una ola de calor.

En ocasiones se viven "días de mucho calor", pero ni los medios de comunicación ni los meteorólogos hablan de ese fenómeno como tal, lo que se debe a que cada país o región determina los umbrales que marcan estos episodios que hacen que los termómetros de las ciudades se disparen.

Intesidad, extensión y duración

En concreto, en España, para hablar de ola de calor tienen que darse, al menos, tres circunstancias.

En primer lugar, debe haber "intensidad". Es decir, las temperaturas deben ser más altas que el 95% de las máximas diarias registradas en los meses de julio y agosto del periodo comprendido entre 1971 y 2000.

En segundo lugar, la ola de calor debe llevar añadido otro componente: extensión en las zonas geográficas, lo que significa que deben registrarse al menos en el 10% de las estaciones meteorológicas de la zona.

Por último, la duración es otro factor determinante, lo que implica que para que se considere que hay ola de calor, estas circustacias citadas deben mantenerse al menos tres días consecutivos.

Cabe destacar que la ola de calor más larga registrada en la península Ibérica se produjo en el verano de 2015, duró 26 días y afectó a 30 provincias.

El aumento de la temperatura provocado por el cambio climático hace que estos episodios sean cada vez más intensos y frecuentes, por lo que agunas predicciones ya apuntan que en 2050 habrá un mínimo de 41 días de olas de calor al año en la península Ibérica.

¿Hace más calor ahora que antes?

Asimismo, y a pesar de que siempre ha hecho calor, es una realidad que el cambio climático ha afectado y mucho al comportamiento meteorológico.

La concentración de gases de efecto invernadero, que de forma natural envuelven el planeta y contribuyen a regular su temperatura, está aumentando motivada por las actividades humanas.

De este modo, la atmósfera atrapa cada vez más energía que alimenta eventos meteorológicos más extremos y, también, mayores temperaturas cerca de la superficie.

De hecho, por este motivo el clima terrestre ha cambiado.

Si se toma de referencia lo que se puede pedir con precisión, los últimos 150 años, sí se puede comprobar que hace más calor que antes.

La temperatura media en España ha aumentado más de 1,7 grados desde el año 1850, de los que 1,5 grados se han acumulado en los últimos 60 años.

En particular, en algunas zonas del interior peninsular, esa diferencia es de 3 grados, lo que significa que las olas de calor son cada vez más intensas y duraderas y las temperaturas extremas, más elevadas.

El récord para España con datos confiables lo tiene el municipio de La Rambla, en Córdoba, que alcanzó los 47,6 °C en agosto de 2021.

Energía hacia la atmósfera, el agua y la superficie

En concreto, este calor está relacionado con varios factores, y esto es debido a que la temperatura alta no solo tiene que ver con la radiación que llega del sol, porque de ser así el día con más horas de luz sería necesariamente el más cálido. Pero esto no es así.

En el hemisferio norte, el día del solsticio de verano, aquella noche entre el 21 y el 22 de junio, es el más largo; pero, sin embargo, en la península Ibérica, las temperaturas más altas se registran a partir del 15 de julio.

En ese sentido, y según explica en guía sobre la información del calor Planeta Mauna Loa, el sistema climático de la Tierra tiene una inercia, y es que es la transferencia de energía entre los gases de la atmósfera, el agua y la superficie terrestre tarda un tiempo.

Y es el motivo por el que transcurre alrededor de un mes entre el momento de máxima radiación solar y el de las temperaturas más altas.

Algo similar sucede dentro de las 24 horas del día, y es lo que da la explicación a que el momento de mayor temperatura no es el mediodía solar, sino entre tres y cuatro horas después, es decir, a media tarde.