La OMS advierte que el 30% de los adolescentes de 15 años no usan métodos anticonceptivos

El informe revela que hay poca conciencia social sobre los riesgos de las enfermedades de transmisión sexual

La disminución en el uso del preservativo se extiende a numerosos países y regiones del mundo

Uno de cada tres españoles no ha revisado nunca su salud sexual

Un preservativo
Un preservativo
M. H.

30 de agosto 2024 - 12:21

Un nuevo informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para Europa revela que el uso del preservativo entre los adolescentes sexualmente activos ha disminuido significativamente.

En concreto, el estudio pone de manifiesto que, desde 2014, alrededor del 30% de los adolescentes de 15 años no usaron anticonceptivos en su última relación sexual, un hecho que supone un mayor riesgo de infecciones de transmisión sexual y embarazos no deseados.

La proporción de adolescentes sexualmente activos que utilizaron preservativo en la última relación sexual disminuyó del 70 al 61% entre los niños, y del 63 al 57 por ciento entre las niñas entre 2014 y 2022.

De este modo, el informe actúa como una petición de inversiones sostenibles en educación sexual integral apropiada para cada edad, servicios de salud sexual y reproductiva adaptados a los jóvenes y políticas y entornos propicios que apoyen la salud y los derechos de los adolescentes.

"Las conclusiones de este informe deberían servir como catalizador para la acción. Los adolescentes merecen el conocimiento y los recursos necesarios para tomar decisiones informadas sobre su salud sexual. Tenemos la evidencia, las herramientas y las estrategias para mejorar los resultados de salud sexual de los adolescentes. Sin embargo, lo que necesitamos es la voluntad política y los recursos para lograrlo", afirma la doctora Margreet de Looze, de la Universidad de Utrecht, una de las coautoras del informe.

Además, casi un tercio de los adolescentes 30% informaron no haber usado ni preservativo ni píldora anticonceptiva en su última relación sexual, una cifra que apenas ha cambiado desde 2018.

Con respecto a las diferencias socioeconómicas, los adolescentes de familias de bajos recursos tenían más probabilidades de informar no haber usado condón o píldora anticonceptiva en la última relación sexual que aquellos de familias con mayores ingresos.

Edad temprana y con riesgos

El informe llama la atención por un dato llamativo, y es que existe una proporción considerable de jóvenes de 15 años que son sexualmente activos, y que mantienen relaciones sin protección, lo que, según advierte la OMS, puede tener consecuencias de gran alcance para los jóvenes, como embarazos no deseados, abortos en condiciones de riesgo y un mayor riesgo de contraer enfermedades de transmisión sexual.

La elevada prevalencia de relaciones sexuales sin protección indica importantes deficiencias en la educación sexual integral adecuada a la edad, incluida la educación sobre salud sexual, y en el acceso a métodos anticonceptivos.

Los datos dejan claro que la disminución en el uso del preservativo es generalizada y se extiende a varios países y regiones.

Así, el informe subraya la necesidad urgente de realizar intervenciones específicas para abordar estas tendencias preocupantes y promover prácticas sexuales más seguras entre los jóvenes en el contexto más amplio de proporcionarles las bases que necesitan para una salud y un bienestar óptimos.

Conclusiones desalentadoras

"Si bien las conclusiones del informe son desalentadoras, no son sorprendentes. En muchos países se sigue descuidando la educación sexual integral y adaptada a la edad, y donde está disponible, en los últimos años se la ha atacado cada vez más con la falsa premisa de que fomenta el comportamiento sexual, cuando la verdad es que dotar a los jóvenes de los conocimientos adecuados en el momento oportuno conduce a resultados de salud óptimos vinculados a un comportamiento y unas decisiones responsables", ha señalado el director Regional de la OMS para Europa, el doctor Hans Henri P. Kluge.

"Necesitamos una acción inmediata y sostenida, respaldada por datos y pruebas, para detener esta cascada de resultados negativos, incluida la probabilidad de tasas más altas de ITS, mayores costos de la atención médica y, no menos importante, la interrupción de la educación y las trayectorias profesionales de los jóvenes que no reciben la información y el apoyo oportunos que necesitan", añade.

Los resultados subrayan la importancia de brindar educación integral sobre salud sexual y recursos a los jóvenes. "Como adolescentes, tener acceso a información precisa sobre salud sexual es vital", dice Éabha, una joven de 16 años de Irlanda. "Necesitamos una educación que abarque todo, desde el consentimiento hasta la anticoncepción, para que podamos tomar decisiones informadas y protegernos".

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