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Mikel Lejarza
Toulouse
Madrid/El elevado nivel de pobreza infantil en España -el 27,5%- lleva aparejado costes sanitarios, educativos y laborales que suman 63.079 millones de euros al año, un 5,1% del PIB de 2019 o 1.300 euros por persona al año, según un estudio del Alto Comisionado contra la Pobreza Infantil.
Crecer en un hogar en situación de pobreza supone menores oportunidades de alcanzar un nivel de estudios elevado, mayor precariedad laboral, trabajos peor remunerados y mayores riesgos de padecer enfermedades físicas y mentales.
El informe presentado este lunes, en un acto con la asistencia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, analiza el impacto social y económico de la pobreza infantil en España y cuantifica los costes que suponen los efectos sobre la educación, el empleo, los ingresos laborales y la salud en la edad adulta, calculando además la pérdida de ingresos y el empeoramiento de la salud y la calidad de vida.
"Mantener índices de pobreza infantil tan altos, más del 27%, genera que seamos un 5% más pobres todos los ciudadanos de este país", ha explicado el Alto Comisionado contra la Pobreza Infantil, Ernesto Gasco.
Para la vicepresidenta primera y ministra de Economía y Transformación Digital, Nadia Calviño, "el coste de la pobreza infantil es demoledor": "Un país rico como España no puede tener niños pobres, por una cuestión de justicia social pero también de racionalidad económica".
Según los cálculos de la evaluación, realizada con la colaboración de la Fundación La Caixa, una persona que vivió en situación de pobreza en su adolescencia gana hoy unos 5.130 euros brutos anuales menos.
Además, tiene una mayor probabilidad de sufrir exceso de peso, un 36% más, y de depresión, un 12% superior. Estos costes individuales suponen también costes para el conjunto de la sociedad, han explicado las investigadoras Libertad González y Olga Cantó.
Por lo tanto, teniendo en cuenta los costes asociados a la situación laboral y a la pérdida de salud, la pobreza infantil en España supone, como mínimo, 63.079 millones de euros al año, lo cual equivale a un 5,1% del PIB de 2019.
El alto comisionado ha apostado por redoblar los esfuerzos. "Sabemos el coste de no hacer nada y de haber sido negacionistas durante una década", ha aseverado, quien ha anunciado un segundo estudio "que arroje luz sobre las mejores políticas en el reto de país" de combatir la pobreza infantil.
La pobreza infantil se asocia con un 30% más de probabilidad de tener mala salud en general, un 36% más de padecer exceso de peso y un 12 % más de padecer depresión en la edad adulta.
Sumando los costes sanitarios y los asociados a la pérdida de calidad de vida, se estima que el coste total del exceso de peso es de unos 5.500 millones de euros anuales y de unos 579 millones de euros en el caso de la depresión. En total, el coste en términos de salud es de 6.079 millones de euros, un 0,5% del PIB.
Las personas que en su adolescencia estuvieron en situación de pobreza tienen un 28% menos de probabilidades de alcanzar un nivel de estudios superior.
Crecer en pobreza está asociado a menores niveles de empleo para las mujeres y a salarios más bajos para los hombres. Las personas que han estado en situación de pobreza en sus primeros años de vida ganan 5.130 euros brutos menos al año, sobre todo las mujeres, que dejan de ganar, de media, unos 600 euros brutos más al año.
Esta pérdida salarial se explica por el nivel de estudios alcanzado, así como por diversos factores que afectan a la situación laboral, han explicado las autoras del informe. Aquellas personas que sufrieron pobreza en la adolescencia tienen un 12% menos de probabilidad de trabajar con contratos indefinidos y un 14% más de hacerlo con contratos temporales.
El Estado recauda casi 3.000 euros menos por persona en impuestos y cotizaciones relacionadas con el trabajo a causa de la pobreza infantil. Para el conjunto de la sociedad, la pobreza genera un coste en la economía en términos de pérdida de productividad.
Teniendo en cuenta el porcentaje de los menores que vivían en pobreza en 2019 (el 27%), y el porcentaje del PIB que se corresponde con las rentas del trabajo (el 46%), la pobreza infantil genera un coste anual en términos de productividad laboral, de aproximadamente lo que equivale a unos 57.000 millones de euros anuales.
"Romper el círculo de la pobreza desde la infancia, además de ser una cuestión de justicia social, es de inteligencia colectiva", ha concluido Gasco, en el acto de presentación del estudio al que ha asistido también el ministro de Consumo, Alberto Garzón, y el secretario general adjunto de la OCDE, Yoshiki Takeuchi.
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