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El Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF) ha aclarado que los medicamentos con yoduro de potasio que se venden en las oficinas de farmacia no son eficaces contra la radiactividad, y ha pedido "tranquilidad" a la ciudadanía ya que no se ha producido una emergencia nuclear en Ucrania que pudiera justificar la ingesta de yodo.
"Transmito un poco de calma y tranquilidad. La situación es complicada a nivel internacional pero todavía no ha llegado el momento de volvernos locos. En caso de que sea necesario, las medidas las tienen que tomar las autoridades", ha esgrimido en declaraciones a EP el responsable del Área de Información del Medicamento del CGCOF, Iván Espada.
Un bombardeo ruso provocó un incendio en la noche del jueves en edificios aledaños a la central nuclear de Zaporiyia, la más grande de Europa, a orillas del río Dniéper. Sin embargo, el reactor no fue alcanzado, por lo que "no se han registrado cambios en los niveles de radiación", según la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA).
Esta situación, unida a la decisión del presidente ruso, Vladimir Putin, de poner en alerta las fuerzas de disuasión nuclear, ha provocado que en varios países europeos, principalmente en aquellos más cercanos a Ucrania como República Checa, Bulgaria o Polonia, la población haya sobrerreacionado con la compra masiva de pastillas de yodo.
Tal y como explica Espada, estas pastillas se utilizan en caso de emergencia nuclear para bloquear la tiroides, de forma que no pueda absorber el yodo radiactivo que se desprende. "Se dan dosis masivas de yodo normal para que la tiroides se llene y no se permita la entrada del radiactivo", detalla.
Sin embargo, los medicamentos que contienen yoduro de potasio y están disponibles en las farmacias bajo prescripción médica distan mucho de estas pastillas: están destinados al tratamiento de personas que necesitan un aporte de yodo, como en casos de hipotiroidismo.
"Tienen una dosis de 0,1 a 0,3 miligramos, una cantidad mínima. Las pastillas de yodo, en cambio, tienen una dosis de 130 miligramos. Se necesitaría de 400 a 1.300 comprimidos para alcanzar la dosis de las pastillas", ha resumido el experto.
Espada advierte de que tomar estas dosis de fármacos con yoduro de potasio puede ser muy contraproducente: "El yodo es una sustancia que el cuerpo necesita en una muy pequeña cantidad. Dar una dosis tan alta puede llevar a una intoxicación, que puede traer aparejado un efecto sobre la tiroides y bloquearla. Por tomar un día esta dosis no va a pasar nada, pero el problema son las dosis masivas".
Por otra parte, desde el CGCOF recuerdan que existen planes de contingencia desde el Gobierno en caso de que fuera necesario distribuir estas pastillas de yodo por alerta nuclear. Normalmente, este tipo de productos se almacenan en el Centro Militar de Farmacia de la Defensa, situado en Colmenar Viejo (Madrid).
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