El feminismo se abre paso y exige justicia
Contra la violencia de género
Desde que este periódico saliera a la luz en el año 2000, en Córdoba casi 30 mujeres han sido asesinadas por sus parejas o exparejas
El primer caso de violencia de género publicado por este periódico se produjo en mayo de 2001. El nombre de la víctima era Antonia Sánchez, tenía 32 años y dos hijos cuando su exmarido la mató. En su momento, se habló de "enajenación mental" para referirse a las causas que llevaron a su asesino a quitarle la vida. Apenas se hablaba de lo estructural que era el machismo por aquel entonces, aunque años antes, en 1997, la muerte de Ana Orantes marcó un antes y un después en la lucha contra la violencia de género. Fue precisamente en ese año cuando se creó la Plataforma Cordobesa Contra la Violencia a las Mujeres que, a día de hoy, sigue aglutinando al tejido asociativo feminista de toda la provincia.
En estos 20 años, 28 mujeres han sido asesinadas en Córdoba a manos de sus parejas o exparejas, representando la mayoría de muertes violentas producidas en la provincia en estas dos décadas. El cambio de mentalidad ha sido drástico y estos asesinatos han supuesto la parte más visible y descarnada de una realidad que a día de hoy sigue estando muy presente. Sin embargo, en unos años en los que se ha conseguido sacar esta violencia del cajón de la invisibilización, no se ha derrocado a un sistema que se sostiene sobre un patriarcado aún presente en cualquier ámbito de la sociedad.
El trabajo del tejido asociativo y la concienciación de gran parte de la población sí han conseguido dar pasos de gigante durante los últimos años. El feminismo ha logrado hacer llegar su mensaje cada vez a más gente y muestra de ello son las manifestaciones multitudinarias que se suceden cada 8 de marzo y cada 25 de noviembre. La que marcó un antes y un después, eso sí, fue la del 8-M de 2018. Ese año había convocada además una huelga general que tuvo un seguimiento muy alto. En la marcha, las calles de Córdoba capital se llenaron con más de 15.000 personas exigiendo una igualdad real. Este periódico sacó la noticia a portada con las siguientes palabras: "La lucha por la igualdad gana la calle. Manifestación histórica en Córdoba". Al año siguiente, la participación superó las 20.000 personas.
Tan innegable es la fortaleza adquirida por el movimiento feminista como que el machismo sigue, a pesar de todo, campando a sus anchas. La muestra más evidente son todas las vidas que la violencia de género se ha llevado por delante en esta provincia. Los datos oficiales arrancan en 2003, aunque atendiendo a las cifras que maneja la Plataforma esos número rozan la treintena de asesinatos desde que el Día viera la luz a finales del año 2000.
María Dolores, Antonia, Elvira, Juliana, Rafaela, Laura, Mª Ángeles, Beatriz, Alfonsa, Rosa, Pilar, Eva, Fuensanta, Paulina, Carmen, María Antonia, Rocío, Johanna, María, Remedios, María Ángeles, María Antonia, Piedad, Ana Lucía, Piedad, María y Concepción. Estos son los nombres de las mujeres que han sido asesinadas por sus parejas o exparejas en la provincia de Córdoba durante los últimos 20 años.
Sus muertes marcaron durante años a sus barrios y a sus pueblos. Pasó con la muerte en 2004 de Laura Navarro, de 26 años, asesinada por su marido el mismo día en que fue a informarse de los trámites para separarse de él. Ocurrió en la Fuensanta, y todavía hay flores en memoria de ella cerca del lugar donde se produjeron los hechos. Estremeció también a medio país el asesinato de María del Rocío Torreras, que tenía 30 años cuando su novio le cortó la cabeza y se paseó con ella dentro de una bolsa por la barriada de Villarrubia, el 19 de septiembre de 2010.
En Pozoblanco, el 14 de enero de 2014, moría María de los Ángeles Santos a manos de su pareja. Su centro de trabajo alertó a la familia de que no había ido a trabajar y su hermana se presentó en su casa. Allí estaba el asesino, que le dijo: "No pases porque he matado a tu hermana". Entre 2016 y 2018, según los datos oficiales, no hubo víctimas de violencia de machista en Córdoba. Sin embargo, en 2019 se superó el récord anual con cuatro muertes de este tipo.
Son solo ejemplos que demuestran la violencia estructural más extrema que se ejerce sobre las mujeres y en la que se trabaja desde las administraciones para intentar conseguir su completa, aunque complicada, erradicación. Sí se han dado algunos pasos desde la esfera pública para poder frenar esta masacre. En 2004 se aprobó una Ley Integral Contra la Violencia de Género que suponía, a su vez, la creación de juzgados específicos para tratar casos de este tipo (en Córdoba hay uno). Además, en 2017 se firmó el Pacto de Estado contra la Violencia de Género, aunque su impulso no llegó hasta mediados del año siguiente. Con casi 300 medidas a implementar, varios sindicatos ya han denunciado que apenas se han llevado a cabo 75. Todavía queda mucho por hacer en esta materia para conseguir que esta página desaparezca de una vez por todas de cualquier periódico.
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