La Mezquita, historia viva de la ciudad

Patrimonio de la Humanidad

Uno de los monumentos más singulares de todo el mundo y el más visitado de Córdoba, es el reflejo de la religión católica y la islámica

interior de la Mezquita-Catedral.
interior de la Mezquita-Catedral. / Archivo
E.H.A.

27 de septiembre 2020 - 06:00

Es uno de los monumentos más asombrosos del mundo, el más importante de todo el Occidente islámico y el más visitado de Córdoba. La Mezquita-Catedral es la historia viva de la evolución completa del estilo omeya en España, además de los estilos gótico, renacentista y barroco de la construcción cristiana.

Casi dos millones de personas la visitan todos los años, está reconocida cómo Bien de Interés Cultural, además de ser Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Su gran tamaño, es una de las mayores del mundo, no deja indiferente al visitante, que quedará maravillado con la cantidad de detalles decorativos que muestran el esplendor de una época, los distintas transformaciones que van dejando su huella y el contraste entre culturas. Las diversas partes de la Mezquita de Córdoba están bien diferenciadas. Cinco son las zonas en las que se divide el recinto, correspondiendo cada una de ellas a las distintas ampliaciones llevadas a cabo. En el exterior se encuentra la Torre del Campanario y, rodeado de un gran muro, el Patio de los Naranjos, mientras que dentro del edificio sorprende las columnas y arcadas bicolores de gran efecto cromático.

Patio de los naranjos

Torre del Campanario.
Torre del Campanario.

El Patio de los Naranjos es lo primero que vas a ver al entrar en el recinto amurallado. En su día fue el Patio de Abluciones, donde los musulmanes realizaban el ritual de purificación antes de entrar al templo a rezar. Como curiosidad, los arcos que conducen a la zona del rezo estaban abiertos en época musulmana. En el siglo XVI, ya en época cristiana, los arcos se cierran por orden del obispo Martín Fernández Angulo.

Varios son los cambios de importancia que ha sufrido este Patio de los Naranjos desde que se diseñó en el siglo VIII. Los más importantes son las dos ampliaciones, una en época de Abderramán III y otra bajo el mandato de Almanzor. En cuanto a la vegetación, sabemos que en el siglo XIII estaba plantado de palmeras. En el siglo XV se plantaron los primeros naranjos y tres siglos después se añadieron olivos y cipreses.

Campanario

La torre del Campanario es una de las imágenes emblemáticas de Córdoba, sobresale del conjunto monumental y es visible desde gran parte de la ciudad. Lo que vemos ahora es una torre construida sobre un alminar árabe de la época de Abderramán III. La historia de esta torre es muy extensa, ya que ha recibido muchas modificaciones, algunas de ellas radicales. Esta Torre se podía visitar en diferentes horarios, para contemplar desde las alturas el casco histórico de Córdoba, pero actualmente está cerrada, debido a la pandemia sanitaria del coronavirus.

Puerta exterior de la Mezquita.
Puerta exterior de la Mezquita. / Archivo

Catedral

El hecho de que la Catedral de Córdoba se construyera dentro de una Mezquita islámica, hace que sea un monumento único en el mundo. La construcción de la Catedral fue una transformación radical en el edificio, contraponiendo las formas verticales típicas de las catedrales cristianas, en un edificio musulmán de estructura horizontal. La Catedral se compone de una gran nave de estilo gótico, con bóvedas de crucería y tres grandes arcos apuntados. Se compone de la zona del Altar Mayor, el Crucero y el Coro, aunque también se pueden admirar varias capillas que se han ido construyendo en la etapa cristiana. La primera en levantarse fue la Capilla de Villaviciosa, una construcción integrada en el edificio musulmán. Pero la más importante por su riqueza ornamental es la Capilla del Sagrario.

Toda la estructura de la Catedral se empieza a construir en 1523 por orden de Hernán Ruiz I. A mediados del siglo XVIII, con las obras del Coro se da por terminada la Catedral tal y como la conocemos ahora.

Bosque de columnas de la Mezquita.
Bosque de columnas de la Mezquita. / Archivo

Famosas columnas y mihrab

El Mihrab, el lugar hacia donde se dirige el rezo y que representa la presencia de Alah en el Templo, es uno de sus grandes atractivos de la Mezquita. En otras, se trata de una pequeña hornacina en la Qibla o muro orientado hacia la Meca, pero aquí es un espacio de tres por tres metros, con una gran calidad ornamental. Lo que más llama la atención del Mihrab en esta Mezquita es su decoración exterior, con un zócalo de mármol, un gran arco de herradura y decoraciones vegetales junto con inscripciones del Corán.

Quizá esta sea la zona del monumento que mejor representa la grandiosidad que hubo de tener en su día en la Córdoba Califal al igual que el bosque de columnas. Concretamente son 1.300 columnas y 760 Arcos, todos en una extensión de 23.400 metros cuadrados que nos hacen tener una idea de las grandes dimensiones y majestuosidad de la Mezquita original.

Estrictas medidas de seguridad

Ante la crisis sanitaria de la Covid-19, el Cabildo Catedral de Córdoba clausuró la Mezquita-Catedral, como ocurrió con miles de templos y monumentos en todo el país, el pasado mes de marzo a la visita turística. Sin embargo, se ha venido celebrando culto cada día, “como viene sucediendo desde el 29 de junio del año 1236”, señalan desde el propio Cabildo. Ya con la segunda fase del plan de desescalada se procedió a la apertura del monumento a la visita turística el 25 de mayo cumpliendo con todas las garantías sanitarias e higiénicas acatando el riguroso protocolo por el coronavirus. Desde el mes de mayo ha venido registrando una media de 233 visitas al día.

Para su reapertura al público, la Mezquita-Catedral ha reforzado la limpieza y desinfección del edificio dos veces al día, se ha sometido a analíticas de detección del Covid-19 y también se les hacen controles de forma rutinaria al personal a controles de temperatura.

Turistas con mascarilla en la Mezquita-Catedral de Córdoba.
Turistas con mascarilla en la Mezquita-Catedral de Córdoba. / Archivo

En cuanto a la visita, los turistas pueden estar tranquilos ya que para todos los visitantes se han instalado puntos provistos con gel hidroalcohólico en la puerta de Palmas, en la zona del crucero y en los aseos.

También se han ubicado señales de acceso y espacios habilitados y recordatorios de que todas las personas deben llevar mascarilla y mantener la distancia interpersonal de seguridad, fijada en dos metros.

En cuanto a la venta de entradas, se expenden a través de la web de la Mezquita-Catedral, también a través de dispositivos móviles y en la propia taquilla del monumento, ojo porque solo se puede pagar con tarjeta bancaria.

Por ahora, la Mezquita-Catedral se ha reabierto a las visitas turísticas para un aforo máximo diario de 3.500 personas, es decir, un máximo 250 turistas por cada pase de 30 minutos, mientras que se mantienen suspendidas la visita a la torre-campanario, la visita nocturna El Alma de Córdoba y la Ruta de las Iglesias Fernandinas. Estas cifras se encuentran muy por debajo de las habituales, antes de la Covid-19, ya que solo en junio de 2019 se registraron hasta 164.310 visitas, pero la seguridad sanitaria es la prioridad en estos momentos.

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