Tradiciones, patrimonio y gastronomía

Atraviesa el Guadalquivir esta provincia cordobesa fertilizando una amplia vega donde crecen el cereal, la vid y el olivo.

Hacia el norte, la Campiña alcanza las últimas cimas de Sierra Morena y al sur llega hasta las montañas de la Subbética. Sobre estas tierras se extiende el olivar y pueblos blancos y señoriales de una cuidada arquitectura barroca.

La provincia, que conserva huellas de su pasado ibérico, romano y musulmán, es rica en tradiciones; posee un impresionante patrimonio monumental y su gastronomía ha experimentado un notable auge, recuperando el recetario de la cocina tradicional para aquellos que gustan del turismo gastronómico.

Los Pedroches

En la comarca de los Pedroches es indispensable probar su gastronomía, derivada del cerdo ibérico, mientras se pasea por las calles de Villanueva de Córdoba, Pozoblanco, Hinojosa del Duque y Belálcazar.

Las dehesas de cerdo ibérico más importantes son las de Cardeña, Conquista, Pedroche y Villanueva de Córdoba. En esta localidad y en Cardeña se pueden conocer algunos de sus secaderos de jamones y fábricas de embutidos.

Mientras que el municipio de Pozoblanco ofrece una visita por su casco histórico, donde destacan la parroquia de Santa Catalina, la Plaza del Pozo Viejo y el Ayuntamiento.

La Subbética

El Parque Natural de la Sierra Subbética es un espacio protegido de gran riqueza ecológica y paisajística, distribuida entre ocho municipios.

En esta comarca la Vía Verde de la Subbética, que transcurre por la línea ferroviaria y transformada ahora en un camino de 52 kilómetros, esta diseñada para ser disfrutada por senderistas, ciclistas y jinetes, mientras recorren los municipios que la conforman: Almedinilla, con su baluarte de la arqueología; Cabra, de gran valor arqueológico y paisajístico; Carcabuey, corazón del parque natural; Doña Mencía, origen de afamados vinos; Fuente-Tójar, tierra de los “danzantes”; Iznájar, que da nombre al pantano; Luque, bella entrada natural a las Sierras Subbéticas; Priego de Córdoba, joya barroca de Andalucía; Rute, dulce aroma de anisados y Zuheros, pintoresca belleza arábigo-andaluza.

La Campiña

Dos propuestas esperan al turista en esta zona: la Ruta del Vino y la Ruta del Aceite. La Ruta del Vino Montilla-Moriles propone pasear por Fernán Núñez, en el que destaca su Palacio Ducal y su entorno; Montemayor, con su castillo medieval; La Rambla, centro de la alfarería cordobesa; Montilla, localidad célebre por sus bodegas; Aguilar de la Frontera, con un importante patrimonio arquitectónico señorial y una singular plaza octogonal; Moriles, con numerosos lagares y Puente Genil, con una destacado yacimiento romano.

Mientras que la Ruta del Aceite, que transcurre entre olivos, viñas, castillos y murallas, representa una visión integral del olivar y del aceite, conjugando el aspecto tradicional de la cultura olivarera con las últimas innovaciones tecnológicas. Las localidades de Baena, Castro del Río, Espejo, Nueva Carteya y Valenzuela forman parte de este paraíso de los olivos, que anima el espíritu de quien lo visita.

Alto Guadiato

Esta comarca toma su nombre del río Guadiato y su valle. Se trata de una antigua zona minera de cobre, plomo, plata y hierro. En ella se ubica uno de los mejores museos en su género de toda España; el museo Geológico Minero, donde se puede contemplar una rica y variada muestra de minerales, rocas y fósiles de las cuatro Eras Geológicas de todo el mundo. También se recomienda visitar el Museo Histórico del municipio de Bélmez y del territorio Minero.

Al sur del núcleo urbano de Peñarroya-Pueblonuevo, junto a la estación de ferrocarril, se sitúa el antiguo Cerco Industrial, donde se localizan destacados edificios y construcciones, como el pozo Santa Rosa.

Igualmente hay pozos por toda la Comarca, como el pozo San José en Fuente Obejuna y Mina Aurora, en Bélmez. La provincia cordobesa espera al turista con cientos de propuestas adaptadas a cada gusto y a cada edad.