Dos décadas de continuo crecimiento y mejora
El mundo de la Universidad
La Universidad de Córdoba ha afianzado en los últimos 20 años su posición dentro de la carrera investigadora, tanto en el ámbito nacional como internacional
La Universidad de Córdoba (UCO) es, sin duda, uno de los grandes referentes y pilares de la provincia en las últimas dos décadas, caracterizadas por un continuo crecimiento, un tiempo en el que el Día ha acompañado sus pasos ofreciendo información pormenorizada del mismo y también de los problemas que ha tenido que resolver.
En estos últimos veinte años, la institución académica ha contado con tres rectores: Eugenio Domínguez, José Manuel Roldán Nogueras y José Carlos Gómez Villamandos, quien ha sido, hasta la fecha, el único en ser elegido presidente de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE). Cada uno ha dejado su impronta durante sus mandatos y ha tenido que hacer frente a numerosas vicisitudes, pero también ha impulsado aún más el papel y la representatividad de la UCO, tanto en la ciudad como en la provincia. Mandatos los de todos ellos caracterizados por diversos hitos históricos y situaciones politíco-sociales diferentes.
En el caso de Eugenio Domínguez, que estuvo en el cargo desde 1998 hasta 2006, la institución académica aprobó los que fueron sus definitivos estatutos, es decir, algo así como su primera Carta Magna, además de la reordenación del Campus de Rabanales. Un periodo en el que se fue definiendo también el prestigio investigador de la UCO, junto a su apertura a la sociedad, una tarea que aún continua.
Fue José Manuel Roldán Nogueras quien sucedió en el Rectorado a Eugenio Domínguez –estuvo en el cargo desde 2006 hasta 2014–, años marcados por el inicio de una nueva etapa marcada por la llegada del Espacio Europeo de Educación Superior al sector universitario.
Fue este, sin duda, el reto de mayor envergadura al que se enfrentó durante su mandato Roldán Nogueras, ya que implicó la reorganización de las enseñanzas universitarias, la desaparición de las licenciaturas, la creación de los grados y otra forma de impartir la docencia, basada en las competencias. También él tuvo que hacer frente a las consecuencias de la crisis económica de 2008 y tuvo que gestionar los recortes auspiciados por el Gobierno central, que se centraron en el ámbito de la investigación y que también afectaron a la plantilla de la institución académica, lo que le acarreó más de un dolor de cabeza ante la falta de fondos suficientes.
El tercer rector de la UCO en estas dos últimas décadas ha sido –y se mantiene en el cargo– es José Carlos Gómez Villamandos. Entre sus hitos se encuentran la estabilización del profesorado y el personal laboral de la institución académica, además de la consolidación del ámbito científico de la Universidad de Córdoba.
La investigación como identidad
La investigación, por otra parte, ha sido y es uno de los ejes principales del día a día en el seno de la Universidad de Córdoba. Prueba de ello es que en todos estos años, la institución académica cordobesa ha ido fortaleciendo su presencia en las clasificaciones internacionales del ámbito e, incluso, ha entrado a formar parte del grupo de universidades más selectas del mundo al formar parte del prestigioso ranking de Shanghai.
Sin duda, uno de los grandes éxitos de la institución académica en estos últimos 20 años fue la obtención del Campus de Excelencia Internacional Agroalimentario ceiA3, que lidera junto a las universidades de Cádiz, Jaén, Huelva y Almería. Este más que notable sello de calidad se obtuvo hace ahora 11 años y, con él, pone al servicio de la sociedad los resultados del trabajo científico de más de doscientos equipos de investigación que trabajan en áreas de especial interés para el sector agroalimentario internacional, a quien transfiere directamente todo el conocimiento generado.
Dentro de este devenir de los años, la UCO también tuvo que enfrentarse a la llegada del Espacio Europeo de Educación Superior y la reconversión y adecuación de sus enseñanzas. Una oferta académica que también se ha visto aumentada en las dos últimas décadas y que se ha ido adecuando a las necesidades de la provincia de Córdoba y a la demanda de la sociedad estudiantil y, en cierta medida, al sector económico y cultural, con la incorporación de nuevos títulos como Fisioterapia, Psicología o el de Cine y Cultura. La oferta de títulos de máster también se ha visto incrementada de manera notable.
En el lado de las infraestructuras, en estas dos últimas décadas la institución académica ha inaugurado el edificio del Rectorado en la avenida Medina Azahara –los encargados de su inauguración oficial fueron los actuales Reyes de España, Felipe VI y Letizia Ortiz, en noviembre de 2007. Con ello, la UCO recuperó el que sin duda es su edificio más emblemático, ya que fue la antigua Facultad de Veterinaria. El edificio Leonardo da Vinci, en el Campus de Rabanales, o el inmueble del Vial Norte –sede de Fundecor y de UCOIdiomas– son otras de las grandes infraestructuras que se han llevado a cabo en este tiempo, a las que se añade la mejora de la Facultad de Filosofía y Letras, ubicada en pleno Casco Histórico.
Aún así, todavía hay carencias de espacio a las que la Universidad tiene que hacer frente, como es el caso de la Facultad de Derecho, Económicas y Ciencias Empresariales. No se puede olvidar en este repaso histórico la Escuela Politécnica Superior de Belmez, a punto de alcanzar su primer centenario de vida y que ha sabido adaptar su oferta académica e instalaciones a las demandas del alumnado. Al igual que el Centro de Magisterio Sagrado Corazón, centrado en titulaciones de Educación.
Mientras, en el apartado institucional la UCO ha sido la elegida en dos ocasiones como sede para la inauguración oficial del curso académico en Andalucía: en octubre de 2008, con Manuel Chaves como presidente autonómico, y en octubre de 2019, ya con Juanma Moreno al frente del Ejecutivo. A todo ello hay que sumar que en este tiempo, la Universidad de Córdoba ha intentado acercarse aún más a la sociedad cordobesa, un trabajo que lleva haciendo de manera incansable para hacerse un hueco –totalmente necesario– entre las instituciones de la provincia. Un reconocimiento que se ha ganado y se sigue ganando gracias a su labor incansable.
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