El parqué
Jaime Sicilia
Jornada de subidas
Tecnología
Tan ubicuos son hoy en día los relojes inteligentes que los podemos encontrar, literalmente, hasta en los paquetes de Cola-Cao. Y es tan abundante la oferta que casi no hay fabricante, no sólo tecnológicos, sin uno o varios modelos en su catálogo, y de todos los rangos de precio.
Si ya nos hemos acostumbrado a escuchar eso de las gamas de entrada, media o premium en los teléfonos, lo mismo puede decirse de los smartwatches, con propuestas que van desde las muy básicas (para monitorización simple de ejercicios y salud y poco más) hasta las que parecen salidas de una historia de ciencia ficción.
Como ocurre con los smartphones, donde la cosa se pone interesante es en la gama media, franja en la que las compañías deben escoger entre distintos estilos y conjuntos de prestaciones, renunciando por tanto a otros para que el precio no se desboque demasiado.
El último modelo de Honor, el Honor Watch 4, se encuadra en esa gama media en cuanto a precio (169 euros) pero no por lo que respecta a funcionalidades.
Son pocas las cosas que se echan en falta en un dispositivo de diseño sólido y elegante, perfecto tanto para el seguimiento de la salud y la actividad física como para convertirse en una versátil extensión del smartphone.
El Honor Watch 4 está disponible en dos acabados, negro y gold (dorado), este último con correa blanca y caja del reloj en un dorado rosáceo (nosotros hemos probado la versión en negro).
Tiene unas dimensiones de 45,3 mm x 39,1 mm x 11,2 mm y pesa, sin la correa, 32 gramos. La correa es de silicona, cómoda, fresca e impermeable, con un cierre de doble hebilla que sitúa el trozo sobrante bajo la propia correa, lo que refuerza esa comodidad y, de paso, la seguridad.
Por su parte, el cuerpo (rectangular pero de bordes redondeados) lleva un bastidor intermedio de aleación de aluminio de la serie 6. Pese a que no hemos probado su durabilidad tirándolo desde grandes alturas o arrojándole objetos pesados, sí que se ha llevado algún que otro golpe, sin dejar ni un rasguño ni en la pantalla ni en el marco.
En la parte trasera están los sensores y los dos conectores magnéticos para la carga con el cable incluido en la caja, mientras que en el lateral izquierdo están el micrófono y el altavoz y, en el derecho, el botón de encendido (desplazado ligeramente hacia arriba, para un acceso más fácil), con el que se puede abrir el menú principal de aplicaciones y los accesos directos, para navegar después por cada pestaña sobre la pantalla.
El reloj instala una pantalla rectangular Amoled de 1,75 pulgadas, con resolución 390 x 450 píxeles y 340 ppi, tasa de refresco de 60 Hz y de muestreo táctil de 120 Hz.
Es una pantalla muy buena, con gran contraste, colores vivos y definidos y negros profundos, con brillo suficiente para no tener problemas en exteriores y con un sensor para establecer de forma automática el brillo que funciona a la perfección, lo que evita que haya que realizar ajustes adicionales.
Eso sí, podemos hacerlo si lo deseamos: cinco niveles de intensidad, tiempo de espera para la puesta en reposo, tiempo para la pantalla activa...
Dispone de opciones como pantalla siempre activa, no molestar o encendido de la pantalla al levantar la muñeca y, en el apartado de personalización, hay cientos de esferas disponibles entre las que escoger.
Para configurar el reloj y comenzar a utilizarlo, lo primero que debemos hacer es emparejarlo con el smartphone a través de la aplicación Salud de Honor (Android, iOS). Desde ahí podemos instalar y cambiar las esferas, indicar qué aplicaciones del teléfono pueden enviarnos notificaciones al reloj o consultar y configurar distintos parámetros de salud y ejercicio (un poco más adelante veremos este apartado).
De vuelta al reloj, el Honor Watch 4 dispone de funciones habituales como reproducción de música (podemos añadir canciones a la propia memoria interna del reloj), brújula, controlador de la cámara del teléfono, encontrar mi teléfono, tiempo, alarmas, crónometro o temporizador, entre otras. La única pega es que no podemos instalar aplicaciones adicionales, solamente tendremos disponibles las ya incluidas de serie.
Gracias al micrófono y el altavoz que mencionábamos al principio y a su conexión Bluetooth 5.2, con el Honor Watch 4 podemos hacer y responder llamadas, obteniendo conversaciones de buena calidad (a ambos lados de la línea) sin necesidad de pegarnos el reloj al oído y a la boca.
Aparte de para servir de complemento al móvil y, obviamente, para ver la hora, las prestaciones relacionadas con la salud y el ejercicio físico son uno de los puntos clave de cualquier reloj inteligente, y aquí el Honor Watch 4 no decepciona.
Por lo que se refiere a la salud, cuenta con sensores para medir las 24 horas del día la frecuencia cardíaca, el oxígeno en sangre, el estrés o monitorizar el sueño (distingue muy bien entre el sueño nocturno y las siestas), entre otros parámetros, además de ejercicios de respiración ya sea para rebajar el estrés o para ayudarnos a conciliar el sueño.
Todos esos datos se van almacenando en el reloj, donde podemos consultarlos y llegado el caso establecer alertas para que nos avise de algo irregular. Si deseamos acceder a las estadísticas completas, las tenemos en la aplicación del teléfono Salud de Honor.
Y si hablamos del ejercicio, la variedad de actividades físicas que se pueden registrar llega a ser abrumadora. Hay decenas de ellas, agrupadas en campos como gimnasio, aire libre (tiene GPS), deporte, baile, agua (el reloj es sumergible hasta 5 atmósferas), invierno, diversión o extremo, por ejemplo (como curiosidad, hay hasta salto en paracaídas o vuelo de cometas).
En dichas actividades se puede acceder a información sobre la salud cardiovascular, distancia recorrida, velocidad media, ritmo, zonas de trabajo o longitud de la zancada. Al iniciar el trabajo, podemos establecer objetivos de tiempo o distancia o seguir las rutinas de entrenamiento que incluyen tanto el reloj como la aplicación (más amplias y versátiles y agrupadas por niveles de dificultad).
Por último, un apunte sobre la autonomía. Tiene una batería de 451 mAh que se carga por completo en poco más de una hora y que según la marca puede durar hasta 14 días.
En nuestra prueba no hemos llegado a esa cifra (esas estimaciones suelen ser siempre generosas), pero sí a unos más que respetables diez días con un uso normal y, con un uso más intenso, a una semana larga.
(*El dispositivo fue cedido por Honor para su prueba)
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