Twitter prohíbe las aplicaciones de terceros
Tecnología
Tras varios días de problemas si se accedía a la plataforma desde apps diferentes de las oficiales, la red social cambia sus normas para desarrolladores
Programas como Twitterrific o Tweetbot ya han anunciado su cierre
Una nueva brecha de seguridad en Twitter filtra los datos de más de 200 millones de usuarios
Twitterrific, Tweetbot, Echofon, Talon... Son solo algunas de las aplicaciones con las que se puede utilizar Twitter al margen de las apps oficiales de la red social o de su versión web. Programas que, sobre todo hace unos años, cuando nacieron, ofrecían un catálogo de funcionalidades mucho más amplio que los programas desarrollados por la propia compañía del pajarito.
La mayor parte de esos programas experimentan desde hace días problemas técnicos y errores de distinta naturaleza a los que Twitter no daba respuesta, para desesperación tanto de sus creadores como de usuarios (en algunos casos de pago) que, o no podían acceder en absoluto a la red social, o podían hacerlo de una forma muy limitada, sin las opciones avanzadas que estas aplicaciones permitían y que las propias versiones oficiales de Twitter han ido añadiendo con el paso de los años.
Tras unos días de silencio, la compañía admitió, en su cuenta de desarrolladores, que había restringido el acceso a algunas de esas apps de terceros por "incumplir las reglas de su API" (interfaz de programación de aplicaciones, que permite que los programas se comuniquen entre sí). Las explicaciones no fueron entonces más allá de comunicar ese incumplimiento. No se aclaraba cuál era ni cómo podían los desarrolladores de las respectivas apps solucionarlo.
Ahora, Twitter ha actualizado sus normas para desarrolladores, en las que establece las reglas de uso de su API y que, con esta modificación, se traduce en la prohibición de aplicaciones de terceros.
Normas actualizadas
El punto en cuestión se incluye en el capítulo referente a las "restricciones en el uso de materiales con licencia", en cuyo apartado A, "Ingeniería inversa y otras restricciones", se indica que los desarrolladores no realizarán ni intentarán ni permitirán que otros apliquen ingeniería inversa, descompilen, desensamblen o traduzcan la API de Twitter. Los desarrolladores tampoco podrán "intentar obtener el código fuente, los secretos comerciales o los conocimientos técnicos subyacentes de cualquier API de Twitter" y no se les permitirá "modificar, interrumpir o deshabilitar las características o la funcionalidad de la API de Twitter".
Por lo que se refiere a las aplicaciones de terceros, la plataforma precisa, en la versión en inglés del documento (los cambios no están incorporados aún a la versión en español), que no permite el "uso o acceso a materiales oficiales para crear o tratar de crear un servicio o producto similar o sustituto de las aplicaciones de Twitter".
Reacciones y enfado de los desarrolladores
Los desarrolladores de aplicaciones de terceros no han tardado en reaccionar al anuncio y, de hecho, una de las más conocidas, Twitterrific, ya ha anunciado en su blog que cierra. Lo mismo han hecho Talon, en Twitter, y Tweetbot, en un comunicado enviado a TechCrunchTechCrunch.
El texto de The Icon Factory, empresa que desarrolla Twitterrific, es especialmente duro con la nueva gestión de la compañía desde que entró en ella Elon Musk: "Lamentamos decir que la repentina e indigna desaparición de la aplicación se debe a un cambio de política no anunciado ni documentado por un Twitter cada vez más caprichoso, un Twitter que ya no reconocemos como digno de confianza ni con el que queremos seguir trabajando", indica.
En su blog personal, el creador de Twitterrific Craig Hockenberry ha ido incluso más allá, y en un artículo titulado "The Shit Show" y en el que se refiere a Musk como Space Karen, admite que abandona, que ya ha tenido bastante, al menos con Twitter. Hockenberry, muy activo en Mastodon desde que llegó Musk, anima a los usuarios de la red del pájaro azul a buscar alternativas, y ofrece unas cuantas.
El futuro
A esas alternativas miran ahora los desarrolladores tras la cancelación forzosa de sus proyectos sobre Twitter. Aunque hay pequeñas empresas que se verán abocadas al cierre, quienes tienen otros proyectos en cartera empiezan a plantearse crear programas propios para estas otras plataformas, sobre todo Mastodon.
El movimiento de Twitter podría añadirse a la lista de movimientos (alocados y absurdos) en la empresa desde que irrumpió en ella como elefante en una cacharrería el no menos alocado nuevo propietario, pero tiene también un indudable componente económico: Musk quiere que todo el que quiera acceder a Twitter tenga que pasar por la puerta oficial de Twitter, para maximizar el alcance potencial de los anunciantes y que nadie, salvo él, pueda ganar dinero con la red social.
Está por ver si estas restricciones se extienden también a otras aplicaciones que no sólo permiten gestionar Twitter, sino llevar, desde un mismo sitio, distintas cuentas de diferentes plataformas (Facebook, Instagram, etc.). Programas normalmente de pago que utilizan por ejemplo muchos medios de comunicación (este diario, sin ir más lejos) para gestionar su presencia en redes sociales y la difusión de sus contenidos por varias redes sociales.
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