Quince países se han adherido ya a la Convención del Consejo de Europa sobre la IA
Suiza ha sido el último en sumarse al primer tratado jurídicamente vinculante para que los sistemas que utilizan esta tecnología sean compatibles con los derechos humanos.
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La reciente adhesión de Suiza ha elevado a 15 el número de países u organizaciones supranacionales que se han sumado a la Convención Marco sobre Inteligencia Artificial, primer tratado jurídicamente vinculante para tratar de garantizar que los sistemas que utilizan esta tecnología sean plenamente compatibles con los derechos humanos.
Han firmado ya el tratado -aunque está pendiente de ratificación en cada Estado-, además de Suiza, países como Reino Unido, Canadá, Israel, Japón, Estados Unidos o la Unión Europa, según fuentes del Consejo de Europa.
El acuerdo, han subrayado las mismas fuentes, pretende garantizar que las actividades dentro del ciclo de vida de los sistemas de inteligencia artificial sean plenamente compatibles con los derechos humanos, con la democracia y con el Estado de derecho, y que favorezcan además el progreso tecnológico y la innovación.
Huderia, una herramienta para evaluar el impacto
El Consejo de Europa, que elaboró y lanzó este Convenio el pasado año, ha puesto en marcha además una herramienta para evaluar el impacto que los sistemas de inteligencia artificial pueden tener sobre los derechos humanos y la democracia y para minimizar los riesgos de las nuevas realidades tecnológicas.
Este organismo ha puesto en marcha y a disposición de las empresas, instituciones o administraciones públicas una herramienta bautizada como Huderia (acrónimo que combina las siglas en inglés de las palabras Derechos Humanos; Democracia; Estado de Derecho; y Evaluación de Impacto) que según sus promotores permite evaluar los riesgos de la inteligencia artificial para garantizar que su uso sea eficiente, ético, seguro y confiable.
Desde numerosos sectores (empresas, administraciones y organismos internacionales) se han planteado durante las últimas semanas muchas dudas sobre el hecho de que haya países o regiones del mundo mucho más garantistas que otros en la protección de los derechos humanos frente a tecnologías como la inteligencia artificial, o sobre los riesgos que acarrea el uso de esta tecnología sin atender con nitidez los riesgos que puede tener para los derechos humanos y la democracia, y en ese sentido han constatado las dudas que genera la nueva administración estadounidense.
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