Drama en 'MasterChef Celebrity' con la expulsión que nadie deseaba

Los duelos decidieron este jueves al eliminado de MasterChef Celebrity y fue un plato maldito, por la dificultad, el suflé, el que se llevó por delante a otro participante sevillano, Jorge Cadaval. El segundo Moranco proseguía tras haber caído su hermano a las primeras de cambio. Se había hecho querer, como era invevitable, el trianero, así que su marcha ha hecho llorar a todos (lo que no es difícil) pero en esta ocasión había muchas lágrimas sinceras. No ha ganado todo lo que preveía en su andadura así que donará de su caché en el concurso 5.000 euros para la bolsa de caridad de la hermandad del Rocío de su barrio, Trianidad. Jorge sólo pudo compartir un dotación con Escassi. "Hay que ser generoso porque la vida lo ha sido conmigo", es su lema

En la eliminación estaban todos los que habían ido a Málaga (todos los participantes se fueron al cajón) tras la prueba en exteriores con Antonio Banderas de anfitrión. Estaban otra vez en la picota, pero no iba a ser problema para Jesulín de Ubrique, digno de Supervivientes, ni para Toñi Moreno, persistente.

La de Sanlúcar se enfrentaba a Daniel Illescas con una crema catalana para el primer duelo, que cayó del lado de la presentadora. Jesulín se las vio con el joven modelo para una lionesas con nata y el ubriqueño por concentración por derrotarle. Illescas fue entonces cuando eligió a Escassi al que le venció con unos buñuelos de viento, la rapidez no le vino bien al jinete. Y Cadaval llegaba en frío, con una sola oportunidad y el suflé de limón se lo cargó porque el de Triana no supo en ningún momento hincar el diente a la elaboración y se le quemó el chocolate, tan delicado para fundir.

"Me da pena que se vaya Jorge, es un vacío muy grande, es una persona muy importante para nosotros", admitía en la marcha Escassi.

La noche se abría con una subasta de neveras para crear platos de alta cocina con los ingredientes que había dentro y los que decidirían el resultado serían los comensales, amigos de los participantes. Toñi Moreno es la que salía en desventaja por cobardica en las pujas. En la sala de degustación se encontraría con Emi Huelva, hermana de Elena Huelva, que tanto testimonio dio en su lucha contra el cáncer, y con su amiga Terelu, la que siempre le advirtió sobre las dificultades que viviría en el programa.

El delantal dorado de inmunidad que generaba esta prueba fue para la siempre impecable Laura Londoño, destacando en esta ocasión con un postre.

En la prueba malagueña, en La Pérgola del Mediterráneo, proyecto gastronómico de Antonio Banderas, Londoño, exenta de eliminación, actuó de doble capitana. Cadaval protestó de que no le había dedicado tiempo para explicar lo que debían hacer y ya eso barruntaba cómo iba a acabar la noche.

La actriz se había centrado más en el postre de Toñi, por su complejidad, y al decidir ante la prueba de eliminación a quién podía salvar, se decantó por Blanca Romero. Claro, no iba a ser Jesulín, con el que tiene un largo pique. La final ya se atisba cerca y ahí van a estar los jartibles del ubriqueño y la sanluqueña. Ojo con Blanca, aunque Londoño parece sobrada.