"Lola Flores nunca habría atacado a Clara Chía porque ella no se comparaba con nadie"
El 'Shakirazo' en forma de copla
Ante el tema personal del que habla todo el mundo, sí, todo el planeta, del despecho de Shakira contra Gerard Piqué y su actual pareja, Clara Chía, caben todas las interpretaciones e imaginaciones. En un mundo alternativo pensemos que nuestra aristas más vehemente, racial y singular se hubiera visto en una circunstancia así. ¿Habría grabado con Bizarrap algo así como la polémica Session #53 del Twingo y del "clara-mente"?
¿En un metaverso coplero veríamos a Lola Flores subiendo al escenario de Cantares con Lauren Postigo para cantar contra un marido que la ha cambiado "por un Casio"? ¿Hubiera tenido valor El Pescaílla de haber hecho algo así y ella de responderle?
Hacemos un ejercicio de suposición razonable en torno a Lola, de la que el próximo sábado, 21 de enero, se cumple el centenario. Le preguntamos a Marina Bernal, una experta y cariñosa incondicional de la jerezana, que publicó recientemente Lola, el brillo de sus ojos.
"Lola nunca habría escrito y cantado nada contra la pareja de un ex", lo tiene claro Marina. Y no es por no sentir despecho o frustración en el caso del amor. No lo sufrió con su marido pero sí en ocasiones anteriores, con novios como el futbolista Coque que se sintió obligado a regresar con su novia de toda la vida, pero ella, según Marina, no habría cantando nada parecido a lo de "clara-mente".
"Nunca se habría comparado con nadie. Lola Flores nunca habría atacado a Clara Chía porque ella no se comparaba con nadie", enjuicia Marina Bernal, que opina que nunca se había puesto de tú a tú ante un 'recambio' en el corazón de otro.
"Ella estaba tan segura de sí misma siempre, se sentía tan única, tan empoderada que sólo habría cantado a su ex. A su ex le diría algo así como 'ahí te quedas, tú te lo pierdes", asegura la periodista sevillana.
Lola, que cantó rancheras para quedarse a gusto como Ojalá que te vaya bonito, era más de decir adiós, curar las heridas del alma y desear que el otro, el ex, reciba el merecido por sí mismo. Sí, el karma, el karma. La de Jerez era de las que miraba adelante, intentaba quedar bien con todos para no tener que estar pensando mal de nadie. Era sabia, le gustaba vivir. Y vivía de su arte sin tener que alardear de amarguras y victimismos.
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