Panceta con patatas embadurnadas versus León como Gamba
Crónica lunes 25 de abril 'MasterChef 10'
El bombero Luismi presenta el peor plato en años en 'MasterChef' y se salva por designación en una noche de enfrentamientos
Vamos al grano, al tocino de este lunes. MasterChef 10 ha vivido una de sus galas más flojas y uno de sus platos, Hasta los andares, unos cucuruchos de panceta, pepinillos, "patatas embadurnadas en grasa" y brotes, se ha convertido en primo hermano del célebre León come Gamba.
El bombero Luismi, madrileño ligón en Guadalajara, se ha salvado porque al contrario de aquel pobre Sempere del león patatero, el reto no entraba en una prueba eliminatorio. Y además pillaron al jurado de mejor humor, y más mentalizado, acompañados de Juanma Castaño y Miki Nadal, los niños bonitos del formato. El concursante fue recibido con cierta sorna, a la vista de la ausencia de sentido y contenido de un plato donde destacaban unas patatas tiesas. Además el concursante mordió el papel para blandir el biberón de vinagre, detalle que habla de la poca pulcritud del aspirante. "No tengo criterio para valorar esto", acertó a decir Pepe Rodríguez antes de que Jordi mentara al felino crustáceo.
No va a ser el siglo de Luismi, tuvo que sufrir un golpe de estado en la prueba de exteriores, en el Algarve, porque era incapaz de llevar el menú como capitán y fue salvado casi por lástima. Habría que cuestionar qué vieron los seleccionadores del casting para que entrara en esta edición tan presuntamente exigente. Debería de caer en la próxima semana.
Lo del tocino de Luismi no tiene nombre, como tampoco el atocinado Giraldo. El waterpolista cubano fue el eliminado en esta segunda noche por deméritos contraídos a pulso. La pachorra, la lentitud se hizo desesperante para todos y cuando debió confeccionar un esmerado postre en la eliminatoria (de Vicky, de MasterChef 2) él mismo se enseñó la tarjeta roja. Teresa, otra aspirante en la cuerda floja, fue quien le adjudicó el postre mientras ella se reservaba un plato sardinero a propuesta de Arnau, el ganador de la novena edición.
En este reto también había que replicar una hamburguesa de Aleix, demandado por vecinos por una cocina 'fantasma' para su negocio de burguer gourmets que tuvo aquí su promoción.
Pero lo peor de Giraldo fue su carácter agrio, de no saber encajar comentarios y críticas. Su piel finísima, viendo falta de respeto en cualquier frase. Se vio acorralado por los dedos del gallinero y llegó a ponerse arisco con el propio jurado. En la prueba de exteriores el jurado le reprendió por haberse dedicado tanto tiempo a picar naranjas mientras los platos no terminaban de hacerse. El menú prortugués rozó el desastre.
Mejor que la aventura de Giraldo acabe aquí. Se salvó Eva, la pediatra, que no se le atisba mucho más. Otro iracundo, Jokin, hizo exhibición de lo que le agradaba la eliminación del caribeño. En la prueba inicial, por cierto, elaboró un arroz con leche y tocino incomible.
En la prueba de la grasa cochina quien destacó fue la chiclanero María Lo que presentó un bizcochito marrano que fue lo más jaleado por Jordi y compañía en la primera prueba de la noche.
La noche comenzó con tres bajas, Adrián, Julia y Claudia, apartados por covid, lo que ya barruntaba lo raro y complicado con que ha arrancado este MasterChef 10 donde los nervios han aflorado de sopetón y se percibe el mal ambiente entre determinados concursantes. Para ser una temporada en las que se buscaba un "superchef" habrá que trabajar duro para encontrarlo y formarlo.
Ese "superchef" puede ser Yannick, que primero confeccionó un cupcake de panceta y después (tras ser motivado por María Lo) cantó la banda sonora de Gladiator para animar a su compañero Luismi que va a tener que apretarse el ingenio y los machos.
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