La televisión no muere, se adapta
Hábitos televisivos
La televisión lineral seguirá existiendo para determinados espacios, a pesar del 'boom' del visionado en 'streaming' en los últimos años.
Llevamos años escuchando ese discurso de que la televisión tradicional, la del consumo lineal de toda la vida, está abocada a desaparecer. Nada más lejos de la realidad. El confinamiento y las restricciones horarias por la pandemia hicieron crecer como la espuma el consumo televisivo el año pasado (una media de cuatro horas por persona al día), y este 2021 parecía que iba a convertirse en el año después de los récords de audiencia. Pero no; la tendencia al alza continúa.
La televisión lineal sigue teniendo poder de convocatoria para según qué programas; a (casi) nadie se le ocurre, por ejemplo, ver el fútbol en diferido. También hay programas que siguen haciendo que el espectador se siente frente al televisor a una hora determinada. Es el caso, por ejemplo, de realities como La isla de las tentaciones o Secret Story porque, de lo contrario, al día siguiente quedaríamos excluidos de la tertulia a la hora del desayuno con los compañeros de trabajo. Dichos espacios son la comidilla del día siguiente, de ahí que haya que verlos cuando se emiten.
La televisión tradicional convivirá con las nuevas plataformas de streaming y seguirá existiendo no solo para mostrarnos eventos o programas en directo, sino porque hay espacio para todos en el panorama actual. No sólo en nuestro país, el fenómeno de adaptación del medio televisivo es mundial. Podemos remitirnos en este punto a los 17,1 millones de espectadores que se sentaron delante de sus pantallas a la misma hora para ver en la cadena CBS la entrevista grabada de Oprah Winfrey a Meghan Markle y el príncipe Enrique.
El consumo de la televisión lineal en octubre de 2021 fue de 192 minutos, y el diferido llegó a los 199 por persona al día, o sea, tres horas y 19 minutos. Los mayores de 64 años, con 5 horas y 54 minutos de media por persona al día, son los que más tiempo dedican al día a ver este medio.
En general, el tiempo invertido en esta actividad por cada espectador es de cinco horas y cinco minutos, es decir, 24 minutos menos que el mismo mes de 2020. Si nos vamos al uso de la televisión por persona y día nos encontramos con tres horas y 48 minutos, un 31% menos que en 2020. Así lo revela el análisis mensual de Barlovento Comunicación, en el que se destacó que el último mes de octubre de menor consumo de la historia. En cualquier caso, la cobertura acumulada es de 43,6 millones, lo que significa que el 95,5% de la población vio al menos un minuto la televisión este mes. En cuanto a la cobertura televisiva diaria, 28.800.000 de españoles contactan diariamente con el medio televisivo, representando el 65,2% de la población.
La televisión situada frente al sofá del salón sigue gobernando nuestras horas de ocio frente al resto de pantallas. Sin embargo, lo que sí ha cambiado y seguirá cambiando será lo que consumamos a través de esa pantalla que antes tenía la hegemonía plena de la televisión tradicional.
La pandemia de covid-19 ha impulsado el cambio de lo que hacemos ante el televisor. Según el último estudio de la Asociación para la Investigación de Medios de Comunicación, 3 de cada 4 internatuas están suscritos a alguna plataforma (Netflix, Amazon, HBO, etcétera), uno de cada tres utiliza la televisión para conectarse a Internet y usa más programas o aplicaciones que antes del confinamiento.
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