Notas al margen
David Fernández
El problema del PSOE-A no es el candidato, es el discurso
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No hay prácticamente momento en el que Julián Muñoz pida perdón a su esposa, Mayte Zaldívar, por todo lo sufrido, por lo que hizo que le llevó a la cárcel y por lo que le hizo a su familia, dejarla. Y volvió. "Le he dicho que no tiene que pedir perdón más veces", ha insisido. Dejarla fue "una parada de Metro corta". Está tranquila por él, "lo ha confesado todo, no hizo nada inconfesable", asegura por lo cometido durante su labor política. Y en el lado personal, "si perdonas, olvidas. Si no olvidas, no perdonas", se ha sincerado sobre esta etapa actual de su matrimonio.
En este viernes el ex alcalde de Marbella mejorado ligeramente, que ha experimentado una mejoría aunque "no quiere comer, ni beber, ni a quererse un poquito". Zaldívar ha reconocido en Y ahora Sonsoles que todos mantienen el ánimo y amor para estar con él, que no tiene ya nada que confesarse y que está en el hospital "para recuperarse, no para morirse", con el feroz cáncer de pulmón que está sufriendo. "Una enfermedad que no se la desea a nadie", ha insistido la que también fuera colaboradora de numerosos programas del corazón a Sonsoles Ónega en su magacín de Antena 3.
Ella ahora está volcada en cuidar a su marido, con el que volvió a casarse hace unos meses, ante esta recta final de su vida. "Esto es muy difícl. Le deseo que se vaya como el campeón de nuesta vidas", ha expresado emocionada Zaldívar en el magacín, sabiendo que afronta los últimos días con él.
Su esposa resalta que Julían Muñoz dejó la cárcel, pero sigue sufriendo su condena. Está en la calle, pero lleva el pesar de todo lo malo que hizo a los demas y a sí mismo.
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